Era un día hermoso de primavera, estaba en una pradera, llena de flores cristalinas a lo lejos vi un árbol que era igual que la vegetación, me acerque lentamente, era un gran árbol, seguramente el más alto que vi alguna vez,con el mismo tono cristalino que las platas, se veían partes de rojo, azul y verde que perfeccionaban al gran árbol y flores del lugar, un lugar fantasioso, cuando llegue a ver el árbol completo observe a una chica joven que estaba enfrente del arbol sentada, de piel tan palida como su pelo y el vestido que llevaba, no pude ver sus ojos, ella estaba llorando.
-¿Por qué...?
Ella decía con una voz desolada y rota mientras giraba la cabeza y me miraba, su pelo tapaba sus ojos, di un paso atrás, quería, no necesitaba consolarle, pero mi cuerpo se movía solo, manteniendo distancia con la chica, no entiendo el porqué quería consolarla, pensé.
-¿Por qué...?
Volvió a decir la chica, esta vez con una voz más irritada y áspera, de un segundo a otro, la pradera empezó a temblar, las flores se marchizaban junto al árbol, empezaron a salir zarzas, antes de darme cuenta, la chica se levantó y pude ver su cara.
Era pura furia y rabia, una zarza me atravesó el abdomen y mientras agonizaba pude ver sus ojos que miraban a los míos, eran del mismo color que las plantas antes de marchitarse.
Desperté de un sobresalto mientras la alarma sonaba, la apague y me senté, pensando en mí sueño, despues de pensar un rato, decidi pensar que era un sueño más, me bañe, me vestí y me arregle para salir a la escuela, agarró mis cascos, me despido de mi madre y hermana perqueña y salgo de casa, al salir me pongo música, en una necesidad para sobrevivir al sueño de la mañana, llego a la plaza donde me esperan mis amigos, Marco y Dylan.
-hey chicos
Les saludaba mientras me quitaba los cascos.
-hey John
Saludaban ellos mientras empezamos a caminar y hablar de nuestro fin de semana, mientras llegamos a la escuela nos encontramos con Mark, que era un chico antisocial que no le gusta hablar mucho, va a mi clase.
-hey Mark
Saludo por cortesía, el me ignoro y yo puse los ojos en blanco mientras el se alejaba, Marco se reía mientras Dylan me daba palmaditas en la espalda, llegamos a la escuela, me despedí de Marco y Dylan ya que van a otra clase distinta a la mía, llego a clase y lo único que tenía eran ganas de dormir.
-Buenos días.
Dije mientras algunos me miraron y saludaron de vuelta otros no lo escucharon ya que estaban con otras personas hablando, me siento en mi pupitre, justo después la profesora llega y empiezan las clases, después de la cuarta hora, era hora de religión.
-hoy os contaré sobre el capítulo del apocalipsis.
Dijo la profesora de religion.Era bastante aburrido, como para prestarle atención.
Y antes de darme cuenta la luz que pasaba por la ventana se volvió rojiza, a la vez se escuchaban gritos afuera de la ventanas no entendí que estaba sucediendo, mis compañeros que estaban más cerca de las ventanas, se quedaron congelados con cara de horror mirando hacia las ventanas, un compañero que estaba al lado mio salto para empujar a una chica, el era Liam, un deportista que se dedica al fútbol y empujó a Adela que era la cerebrita de la clase, justo cuando la empujó, una mano gigante atravesó la ventana, justo en el lugar donde estaba Adela, todos salimos corriendo despavoridos, alguien se cayo pero nadie le presto atención, era Mark, me acerque a él con prisa y le ayude a levantarle.
-Duele..
Dice Mark mientras se tocaba la pierna izquierda.
-apóyate en mi hombro
Le dije con urgencia mientras salimos de ahí, antes de llegar a la salida, en el pasillo de a la derecha nos encontramos con una criatura humanoide, de piel blanca palida, donde deberían estar sus ojos solo había cuancas vacías, con una oscuridad que podría absorver cualquier los, extremidades muy largas, y unas uñas extremadamente largas, antes de darme cuanta ya estaba corriendo hacia nosotros mientras su grito era ensordecedor, estábamos enfrente de la entrada, la estructura estaba casi derrumbada, y mientras la criatura llegaba, yo caí hacia atrás.
Mark me había empujado
-losiento
Decía mientras me miraba por última vez y se alejaba cojeando y la entrada se derrumbada detrás de él.
Me di la vuelta, estaba ese monstruo delante de mi, estaba agachada mirándome fijamente y mientras el me miraba a los ojos todo se volvió oscuro.
Capítulo 1