—¡Tenga un buen viaje, Príncipe-sama! —dijeron al unísono las sirvientas del castillo.
Ellas habían servido al tercer príncipe durante años. Para ellas, verlo partir era como despedir a un miembro de la familia que emprendía un viaje incierto.
Ren les dedicó una última mirada antes de responder con una sonrisa ligera:
—Gracias.
Con paso firme, abordó el carruaje imperial, seguido por Ashiya, su mayordomo.
Minutos después, el comandante de la escolta dio la señal de partida. Los corceles relincharon y las ruedas del carruaje comenzaron a girar.
Así, el viaje de Ren hacia lo desconocido dio inicio.
Pero pronto quedó claro que este no sería un viaje tranquilo.
Horas después…
El grupo hizo una parada para almorzar y permitir que los caballos descansaran.
Los mercenarios contratados para proteger al príncipe compartían historias de batalla alrededor de la fogata.
Ren y Ashiya escuchaban con interés, hasta que un susurro inusual emergió desde los arbustos cercanos.
El crujir de ramas y el golpeteo de varias pisadas pusieron a todos en alerta.
De entre las sombras, veinte kobolds aparecieron.
—¡A sus posiciones! —ordenó el líder de los mercenarios.
Los guerreros formaron una línea defensiva, mientras los arqueros y el mago se preparaban en la retaguardia.
El mago recitó un hechizo:
—
Un resplandor envolvió a los guerreros. Sus cuerpos se fortalecieron con magia de refuerzo.
Los kobolds atacaron en desorden, pero los mercenarios respondieron con eficacia.
Diez de ellos cayeron en cuestión de segundos.
Pero entonces, una voz resonó en el campo de batalla:
—¡Alto!
Los mercenarios se detuvieron de inmediato al escuchar la orden de Ren.
—¿Sucede algo, Príncipe-sama? —preguntó el líder, sin comprender la interrupción.
Ren sonrió de lado.
—Déjennos los últimos diez. Si vamos a estar cerca del Territorio Demoníaco, necesitamos calentar.
El líder de los mercenarios asintió con respeto.
—Entendido.
Un Duelo Relámpago
—
Ren y Ashiya reforzaron sus cuerpos con magia.
Ashiya desenvainó su espada, pero en su interior dudaba.
¿Por qué Ren querría pelear? Alguien que creció en un castillo no debería saber cómo combatir…
Pero entonces, lo vio.
—
Una lanza de maná se materializó en la mano de Ren.
Los ojos de Ashiya se abrieron con asombro.
—Empecemos. —Ren sonrió y se lanzó al ataque.
Con un zumbido, su silueta desapareció.
Tres kobolds cayeron antes de que pudieran reaccionar.
Ashiya sonrió para sí mismo.
Interesante.
Con un solo movimiento, derribó a otros tres.
Solo quedaban cuatro enemigos.
—Hagamos esto rápido. —susurró Ren.
—
Cuatro proyectiles de maná atravesaron el aire. Los kobolds cayeron al instante.
El silencio cubrió el campo de batalla.
Ren giró hacia su mayordomo.
—Bien hecho, Ashiya.
Ashiya lo miró con una mezcla de sorpresa y respeto antes de decir con sinceridad:
—No, casi todo lo hizo usted, Ren. No pensé que fuera tan fuerte.
Ren simplemente sonrió.
—Guardemos todo y sigamos adelante. No quiero que la noche nos alcance en este bosque.
Ashiya asintió, pero en su interior, una nueva chispa de admiración había nacido hacia su príncipe.
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Sistema de Magia
El mundo de esta novela cuenta con varios tipos de magia, clasificados en elementos:
Cada hechizo requiere maná, un recurso limitado.
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Talento y Círculos Mágicos
No todos tienen la misma capacidad ni afinidad mágica. Los magos se clasifican según su nivel de dominio:
Archimago (Superior al 9° Círculo)
Mago de Clase Alta (7° a 9° Círculo)
Mago de Clase Media (4° a 6° Círculo)
Mago de Clase Baja (1° a 3° Círculo)
La magia se usa tanto en la vida cotidiana como en combate y guerras. Su poder varía dependiendo del mago que lo conjure.
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