El 20 de octubre de 2004, el mundo se acabó. Lazarus se crucificó en la medianoche y durante la madrugada los ángeles nacieron desde las nubes y los volcanes. A las 7 de la mañana los Arcontes dejaron un huevo de oro en el medio del océano y desde su interior nació una fiebre horrenda que calcino las entrañas de todos los humanos en el planeta. A las 8, el Serafín pestañeó causando que todos los ojos que podían ver y todas las pieles que podían sentir sufriesen un dolor superior al que nunca un humano jamás había sufrido. A las 9, los querubines fueron volando por los bosques y forestas, se comieron con un suspiro toda la vegetación y succionaron la sangre de todos los animales hasta que quedaron hechos de arena. A las 10 la Dominación separó los planos, las caras de los sueños profundos se le expuso a cada humano que aún vivía y les deformó su carne al punto que sus cuerpos se volvieron una uniforme pirámide de huesos y dolor. A las 11 los Tronos sacudieron la atmósfera, como un abanico invirtieron el orden de las cosas, y el oxígeno se volvió un gas mortífero que transformó a los insectos, últimos seres con vida, en suspiros de vida, pedazos de átomos que no podían volverse moléculas. A las 12 La Virtud terminó de devorar el Planeta, guardándose el núcleo de la Tierra en un bolsillo y vomitando la tierra seca y la marea enorme por el Sistema Solar. La Potestad consumió el tiempo, detuvo las existencias y propuso al instante la desaparición de los horarios. Por último Los Principados fabricaron 33 Agujeros Negros del peso de un gato doméstico, que terminaron de consumir el resto de la materia que se extendía por el universo, marchándose la banda blanca de ángeles de vuelta al Cielo a través de la luz que emanó la última de las estrellas.
4 años antes, Anthony celebraba su cumpleaños de la forma mas minimalista posible, de lejos su festividad favorita. Estaba en su apartamento junto a Dominic su compañero de cuarto, y la novia de Dominic, Alma. Era simple y mundano, bebían y jugaban "Yo Nunca", cuando un tema mucho más interesante que el juego asalto la conversación:
- ¿Pero cuando la vamos a conocer? - preguntó con impaciencia Alma, una chica delgada y larga, de piel ámbar e imponente presencia.
- Me dijo que estaría a las 8 - Anthony entonces revisó su reloj de muñeca, Tony era bajito pero fornido, pálido y algo rojizo en el pelo - solo está un poco tarde.
- Estás seguro que no te la imaginaste, no pasa nada si la chica de tus sueños solo está en tu cabeza - dijo condescendiente Dominic, un chico esbelto, de piel oscura y atractivo marcado.
- No Dom, es totalmente real y es increíble, es atractivisima y le encanta ver películas, se sabe de memoria todos los ganadores de Oscar y además hizo una impresión increíble de Yoda - dijo Anthony emocionado caminando por la sala de aquel apartamentucho neoyorquino.
- Tony, que bien, encontraste alguien tan irritante como tu, felicidades - dijo Dominic sarcástico - Que rápido crecen, no es cierto mi amor - dijo haciendo ojitos Dom, en un gesto que le acompañó Alma.
- ¿Domi que es un Yoda? - preguntó Alma a su novio.
- Emmm - pero en ese momento un toque rítmico en la puerta interrumpió a Dominic.
- Debe ser ella - dijo Anthony saltando como un muelle a atender a la puerta. La abrió, y desde el umbral se mostró Rose, una tormenta de luz, era la chica de los sueños de Anthony, una mujer llena y formada con melenas doradas y un rostro lleno de energía, al menos así la veía Anthony. Tras las cordialidades la chica se acopló a la perfección al festejo, se emborracho a gran velocidad y pronto se colocó en el mismo espacio mental del grupo. Anthony parecía venerarla demasiado, pero a Rose ni le incomodaba y además parecía disfrutarlo, la química estaba funcionando, y todos menos el embriagado cumpleañero lo notaban. Dominic tomó la oportunidad de que Anthony y él se fueron a la cocina para buscar más cerveza para confrontarle con ello:
- Tienes que decirle algo - dijo entusiasta Dominic agitando los hombros de su amigo.
- ¿ De que hablas? - preguntó Anthony, que se mecía en el aire sin control debido a la bebida.
- Le gustas y bastante, se ríe de todos lo que dices, y creeme, tus chistes son malísimos - respondió Dominic.
- No sé Dom, ella es así con todo el mundo - dijo inseguro Anthony tomando dos botellas.
- Bro, confía en mí, yo sé de esto - Dom tomó ahora las otras dos cervezas que faltaban.
- Dominic, no sé - dijo Tony multiplicando sus dudas. Dominic resopló decepcionado y de la nada lo tomó agresivamente a Anthony y lo arrastró hasta la repisa desde donde se veían la sala donde estaban Alma y Rose conversando, la chica rubia escuchaba atenta a la novia de Dominic mientras le descansaba una mano encima del muslo de la habladora.
- Rose, ¿ Qué le regalaste a Tony por su cumpleaños? No te vi llegar con nada - dijo Dominic con una rara agresividad.
- Yo, no - dijo avergonzada Rose sin saber que decir.
- No pasa nada Rose, Tony quiere algo que le puedes dar ahora mismo - dijo malévolo Dominic.
- ¿Que es? - preguntó con interés Rose.
- Un beso - dijo orgulloso Dom - uno de verdad - la frase tuvo leves impactos en el lugar. Anthony se sorprendió y Alma dibujo una malévola sonrisa, pero Rose ni se inmutó.
- Venga Dom, somos adultos todos aquí, no estamos para juegos como - dijo ya sonrojado Anthony.
- Está bien - afirmó Rose interrumpiendo a Tony y dejando a todos sorprendidos. Dominic tomó orgulloso a Tony desde la espalda y lo llevo con las cervezas a la sala. Todos estaban expectantes desde cada uno de sus asientos cuando sin muchos adornos Rose se paró enfrente de Tony, se agachó a su altura en la silla y le plantó un beso entero. El beso se intensificó, incluyendo la lengua muy rápido, Tony pasaba un poco de trabajo para responder aquella agresividad mientras que a Alma parecía encenderle, cogiéndole entonces una nalga a su novio. A los pocos segundos Rose se detuvo dejando a Tony respirando ya con ciertas dificultades:
- Muy bien, ahora ustedes - dijo mirando a la pareja que les miraba embriagados y cachondos. Rose parecía ahora ser la gobernante de aquel lugar. Alma y Dominic no le dieron ninguna importancia y comenzaron a besarse con la naturalidad de una pareja de 2 meses. Rose pronto se acercó a la pareja y se trajó consigo a Tony. Comenzó a tocarles mientras se besaban con la intensidad que de seguro les llevaría a algo más. Tony no parecía como introducirse en esa situación, pero lo entendió luego de que Rose arremetiera contra Dominic besandole con la misma agresividad y empujándolo contra el suelo. A Alma no parecía importarle aquello y en su lugar apreciaba la oportunidad para entonces irle encima a su amigo. Los besos entre estos dos fueron incómodos al principio:
- Alma - dijo algo nervioso Tony, dejando seña de que la amistad que tenía con Dominic le contrariaba entonces.
- Tony - respondió con una voz poligamica Alma, diciendole como cuatro frases solo con su expresión. El cumpleañero se dejó llevar en definitiva siendo el ahora el que empuja contra si mismo en el suelo a su amiga, que ya perdía aquel significado. El ejercicio siguió por unos minutos, algunas prendas se habían perdido y la nube de sexo y gemidos gobernaba el apartamento de mala monta. Luego de un rato, hubo otro giro, a está altura era natural, incluso para el rezagado Tony. Está vez su amigo Dom era quien iba a por él mientras las chicas ya se estaban revolcando, tuvo la chance de ver a Alma bajarle por completos los pantalones a Rose para cuando Dom le comió la boca. No pensaba en nada, Dominic ya no era su amigo, estaba borracho y no era de la bebida. Dom siguió encima de él, le toco un poco por encima de la ropa, pero luego de un tiempo, el giro final se estableció y cada dúo quedó en su formación original. Alma tenia la cabeza hundida entera en el sexo de la visitante cuando Dominic la tomó del pelo jalandola contra la alfombra y dejándola en perpleja excitación:
- Tu eres mía - dijo rabioso Dom. Tony por su lugar imitaba a su amigo y tomó del cuello a Rose, que aún se recuperaba en gemidos que les había provocado Alma.
- Feliz cumpleaños - dijo en un pequeño gemido Rose bajandole el short y los boxers a Tony y bajando ella también, tragandoselo entero y dejando los ojos blancos a Tony.
Alma se encontraba en un trance similar pero diferente a la vez, Dominic la tenía con el culo dado vuelta y le atacaba desde atrás, con una rapidez tremebunda que acompañaba con fuertes nalgadas, aquella combinación de dolor y placer parecía ser la debilidad de Alma que cerró los ojos sintiendo aquella potencia entera, cada pulsación. Pulsaciones y pulsaciones, sintió un placer que jamás había existido, sintió dentro de si la presencia de una fuerza superior a la humanidad y a la vida misma, y sus sentidos fueron asaltados por la visión de un mundo destruido y creado por los ángeles, entidades lejanas de la compresión humana. Alma se mantuvo con los ojos cerrados, se recuperaba aún del orgasmo cuando escucho un extraño y agresivo sonido. Escuchó un sonido metálico, un colapso de metal con metal que irrumpió tremendo en el lugar, similar al sonido de un cuchillo afilandose solo que multitudinario. Al abrir los ojos descubrió el horror que acompañaba al misterioso sonido. Desde todas las paredes y rincones de la habitación, había nacido como un mineral en una mina un centenar de espadas. Dominic estaba suspendido en el aire, su cuerpo descuartizado sostenido solo por los mismos metales que habían acabado con su vida, su cuerpo desnudo separado en miembros con el detalle horroroso de que un trío de espadas le nacían desde los ojos y la boca. Alma miró a su lado, casi paralizada, y descubrió a la otra pareja, los cuerpos de Anthony y Rose estaban unidos y abiertos, los huesos y entrañas se le mostraban con 24 espadas que habían nacido desde el suelo, atravesandoles y destruyendo cada parte de su cuerpo, a diferencia de Dominic, eran casi irreconocibles, tan solo una masa contigua de carne, sangre y hueso. Alma gritó horrorizada y en descuido se movió tanto que se acercó a una de las espadas que crecían desde el techo hasta la cara de su novio. Pero cuando esto pasó la espada instantáneamente retrocedió, evitando que cortase a Alma y soltando un poco de las entrañas de Dominic al suelo. Alma saltó asustada y en ese mismo movimiento descubrió a todas las espadas retrodeciendo a las parades desde donde nacían, siempre evitando que cortasen a Alma. Miró a su alrededor ahora en el medio de la habitación, todo estaba destruido, todo estaba muerto, todo menos ella.