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Reencarnó en Daemon targaryen

Adrian_Amurrio_3593
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Synopsis

Chapter 1 - Capítulo 1:Reencarnación Daemon targaryen

Las llamas danzaban en la chimenea, proyectando sombras que se movían como fantasmas en las paredes de la habitación. El aire estaba impregnado del aroma del humo y la cera de las velas, un ambiente familiar y acogedor que envolvía a la joven madre en un estado de serenidad. Pero para él, que despertaba en un mundo nuevo, era un despertar lleno de confusión.

Daemon Targaryen, un recién nacido, abrió los ojos por primera vez, y en ese momento, no era solo un bebé; era un hombre, un adulto con recuerdos, experiencias y una vida vivida en un mundo diferente. Sus pensamientos eran claros, su mente no estaba oscurecida por la ignorancia de un infante. Recordaba el mundo que había dejado atrás, sus luchas, sus fracasos, pero también sus triunfos y el amor que había compartido. El momento era un caos, pero en ese caos, también había una claridad que lo sorprendía.

"Estoy en el cuerpo de Daemon Targaryen," pensó. "El futuro príncipe de los dragones." Las historias de su vida anterior, sus hazañas y su destino, comenzaron a afluir a su mente. Sabía lo que vendría: la lucha por el trono, el conflicto entre su familia y los Hightower, las traiciones y las alianzas. Pero también sabía que tenía el poder de cambiar su destino.

Mientras miraba a su alrededor, vio a su madre, la reina Aemma Arryn, sosteniéndolo con amor y ternura, sin saber que su hijo llevaba consigo el peso de dos vidas. La reina lo acunaba con suavidad, sus ojos brillantes llenos de esperanza para el futuro.

"Este niño traerá gloria a la casa Targaryen," susurró con voz suave.

Daemon, con la mente de un adulto pero el cuerpo de un bebé, sonrió. "Gloria," pensó, "y también sangre." Pero esta vez, quería que la sangre fuera la de sus enemigos, no la de su familia.

A medida que pasaban los días, Daemon fue tomando conciencia de su nuevo entorno. La Fortaleza Roja era un laberinto de opulencia y peligro, y él estaba decidido a navegar por sus pasillos con astucia. Conocía las historias de los dragones que volaban sobre los cielos de Westeros, y sentía una conexión profunda con ellos. No solo eran sus compañeros; eran su poder, su legado.

A medida que crecía, también crecía su ambición. La vida de Daemon Targaryen, la historia que había estudiado en su vida anterior, estaba llena de decisiones que cambiarían el curso de su familia. Desde un principio, sintió que su reencarnación no era un accidente, sino una segunda oportunidad.

"Si voy a ser un Targaryen," se decía, "seré un Targaryen como nunca se ha visto."

Mientras alcanzaba los años de la infancia, Daemon comenzó a manifestar habilidades y rasgos que sorprendieron a quienes lo rodeaban. Era inteligente más allá de su edad, y los sirvientes a menudo se encontraban hablando con él como si fuera un adulto. Sus habilidades para la estrategia eran evidentes, incluso en juegos simples que jugaba con otros niños de la corte.

La primera vez que montó un dragón, fue un momento que cambió su vida para siempre. Vhagar, el dragón de su familia, lo miró con ojos inteligentes mientras Daemon se acercaba. Era un vínculo que sabía que tendría que forjar, y al montar a la bestia, sintió el poder de los cielos fluir a través de él. Los vientos aullaban a su alrededor, y en ese instante, se sintió invencible.

Los años pasaron rápidamente, y mientras Daemon navegaba por los peligros de la corte, comenzó a construir una red de aliados y amigos leales. Sabía que el camino hacia el poder estaba lleno de traiciones y rivalidades, y estaba preparado para enfrentarlas. Su vida anterior le había enseñado que la confianza era un lujo que pocos podían permitirse.

Pronto, los susurros de descontento comenzaron a llenar los pasillos de la corte. La familia Targaryen, siempre en el ojo del huracán, enfrentaba una nueva amenaza. La reina Rhaenyra, su hermana, estaba creciendo, y Daemon sabía que su destino estaba entrelazado con el de ella. Tendría que apoyarla, protegerla y, si era necesario, llevarla al trono.

"Si la sangre de dragón ha de ser derramada," pensó Daemon mientras observaba el atardecer desde las almenas de la Fortaleza Roja, "que sea la sangre de nuestros enemigos, no la de los nuestros."

Y así, con cada día que pasaba, Daemon Targaryen comenzó a trazar un plan. Un plan que cambiaría el destino de su familia, un plan que lo llevaría a la grandeza y la gloria, o tal vez, a su ruina. Pero esta vez, tenía el poder de decidir.