Chereads / Transmigrado a The walking dead ( TWD ) / Chapter 8 - Capítulo 8: Enfrentando la realidad.

Chapter 8 - Capítulo 8: Enfrentando la realidad.

Con la guía de Rick, llegaron rápidamente a su casa. El vecindario estaba en silencio, desierto, lo que hizo que su llegada fuera más notoria de lo que Daniel hubiera querido. El Atlas, con su tamaño y potencia, no era precisamente un vehículo discreto, y no tardó en recordarle lo complicado que sería mantenerse bajo el radar.

Cuando Rick salió del vehículo, Daniel se detuvo a observarlo. -Sospecho que Rick no valora mucho su vida si sale de esa manera-.pensó para sí mismo, frenando apenas a tiempo. Si se muere, será un desperdicio de suero y suministros médicos, se dijo a sí mismo con un suspiro interno.

Rick, ya fuera del vehículo, gritó al entrar a la casa, su voz quebrada por la angustia. -¡Lori! ¡Carl!- Daniel se quedó mirando, haciendo un esfuerzo por no mostrar su irritación.

Se preguntó si Rick no se daba cuenta de lo evidente: la puerta casi abierta, el silencio mortal que los rodeaba. Este tipo es emocional hasta el punto de la imprudencia, pensó, maldiciéndose por tener que lidiar con alguien así. No va a durar mucho si sigue así.

Lo dejó recorrer la casa mientras él se dirigía a la cocina, buscando platos, vasos y cualquier utensilio útil. -Los enlatados no van a bastar por mucho tiempo-. reflexionó mientras echaba un vistazo a la despensa. Era momento de pensar en opciones más sostenibles. Tal vez debía aprender a cazar. Podría conseguir una especie de estufa rudimentaria a base de madera o carbón, pero aún le faltaba encontrar herramientas. No era el mejor cocinero, pero lo que importaba era sobrevivir. Encontró algunas ollas y cubiertos, y lo guardó todo en el vehículo.

Cuando regresó, Rick estaba en el suelo, agitado, clamando por Lori y Carl. Daniel se acercó con calma, casi cansado. -Te dije que era probable que se movieran-. comentó, su voz neutral.

Rick, aún alterado, miró a su alrededor. -Es cierto, lo mencionaste antes. ¿A dónde pudieron ir?-. preguntó, con una mezcla de desesperación y frustración.

Daniel hizo una pausa antes de responder. -Se decía que en Atlanta había un refugio, tal vez se dirigieron hacia allá-. dijo, eligiendo sus palabras con cuidado. No mencionó el bombardeo de la ciudad ni lo que realmente pensaba sobre el destino de la esposa de Rick. Eso lo guardaría para sí.

Rick lo miró, como si todavía no pudiera entender la frialdad con la que Daniel hablaba. -¿Y por qué no fuiste tú?-. cuestionó, su mirada llena de desconfianza.

Daniel respiró hondo, sabiendo que la conversación se pondría tensa. -Demasiada gente en un solo lugar nunca es buena idea-. explicó, con la calma que lo caracterizaba. -Te dije que si te muerden, estás jodido, pero creo que no me expliqué bien. La mordedura no solo te mata, te convierte en uno de ellos. Regresas como un cadáver andante, sin sentimientos, solo con el deseo de devorar carne humana.

Rick permaneció en silencio por un largo rato, procesando las palabras de Daniel. Era evidente que le costaba asimilar la crudeza de la verdad, pero no había tiempo para más explicaciones.

-Lo mejor ahora es no perder más tiempo-. dijo Daniel, su tono más firme que nunca. -Tenemos que seguir adelante.

Rick permaneció en silencio, sus ojos vagando por el suelo mientras procesaba lo que Daniel le había dicho. La idea de convertirse en uno de esos monstruos parecía aún ajena, casi imposible de aceptar. Pero la realidad se estaba imponiendo.

-¿Y si están muertos?-. murmuró Rick, más para sí mismo que para Daniel. -¿Y si… ya no hay nada que hacer?

Daniel se quedó quieto un momento antes de responder. La pregunta de Rick, aunque llena de dolor, no lo sorprendió. Sabía que tarde o temprano tendría que enfrentar ese miedo. -Es posible -. respondió con tono neutral, mirando a lo lejos. -Nadie está a salvo. Pero eso no significa que debas rendirte. Lo que sea que encuentres allá afuera, ya no es el mundo que conocías. Pero seguir adelante es lo único que tienes.

Rick lo miró, buscando algo en sus ojos, alguna señal de que Daniel compartía su dolor, de que al menos comprendía lo que estaba perdiendo. Pero Daniel no mostró ninguna expresión de simpatía. Él había aprendido, de la manera más dura posible, a cerrar ese tipo de puertas.

-Si no encontramos a tu familia, ¿qué vas a hacer?- preguntó Daniel, cambiando de tema para no quedar atrapado en las emociones de Rick. -¿Seguirás buscando o te rendirás?

Rick, aún mordiéndose el labio, negó con la cabeza. -No puedo rendirme. No puedo dejar de buscarlos. Si están vivos, voy a encontrarlos.-Su voz, aunque vacilante, reflejaba una determinación feroz. -Lo que no entiendo es cómo puedes ser tan… ¿tan frío al respecto?

Daniel se cruzó de brazos, mirando a Rick directamente. -No soy frío. Soy realista. Aquí no hay lugar para las ilusiones. Cada minuto que pierdes lamentándote es un minuto menos para encontrar lo que necesitas para sobrevivir. La gente que te importaba ya no está aquí, y ahora todo lo que puedes hacer es seguir adelante.

Rick apretó los puños, como si quisiera desafiar esas palabras, pero sabía que, en el fondo, Daniel tenía razón. "No puedo permitirme la debilidad," pensó, con una punzada en el pecho. -¿Qué propones entonces? ¿Seguir sin esperanza?

-Seguir con lo que tenemos- dijo Daniel sin dudar. -Lo que has perdido ya no te sirve. Lo que te queda, eso sí, es lo que te hará seguir vivo.

Rick miró a su alrededor, mirando la casa, el vacío, el recuerdo de lo que alguna vez fue su hogar. Era demasiado para procesar, pero sabía que no podía quedarse atrapado allí.

-Soy policía, así que tengo las llaves de la estación. Podríamos ir por algunas armas si es que aún están ahí.

-También deberías cambiarte- recordó Daniel, notando que Rick seguía en bata de hospital.

Rick asintió, y sin más palabras, fue a buscar ropa, aprovechando para cambiarse rápidamente. Cuando regresó con las llaves, se subió al vehículo con un suspiro pesado. Daniel lo siguió sin decir nada más. Había aprendido, quizás demasiado rápido, que las palabras en estos tiempos no servían de mucho.

La supervivencia no se trataba de qué tan fuerte gritaras o cuánto lloraras por lo que habías perdido. Se trataba de avanzar, siempre avanzar.

Antes de encender el motor, algo lo detuvo. O más bien, alguien.

Un niño apareció frente a ellos, saludando con una sonrisa tímida mientras un hombre adulto, aparentemente su padre, corría hacia él con evidente preocupación. Rick bajó del vehículo rápidamente, seguido por Daniel.

-¡Mira, papá! ¡Te dije que era un policía! - dijo el niño, señalando el uniforme de Rick.

-Soy Rick. ¿Y ustedes? - preguntó, mirándolos con una mezcla de curiosidad y cautela.

-Morgan, y él es Duane - respondió el hombre, mirando a Rick y Daniel con desconfianza, pero también con algo de alivio al ver una cara amiga.

Daniel observó la escena en silencio, su mente ya trabajando en posibles escenarios.