—¿No lo sabes? —Zhou Wenhui frunció el ceño, volviendo la mirada hacia Yang Fan.
Yang Fan asintió, su corazón lleno de inquietud.
—Verdaderamente no sabía.
En ese momento, su corazón era casi un enredo de pensamientos confusos.
Respecto a Madre Pequeña, sí sentía un impulso extremadamente secreto, pero era solo un impulso irracional.
El resto eran todas aprensiones, simplemente no se atrevía.
—Ya que no sabes, entonces escúchame, te ayudaré a resolverlo. Después de la cena, regresa a tu habitación y espera por mí —dijo Zhou Wenhui con una sonrisa tenue—. Ah, ¡y recuerda tomar un baño!
—Espera, Madre Pequeña, ¿puedes aceptar este tipo de cosa? —preguntó Yang Fan en shock.
Su mente estaba realmente un poco confundida ahora, no sabía qué pensar.
Un asunto tan escandaloso, y Madre Pequeña en realidad estaba de acuerdo.