—¿Por qué me estás pellizcando? ¡Eso no cuenta! —exclamó Fan Sisi enojada.
—Tú eres la que está siendo injusta, no estoy pellizcando, ¡estoy apretando! —corrigió Yang Fan—. ¡Apretando el 'frijolito', este método es correcto, verdad?
—Está bien, contaré este para ti. La próxima vez que quieras molestar, solo dilo antes, cualquier cosa que digas después no contará. Y solo por hoy, no se aplica en otras ocasiones. —Fan Sisi respiró hondo y apretó los dientes.
—¿No es esto como cerrar la puerta del granero después de que el caballo se ha escapado? —Yang Fan no pudo evitar reír.
—¡Entonces me retracto de mis palabras! De todos modos soy irracional, realmente no puedes hacer nada al respecto, ¿verdad? —Fan Sisi esbozó una sonrisa muy falsa.
—Está bien, si tú lo dices, realmente no tengo salida —Yang Fan, entre risas y lágrimas, asintió.
—La próxima vez... Parece que está a punto de oscurecer, vayamos a la calle principal.