—Yang Fan soltó una risita mientras observaba a Gao Lanlan, burlándose deliberadamente —El comentario de la Hermana Gao suena justo como el de una pareja que ha tenido una pelea, molesta porque él no compite.
—Gao Lanlan le lanzó una mirada de reojo a Yang Fan —¿Qué tengo que estar enfadada por su falta de ambición? No vayas a jugar al yin-yang conmigo, amigo.
Pero ante la sonrisa burlona de Yang Fan, de repente se sintió avergonzada.
Fingiendo despreocupación mientras jugueteaba con unos caramelos en el mostrador, Gao Lanlan dudó un momento antes de hablar con un suspiro —Acerca de él y yo, bueno, todo fue por una broma, no esperaba que la tomara en serio. Desde entonces, me ha estado trayendo comida de vez en cuando, comprando ropa, incluso me dio una pulsera de plata, y luego, así, ya sabes.
