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choetsu

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Synopsis
En un mundo donde las leyes de la vida y la muerte se consideran inquebrantables, Ars, un hombre mortal que se convierte en un dios inmortal de la destrucción, descubre que esas reglas no son más que ilusiones. Tras destruir el planeta Tierra, deja un rastro de magia y niebla que impregna la existencia misma, y elige perdonar a dos sobrevivientes, quienes se convierten en los primeros en enfrentar el nuevo mundo que ha creado. Con el tiempo, Ars regresa al mundo humano, transformado en siete copias que viajan por diferentes rincones del planeta. Cada copia lleva consigo una personalidad única, pero todas comparten un propósito común: desafiar las reglas de la vida y el destino. En su travesía, se encuentran con Lilium, una joven guerrera que casi muere en un coliseo, pero que, gracias a la intervención de una de las copias de Ars, sobrevive y se convierte en su compañera de aventuras. A lo largo de sus peripecias, Lilium y sus nuevos aliados se enfrentan a seres con poderes similares a los de Ars, mientras desvelan los secretos de la niebla que consume el mundo. En su lucha por restaurar el equilibrio, deberán aprender que las leyes que rigen la existencia no son tan fijas como pensaban, y que todo puede ser cambiado si tienen el coraje de desafiar el destino. En una historia que mezcla magia, sacrificio y poder, Choetsu: Leyes Rotas nos lleva a un mundo donde las reglas no son fijas y la humanidad puede redefinir su futuro, pero solo si están dispuestos a romper las leyes de la vida misma.
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Chapter 1 - OVA ESPECIAL – "NIEBLA DEL OLVIDO"

PRÓLOGO: EL CIELO QUEBRADO

En el cosmos, un planeta cercano a la tierra tiembla con violencia, su superficie quebrándose mientras erupciones de gas verde emergen desde sus grietas. La presión aumenta hasta que una enorme explosión lanza una nube de energía al espacio, expandiéndose como una onda que viaja a través del universo. hasta que finalmente llega a la atmósfera de la Tierra.

El gas golpea la atmosfera de la tierra, pero logra ingresar a pesar de la resistencia. A simple vista, parece solo una niebla nocturna cualquiera. Pero algo extraño esta por pasar en la superficie terrestre.

Desde el suelo, el pueblo en el que se encuentran nuestros protagonistas es bañado por una bruma verdosa que flota en el aire. La posada en la que se hospedan permanece en calma, con solo una figura en el patio, entrenando con su hacha.

ACTO 1: UNA NOCHE TRANQUILA

Lilium golpea el suelo con su arma, respirando hondo, aun sudando tras una larga sesión de práctica.

—Haa… haa… solo un poco más…

Desde la entrada de la posada, un anciano del pueblo la observa con una sonrisa cansada.

—Que jovencita tan fuerte. Será mejor irse a dormir.

Lilium se detiene y mira hacia arriba. El cielo, antes estrellado, ahora está cubierto por una extraña neblina verde. No parece amenazante, pero es lo suficientemente inusual como para hacerla fruncir el ceño.

—¿vaya esto es lo que llaman aurora boreal?

El anciano se encoge de hombros.

— Uhhh, solo es una de esas noches raras.

Lilium lo observa por un momento más, pero finalmente deja escapar un suspiro y entra a la posada.

—Supongo que sí. Será mejor irse a la cama.

—Arleeloo en la mesa ajustaba algunos tornillos y cables del equipo.

—Edward, con una botella en la mano, ya ebrio del alcohol se duerme mirando el cielo en una hamaca colgando en el corredor de la posada.

—Liorian escribiendo, en su diario mira por la ventana la luz verde que pasa a través de algunas nubes, cierra su cuaderno junto con la pluma y lo coloca dentro de su mochila y se postra sobre la cama detrás de él.

Esa sería la última noche de normalidad.

ACTO 2: EL AMANECER DEL CAOS

"Sobre la luz del alba, el sol se alza sobre la colina, pero algo es diferente."

Lilium despierta lentamente.

Parpadea un par de veces, aún medio dormida, pero su expresión ha cambiado. Sus ojos reflejan un brillo despreocupado, su sonrisa es juguetona, llena de una energía que no solía tener. Se incorpora en la cama y, en vez de alcanzar su habitual armadura ligera y ropas de combate, comienza a rebuscar entre los cajones y rincones de la habitación.

—¿Ehhhh? ¿No tengo ropa? ¡Eso no es nada lindo! —frunce el ceño, inflando las mejillas como si fuera un capricho. Luego mira su atuendo de siempre y suspira—. Tendré que hacerle unos ajustes…

Con movimientos seguros, empieza a modificar su maya, dejando al descubierto más piel de la habitual, resaltando su figura con descaro. Finalmente, satisfecha con el resultado, sonríe para sí misma y sale de la habitación, bajando por las escaleras con un aire confiado y provocador.

Mientras tanto, en el primer piso de la posada, la taberna ya está en su apogeo matutino. Liorian es irreconocible. Rodeado de mujeres, sostiene una copa en la mano y luce una sonrisa arrogante. Se inclina despreocupado contra la barra, disfrutando de la atención como si hubiera nacido para ello.

—Damas, damas, hay suficiente de mí para todas~ —ríe con autosuficiencia, moviendo la copa en círculos—. Vamos, no se peleen.

En ese momento, alza la mirada y ve a Lilium bajando por las escaleras con su nuevo atuendo. Sus ojos brillan con interés y, sin perder el ritmo, le lanza una mirada seductora.

—Pero mira nada más esa belleza~. ¿Quieres unirte, preciosa? No seas tímida.

Lilium le lanza una sonrisa divertida y le guiña un ojo.

—Tal vez luego~. Primero tengo que ir de compras~.

No muy lejos de allí, Arleeloo camina por la plaza del pueblo… vestida como una monja. Su rostro es sereno y puro, irradiando un aura sagrada. Con voz fuerte, declara:

—¡Hermanos y hermanas, el mal acecha! ¡Debemos purificar nuestras almas!

La multitud que normalmente la ignoraría se arrodilla ante ella, siguiéndola con devoción absoluta.

—¡Sí, gran santa!

Lilium sale de la pasada se dirige a una tienda y ve a Arleeloo en la plaza rodeada de muchas personas, pero vaya escandalo se tienen ahí da media vuelta y se marcha.

Por otro lado, Edward se encuentra en un callejón rodeado de matones, pero en lugar de su actitud calculadora y escurridiza, ahora viste una armadura pesada y empuña su ballesta con fervor.

—¡La justicia es inquebrantable! ¡Nadie me derrotará! Les hare pagar. Por sus actos.

Toda la ciudad parece haber perdido el juicio.

ACTO 3: ARS SE DA CUENTA DE LA ANOMALIA

El pueblo sigue sumido en el caos. Ars camina lentamente por las calles desiertas, observando con mirada fría el desconcierto a su alrededor. Aunque su expresión es impasible, sus ojos reflejan una ligera incomodidad. Algo no está bien. La atmósfera se siente densa, como si el aire mismo estuviera cargado de confusión.

De repente, una figura aparece frente a él. Lilium. Salta sobre él con una risa juguetona, aferrándose a su brazo con fuerza. Su nueva vestimenta, ligera y ajustada, resalta en contraste con su comportamiento travieso.

—¡Oh, hola, guapo~! ¿Qué tal si vamos por una copa? —dice, con una sonrisa descarada.

Ars la observa en silencio, su mirada se endurece ligeramente. La aparta suavemente, pero con firmeza, tratando de mantener la calma.

—Lilium... —su voz suena más seria, casi incómoda—. ¿Qué pasa contigo?

Lilium, con su sonrisa aún más amplia, inclina la cabeza como si no entendiera nada.

—¿Ehhhh? No sé de qué hablas, pero si quieres, podemos hablarlo mejor en otro sitio~ —responde, guiñándole el ojo.

Ars frunce el ceño, ahora convencido de que algo extraño está sucediendo. El comportamiento de Lilium no es solo extraño, es... completamente opuesto a su naturaleza.

Un breve instante de silencio, y sin dar más explicaciones, Ars desaparece de la escena, dejando tras de sí una nube de polvo, como si su instinto le dijera que no puede quedarse ni un segundo más.

Corre hacia la plaza, donde se encuentra con Arleeloo, aún rodeada por su secta improvisada. Apenas la ve, ella levanta una mano y lo señala con furia santa.

—¡El demonio ha llegado! ¡Aniquilemos el mal!

—¡¡¡POR LA SANTA ARLEELOO!!! —grita la multitud, blandiendo antorchas y palas.

Ars mira la escena sin cambiar de expresión… y simplemente se marcha otra vez. Decide no tomar cartas en el asunto y esperar que el efecto de la niebla pierda efecto.

Pasa una semana todos actuando de manera extraña, al final del día el sol se pone sobre el horizonte, lo que en un instante vino por la noche se fue.

ACTO 4: EL DESPERTAR DE LA VERGÜENZA

El sol comienza a elevarse completamente por encima del horizonte. Con su luz, la niebla verde que cubría el pueblo se disipa lentamente.

La confusión es inmediata.

Lilium, despertando con un sobresalto, mira con horror la ropa que lleva puesta. Se pone roja como un tomate mientras se toca la cabeza, tratando de recordar lo que sucedió.

—¡¿QUÉ DEMONIOS ESTABA USANDO?! —exclama, sin poder creer lo que ve. La vergüenza la invade mientras sus pensamientos vuelven a aquellos momentos en los que hablaba con Ars de una manera tan... extraña. De repente, pone cara de shock, y humo parece salir de su cabeza mientras se toma la frente.

Arleeloo, ahora completamente de vuelta a su personalidad habitual, se estira con calma y sonríe, como si no hubiera pasado nada.

—Bueno... ha sido divertido, ¿no? —dice, comenzando a reír a carcajadas, mientras se desprende sin pudor de sus ropas tan conservadoras. La escena es absurda, pero cómica, y su risa llena el aire.

Liorian, aún medio inconsciente y con una resaca brutal, yace tirado en una mesa en la taberna. Varias mujeres siguen a su alrededor, pero él apenas se da cuenta.

—Dioses… mi cabeza… —susurra, tocándose la sien. Luego, con una mueca de dolor, se lleva una mano al pecho—. ¿Mi cuerpo no responde…? ¿Pero qué ha sido todo este caos?

Edward, que todavía viste su armadura pesada, se mira a sí mismo con horror mientras nota su cuerpo cubierto por esa vestimenta inusual.

—¡¿POR QUÉ ESTOY VESTIDO ASÍ?! —grita, mientras deja caer a un par de malhechores que había sujetado. Se lleva las manos a la cabeza y empieza a caminar con paso rápido hacia la posada, avergonzado—. ¿¡Qué demonios hice!?

Desde un callejón, uno de los matones que peleaba con él aún lo sigue, decidido a vengarse. Pero Edward ni lo nota, y, en un reflejo de puro instinto, empieza a correr a toda velocidad, con los ojos abiertos como platos.

Finalmente, Ars, que había estado observando toda la escena desde lejos, no puede evitar soltar un leve suspiro, como si todo lo vivido fuera solo un mal sueño.

Con tranquilidad, se incorpora desde su lugar en la posada. Al ver a todos los demás aún intentando procesar la magnitud de la vergüenza colectiva, su rostro permanece imperturbable.

—Bueno… una semana interesante —murmura con tono neutro. Da media vuelta, como si nada hubiera pasado, y se aleja tranquilamente.

Mientras tanto, el resto de su equipo intenta procesar lo que sucedió, y una densa nube de vergüenza se cierne sobre ellos. No es solo el recuerdo de los momentos bochornosos, sino la incertidumbre de saber si podrán enfrentarse de nuevo a todo eso.

FIN