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Chapter 2 - CAPÍTULO 1 : Me permiten tener un harem (R18)

Espero a mi esposa, Milyanne, vestida con un delantal que sólo cubre la parte delantera de mi cuerpo.Mis manos temblaban de anticipación mientras imaginaba lo que estaba por suceder.He mandado a Winwin a recibirla, sólo deseaba que me use como una herramienta de un solo uso para aliviar su lujuria y estrés en la cama.Ella es la general de las tropas del norte, quienes protegen la barrera para mantener a raya los animales salvajes que la cruzan.Debe pasar por mucho estrés, a veces se ausenta durante semanas. Siempre llega por la noche a casa, me levanta y me carga hacia la cama.No puedo esperar más; este gordo culo de elfa desea ser golpeado de todas las maneras posibles.Está por llegar ¿En qué posición me pongo? ¿De espaldas, de rodillas o acostada? Ay, no lo sé.¿Abro mi boca y me pongo a la altura de su pene, lista para chupárselo?¿Me arrodillo, preparada para sacudir mis senos en su enorme miembro?—Bienvenida a casa cariño, debes estar muy cansada. ¿Quieres algo de comer o quizás una ducha? o tal vez~~~ quieras~~~.Levanto mis tetas, adoptando una pose provocativa—Kya~ —un pequeño grito de excitada se me escapa al sentir cómo me toma con su cola y me acerca a su cuerpo.El olor de sus músculos comienza a calentarme.Me sonrojé al sentir cómo mi cuerpo respondía instantáneamente, mojándome entre las piernas.Con su cola enrollada en mi cintura me levanta y me pone en su hombro, llevándome a la habitación, donde me deja suavemente sobre la cama.—Cariño, no te contengas —le susurré, mirándola con complicidad mientras me mordía el labio inferior.—Reyna, voy a usarte hasta hartarme —respondió Milyanne mientras se quitaba la armadura con movimientos precisos y rápidos, cada pieza de metal cayendo al suelo con un sonido metálico que resonaba en la habitación.El brillo metálico de su armadura reflejaba la luz de las velas mágicas.Comenzó a lamer cada rincón de mi cuerpo, sus labios recorriendo mi piel con hambre. No se ha bañado, y puedo sentir ese olor tan fuerte y excitante. —Mily~ —gemí, sintiendo cómo sus labios recorrían mi cuello, mis hombros y luego descendían hacia mis tetas.Todas las características futanari de su cuerpo me enloquecen: sus cuernos afilados, su cola cubierta de un pelaje marrón claro, su altura imponente de 1.86 metros.Ella domina en el sexo, me encanta ser sumisa ante su enorme y venoso pene de 30 cm, que ahora se erecta en mis manos.Me pone en cuatro para penetrarme, mientras Rinrin y Tenten, mis invocaciones vestidas de maid, nos observan.Aunque tengo el permiso de Mily para tener sexo con ellas, nunca me han dado ganas. Justo antes de penetrarme, Mily me da una fuerte palmada en el culo que provoca que unas gotas de placer caigan de mi vagina. Estoy cada vez más húmeda.—¡Reyna! ¡Vistiéndote de esa manera en mi casa! ¡Eres una maldita zorra que grita que ser follada! ¡Voy hacerte gemir como una puta!Mi vagina ya se ha adaptado a la forma de su enorme pene, que entra con facilidad.Mi trasero choca contra su entrepierna, creando un sonido lascivo que resuena por toda la casa, acompañado de mis gemidos de placer.No dejo de chorrear líquidos amorosos por mi uretra.Las manchas no se irán de las sábanas junto a la leche que sale de mis tetas cuando ella las aprieta con fuerza, el piso de madera no resistirá tanta humedad.—¡Maldita pervertida! ¡Mueves ese culo como una auténtica puta! ¡No te podrás levantar después de esto!—¡Ahh~! ¡Mily~! —gemí, sintiendo cómo mi cuerpo respondía a cada movimiento suyo.—¡Ohh, nng, jyuuu~! ¡Mily~! ¡No te deténgas! !Ahh~!Mily me levanta con sus enormes brazos, poniéndome en una posición que requiere bastante flexibilidad, con mis piernas apuntando hacia el techo. Entonces empieza a metérmelo por mi ano. Esa fuerza y velocidad me vuelven loca.Hemos roto tres camas antes, y por eso tuvimos que cambiarla por una hecha completamente de algodón.—¡Mily~! ¡Voy a... Ahhh...! ¡Correrme~! —grité, sintiendo cómo el orgasmo se apoderaba de mí.—¡No te detengas! ¡Ahh. Ahh. Ahh. Jihh!—¡Kuh~! —Siento cómo se corre dentro de mí, su caliente semen fluye por mis entrañas.—Hah. Hah. Hah —jadeé, completamente exhausta pero satisfecha—. Eso fue increíble.—Reyna, ¿lista para la segunda ronda? Voy a usarte como mi asqueroso onahole toda la maldita noche que solo sirve para tragarse mi semenNo sé si es por la raza de los Iveridian, pero pueden correrse unas 10 o 20 veces. He ganado la lotería con Mily. Voy a potenciar mi cuerpo un poco o no podré seguirle el ritmo, si quería aguantar toda la noche.Espero poder levantarme mañana....Mi habitación quedó impregnada del olor a lujuria tras lo ocurrido ayer. El aire estaba cargado de un aroma dulce y pesado, una mezcla de sudor, piel y pasión que no podía ignorar.Me encantaría poder quedar embarazada, pero aún no estoy en mi ciclo de ovulación, que ocurre cada 21 años. Lo bueno es que tengo dos ciclos.Tenemos ocho hijas, pero casi todas nos han dejado para vivir sus vidas. La mayoría nos odia porque nunca supimos cómo criarlas. Solo dos de mis queridas hijas permanecen con nosotras, bajo el cuidado de Gingin y Dindin. Mis Hijas Hazene y Balinne han nacido hace poco.Mily no estaba en la cama. Yo esperaba darle una mamada por la mañana, pero al parecer ya se había levantado.Las sirvientas se encargan siempre de limpiar el desastre. Decidí acurrucarme y descansar un poco más entre el olor excitante de la habitación. Solo porque mis piernas aún no respondían.—Rinrin... —dije, aún adormilada.—Dime.—¿Por qué nunca me dijiste lo bien que se siente tener sexo?—¿Eh? —respondió un poco desconcertada....Ciudad de RemdillUn nuevo día comenzaba en Nuevo Continente.Fui a ver a mis dos queridas hijas que aún permanecen dentro de sus huevos de confinamiento. Mi raza, las Dalbarea, tiene la capacidad de engendrar descendencia de cualquier raza que esté presente en nuestra sangre.Les dimos la raza Lord Bahamut a Hazene y Baozenita a Balinne. Lo único que sé es que los huevos de dragones tardan años en eclosionar.Espero que no sean diez mil años.Tendré que investigar más sobre mis hijas para cuando nazcan.Después de bañarme y vestirme, preparé el almuerzo con todo tipo de platillos para Mily, quien entrena todos los días para mantenerse en la Clase 70. Si deja de entrenar, comenzará a descender.Cuanto más subes, más difícil es mantenerse en una Clase.Después del almuerzo, seguiría el postre, que obviamente seré yo.Mily está siendo estrenada por Wenwen así puedo saber en dónde está en todo momento.¿Huh? Noté que Mily no estaba entrenando, solo sentada sobre una roca, mirando hacia la nada. Se me hizo extraño que se tomara un descanso.Creo que Wenwen le hizo algo... luego le preguntaré.Milyanne y yo llevamos 43 años casadas. El mejor día de mi vida fue cuando me pidió matrimonio.Desde entonces hemos vivido en la región de Greshllenne, un lugar ideal para cumplir nuestro deseo de tener todas las hijas que podamos.Al llegar, la recibí con un abrazo, como si no la hubiera visto en mucho tiempo. Solo llego a la altura de sus pechos, me encantaba olerla después del entrenamiento, pero hoy no tenía ese olor fuerte habitual. Minmin y Winwin nos sirvieron todo lo que había preparado.—Preparé más de lo habitual. Pensé que ibas a entrenar. —comenté, mientras me sentaba junto a ella.—Lo siento. Solo estaba aprendiendo a meditar. Tengo mucho en qué pensar.—¿Sucedió algo en la barrera? —pregunté, preocupada.—No, perdón por preocuparte. Estaba pensando... Que he sido muy dura contigo...—¿Dura? ¿Qué quieres decir? está bien~ ¡Me encanta que seas así de fuerte, es muy excitante!—No. no es eso... Han pasado tantos años y solo hemos tenido ocho hijas. Podríamos haber tenido muchas más si no hubiera sido tan egoísta.—¿Egoísta? ¿De qué hablas, cariño? Tendremos muchas más hijas solo hay que esperar mi ciclo...Milyanne me miró con una expresión seria, algo inusual en ella.—Reyna...—¿huh?—Te dejaré tener tu harem.—¡¿Es en serio?! —dije emocionada. di un pequeño golpe en la mesa.—Pero... —su voz se endureció— Solo con una condición.Mi entusiasmo desapareció de inmediato.—Será solo una. —Y yo la escogeré. ¿Entendido? —dijo Mily—Eh~~~~~~~~~. —respondí decepcionada.—No me hagas arrepentirme —dijo, algo enojada.—Está bien, si tanto insistes, lo aceptaré.Mily cerró los ojos y dio un suspiro.—Suficiente. Es hora de comer.La emoción que sentía recorría todo mi cuerpo. No podía esperar para tener a mi otra esposa. Había pasado tanto tiempo que ya había olvidado lo del harem, pero Mily ya debía haber elegido a alguien con su Talento. Ojalá tenga todas las características de una futanari que me gustan.Después de cenar, Mily me abrazaba dentro de la tina. El vapor llenaba la habitación y el agua estaba caliente, pero yo aún más. Minmin lavaba el largo cabello de Mily y Rinrin su cola.Su cuerpo voluptuoso detrás de mí me envolvía.—Reyna, ¿recuerdas cuando te pedí matrimonio?—¿Hmm? ¿Cuál de las dos veces? ¿Cuándo tenías nueve años?—No importa cuál. Nunca te conté lo que pasaba por mi mente cuando quería casarme con mi maestra.—Las niñas de la catedral, cuando cumplen nueve años, reciben un Talento de la Diosa Claudinne. —La que yo recibí fue [Seda Real], la cual me muestra quién sería la mejor madre para mis hijas. Cada vez que la activaba, la bendición te marcaba a ti.—Cuando me dijiste que querías restaurar tu raza, yo solo deseaba que todas tus hijas fueran mías. —También, La Diosa Claudinne no permite más de una esposa, siento que estoy faltándole el respeto a ella y a sus leyes. —Ya me lo dijiste, no creo que le importe. ¿Quieres que le diga algo para que te dé permiso?Tenía entre mis piernas su enorme pene, y no pude evitar tocarlo. Lo quería dentro de mí. Lo acariciaba con mis muslos y ambas manos.—Tanto deseas tener dos enormes penes atravesándote a la vez, eres una zorra asquerosa —susurró Mily en mi oído mientras apretaba mis pechos con una mano.—Desearía que fueran más. Creo que tres entrarían por cada agujero de mi cuerpo —respondí, jadeante.Su pene, tan grande como mi antebrazo, se elevaba hasta mis pechos. Lo lavaba con un jabón de olor agradable, mientras la espuma se formaba entre nosotras. Mily sabía cómo lavar mis pechos y a la vez, llevarme al máximo placer.—Reyna, ¿no tienes algo de decencia? Te voy a follar todo el día si sigues comportándote como una perra. Los cuerpos de los iveridians se distinguían por sus largas y elegantes colas. Su cabello, igual de largo que sus colas, caía en cascadas fluidas, Sus ojos, afilados y penetrantes como los de un felino, intensificaban aún más su belleza salvaje.—Mañana iremos a Jibrill —dice Milyanne.—¿Jibrill? ¿A la ciudad de las cindannis? ¿Para que iremos?—Cuando lleguemos, lo sabrás...De repente, me levantó y lo metió.—Ngunn~~~~~ —gemí mientras todo su pene entraba en mí y golpeaba mi útero. Sentí cómo mis ovarios se estremecían.Cada centímetro de su gran pene llenaba mi interior.El agua de la tina se desbordaba mientras yo golpeaba mi trasero contra su entrepierna.El dolor pronto se convirtió en placer. Solo quería que me llenara de su semen, para mantenerme caliente en el gélido ambiente de Jibrill.