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¿Existe algo más importante que el dinero?

Angel_kun
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Chapter 1 - ¿Existe algo más importante que el dinero?

Capitulo 1: Dos mundos completamente distintos.

Elchampán burbujeaba en mi copa, tan efervescente como la superficialidad de la fiesta. Otro evento cargado de sonrisas falsas y conversaciones vacías. Me sentía como una muñeca de porcelana, expuesta en una vitrina, observada por depredadores con corbatas y sonrisas calculadas. De repente, lo vi. No era uno de ellos. Vestía una camisa gastada, sus pantalones tenían una rodilla descosida, y sus zapatos parecían haber visto mejores días. Pero sus ojos… eran profundos, intensos, como un cielo nocturno salpicado de estrellas. No sonreía, simplemente observaba, con una quietud que me desconcertó. Se apoyaba contra la pared, como un árbol solitario en un jardín de rosas artificiales. Me acerqué, impulsada por una curiosidad que me sorprendía a mí misma. La arrogancia, mi escudo habitual, se desvaneció un poco. "¿Qué haces aquí?", pregunté, la pregunta sonando más suave de lo que pretendía. Su respuesta, sencilla y directa, fue el primer golpe en el muro de mi autosuficiencia. "Trabajo aquí", dijo, con una sonrisa leve que iluminó su rostro de una manera inesperada. Fue entonces cuando comprendí que había algo diferente, algo que nunca antes había sentido. Un escalofrío, no de frío, sino de una anticipación desconocida, me recorrió la espalda.

El olor a perfume caro me golpeaba en la cara, un aroma tan artificial como las sonrisas de los asistentes a la fiesta. Yo, con mi camisa descosida y mis zapatos rotos, me sentía como un intruso en ese mundo de lujo. Mi trabajo como camarero era discreto, casi invisible, pero mis ojos se posaron en ella. Una princesa de cuento de hadas, con un vestido que costaría más que mi coche (si tuviera uno). Su aura de arrogancia era palpable, un escudo contra el mundo. Pero había algo en su mirada, una chispa de inquietud detrás de la máscara de superioridad. Me sorprendió cuando se acercó, su pregunta, "¿Qué haces aquí?", sonando más como una confesión que una interrogación. Respondí con mi habitual sencillez, "Trabajo aquí". La vi dudar, un instante de vulnerabilidad que me dejó sin aliento. En ese momento, vi más allá de la riqueza y la fachada. Vi a una mujer, insegura, buscando algo más que el brillo superficial de su mundo. Y en ese intercambio silencioso, comprendí que algo había cambiado. Algo más que un simple encuentro entre una rica heredera y un camarero pobre dos niños de 16 años a punto de conocer el amor por primera vez.