Chapter 6 - VI

Daiko abrió los ojos con dificultad y se incorporó en la cama, tratando de recordar cómo había llegado allí. Su cuerpo estaba un poco adolorido, pero no podía evitar sentir cierta satisfacción al pensar en su batalla contra Vegeta. Sin embargo, también se sentía desconcertado y confundido. ¿Cómo había llegado a la casa de Bulma?

Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta de la habitación. Al abrirla, se encontró con Bulma en el pasillo.

"Buenos días, Daiko", dijo ella con una sonrisa. "¿Cómo te sientes?"

"No estoy seguro", respondió Daiko, rascándose la cabeza. "No recuerdo mucho después de pelear con Vegeta. ¿Qué pasó?"

"Después de que Vegeta te venció, te trajo aquí para que pudieras descansar", explicó Bulma. "No tenia nada que hacer, así que decidí no llevarte al hospital y cuidarte yo misma".

Daiko se frotó los ojos, tratando de aclarar su mente. "Gracias, Bulma. Realmente aprecio lo que hiciste por mí".

"No hay problema", respondió ella encogiéndose de hombros. "Tienes suerte de tener amigos que se preocupan por ti".

Daiko se sintió agradecido por Bulma. Pero también sabía que tenía que entrenar para volverse más fuerte después de su derrota a manos de Vegeta.

"Bulma, necesito volver a entrenar", dijo con determinación. "No puedo dejar que Vegeta me gane otra vez".

"Lo entiendo", asintió Bulma. "Pero debes saber que alcanzar a Vegeta, siento decírtelo así, pero... es algo estúpido".

Daiko sonrió. "Lo sé, y eso es lo emocionante".

Bulma negó con la cabeza mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro. 'Así son ellos' Pensó mientras se dirigía a la cocina.

Después de hablar con Bulma, Daiko se dirigió a cierto lugar que había pospuesto. Mientras se desplazaba por el cielo, Daiko meditaba sobre su próxima tarea. Sabía que el entrenamiento en la Habitación del Tiempo sería difícil, pero estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para aumentar su poder y superar a Vegeta.

Finalmente, después de un largo vuelo, Daiko llegó al Templo Sagrado de Kami. Allí, encontró a Dende quien se acercó a el.

"¿Oh? Hace tiempo no nos vemos, Daiko"

"¿Como has estado, Dende?" Daiko respondió con una sonrisa. No era la primera vez que se encontraba con el nuevo guardián de la Tierra.

Después de saludar a Dende, Daiko comenzó a charlar con él sobre las últimas noticias en el mundo. Después de todo, siempre se la pasaba entrenando. Hablaron sobre como se preparaban los Guerreros Z, así como del Torneo que se acercaba.

Después de unos minutos de charla amistosa, Daiko se dio cuenta de que estaba perdiendo el tiempo y necesitaba concentrarse en su entrenamiento para poder superar a Vegeta.

"Dende, necesito pedirte un favor", dijo Daiko con seriedad. "Necesito entrar en la Habitación del Tiempo para entrenar y superar a Vegeta. ¿Me permitirías hacerlo?"

Dende lo miró con preocupación. "Daiko, la Habitación del Tiempo es peligrosa. ¿Estás seguro de que estás listo para enfrentar los desafíos que te esperan allí?"

Daiko asintió con determinación. "Sí, Dende. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para aumentar mi poder y vencer a Vegeta. ¿Podrías explicarme cómo funciona la Habitación del Tiempo?" Aunque ya sabia, nunca había entrado, por lo que no había forma de hacerle saber a Dende que ya sabia tal información.

"Por supuesto", dijo Dende con una sonrisa. "La Habitación del Tiempo se encuentra en el Templo Sagrado de Kami. En su interior, el tiempo fluye a una velocidad diferente a la del mundo exterior. Por cada día que pasa afuera, en la Habitación del Tiempo pasa un año completo".

Daiko fingió estar sorprendió ante esta información. "¡Un año completo por cada día afuera! Eso significa que puedo entrenar durante un período prolongado en muy poco tiempo".

"Sí, pero ten en cuenta que la Habitación del Tiempo es peligrosa", advirtió Dende de nuevo. "Puedes permanecer allí solo durante dos días en total. Después de eso, serás teletransportado automáticamente afuera, independientemente del tiempo que hayas pasado dentro. Además, los desafíos dentro de la Habitación del Tiempo son intensos, por lo que debes estar preparado para enfrentarlos".

Daiko asintió con determinación. "Entiendo los riesgos, Dende. Pero necesito aumentar mi poder rápidamente. ¿Me permitirías entrar en la Habitación del Tiempo?"

Dende lo miró con seriedad, pero finalmente asintió con la cabeza. "Muy bien, Daiko. Te permitiré entrar en la Habitación del Tiempo. Pero debes tener cuidado y estar preparado para enfrentar los desafíos que te esperan allí adentro".

"Dende, estás muy preocupado, ¿no es solo una mera habitación? ¿Cuáles pueden ser los desafíos?" Esta vez, Daiko no fingió. No recordaba que hubiera algo similar a un desafío en la Habitación del Tiempo.

Dende negó con la cabeza y dijo solemnemente. "Debes tener en cuenta que la temperatura dentro de la habitación puede ser extrema. Durante el día, puede llegar hasta los 50 grados Celsius, mientras que por la noche, puede descender hasta los -40 grados Celsius. Además, el aire es mucho más delgado que en la Tierra, lo que podría afectar tu respiración. Y la gravedad es diez veces mayor a la que estás acostumbrado".

Daiko se sorprendió genuinamente, pero asintió en comprensión, sabiendo que la Habitación del Tiempo no sería fácil de manejar. Pero estaba decidido a superar cualquier desafío que se le presentara. "Entiendo", dijo con firmeza. "Estoy listo para entrenar en la Habitación del Tiempo. Quiero ser más fuerte para poder enfrentar a Vegeta y vencerlo".

Dende sonrió, no sabia cuantas veces había escuchado a Daiko repetir lo mismo, pero aun así admira la determinación del joven Saiyan. "Muy bien, Daiko. Te permitiré entrar en la Habitación del Tiempo. Pero ten cuidado y no te excedas en tu entrenamiento. Puede ser peligroso si no estás preparado".

Daiko asintió, agradecido por la advertencia de Dende. Se preparó mentalmente para el desafío que le esperaba dentro de la Habitación del Tiempo y se encaminó hacia la entrada con decisión.

...

Vegeta caminaba por los pasillos de la enorme casa, mientras pensaba en su futuro entrenamiento. '¿Debería subir la gravedad?' Inconscientemente caminó hacia la sala de estar en donde se topó con Bulma, quien estaba revisando algunas cosas en su tablet.

"Vegeta, ¿Qué te trae por aquí?", preguntó Bulma, mirando por encima de su tablet.

"Nada, solo pensaba en mi entrenamiento", respondió Vegeta en su característico tono frío y serio mientras se sentaba al lado de su esposa.

Bulma suspiró. "Por que todos a mi alrededor son adictos al entrenamiento..." Susurró pero aun así Vegeta escuchó, lo que llevo a que arqueara una ceja.

"Si vas a decir algo, dilo en voz alta, mujer" La miró de reojo y dijo.

"Nada..." Apagó su tablet que contenía información sobre la sangre de Daiko y preguntó repentinamente. "¿Qué piensas de Daiko?"

"¿Que?"

Ignorando la confusión de su esposo, ella continúo. "Es un guerrero con mucho potencial, ¿no crees?"

"¿Por que lo dices?"

"Bueno, Dende me informó que Daiko fue a la habitación del tiempo a entrenar para superarte. Sabes como es allí adentro, así que me avisó por si pasaba algo" Dijo mientras recostaba su cabeza en el hombro de Vegeta.

Vegeta miró fijamente a Bulma por unos segundos y respondió con su habitual tono serio: "Tiene un gran poder, pero eso no es suficiente para sobrevivir en la Habitación del Tiempo. Tiene que tener la determinación y la fuerza de voluntad para superar todos los desafíos que le esperan".

Bulma asintió, sabiendo que Vegeta tenía razón. "Sí, pero creo que Daiko tiene esa determinación", dijo. "Ha mostrado una gran pasión por el entrenamiento desde que lo conocimos. No puedo evitar admirar su adicción hacia el entrenamiento".

Vegeta sonrió de forma leve, aunque con cierta ironía. "Adicción, ¿dices? Eso es algo que compartimos los Saiyans. Somos guerreros natos y siempre estamos buscando formas de superar nuestros límites. Si Daiko quiere sobrevivir en la Habitación del Tiempo, tendrá que abrazar su adicción al entrenamiento y llevarla al límite".

Bulma asintió imponente. La loca pasión que Vegeta tenía por el entrenamiento algunas veces la ponía mal. "Supongo que es una de las cosas que me atraen de los Saiyans. Son guerreros natos y nunca se rinden ante los desafíos".

Vegeta asintió con orgullo, sabiendo que la pasión y determinación de los Saiyans era algo que siempre lo había llevado a superar sus límites y convertirse en un guerrero aún más poderoso.

"Pero... es diferente con el otro" El tono de Vegeta repentinamente se volvió frio.

"¿Otro?" Bulma se puso curiosa

"Me refiero a Goten. Es un niño débil e inmaduro. No se parece en nada a Daiko", respondió con desdén.

Bulma frunció el ceño, sintiendo una punzada de disgusto ante la actitud despectiva de Vegeta hacia Goten. "Vegeta, no seas tan duro con él. Goten es un niño, y su padre es Goku. Quizás simplemente necesita más entrenamiento para alcanzar su potencial", le recordó Bulma.

Vegeta resopló, claramente no interesado en la idea. "El potencial no significa nada si no tienes la determinación y la fuerza de voluntad para lograrlo. Daiko es diferente. Tiene una determinación y un espíritu de lucha como ningún otro Saiyajin que haya conocido", dijo, sus ojos levemente brillando con silenciosa admiración por el joven Saiyajin.

Bulma sonrió, sabiendo que la dedicación de Daiko hacia su entrenamiento era encomiable. "Supongo que tienes razón. Pero Goten todavía es joven. Tiene tiempo para encontrar su camino y su fuerza", dijo con una sonrisa tranquilizadora.

Vegeta asintió, sin estar completamente convencido. "Lo dudo, sabes como es su madre" Negó la afirmación de su esposa y dijo con desdén mientras se levantaba del sillón.

"Igual Gohan, una vez fue el más fuerte entre todos nosotros y míralo ahora" Dejando esas ultimas palabras, Vegeta salió de la sala de estar para irse a tomar una siesta, ignorando el suspiro de su mujer.