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Un Vínculo Prohibido

🇵🇪diego_de_souza
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Synopsis
En un mundo donde lo sobrenatural acecha en las sombras, los hermanos Dylan y Ethan Ravenwood se enfrentan a un destino que no eligieron. Criados en un hogar marcado por la tragedia, su vida de cazadores de criaturas místicas los lleva por un camino peligroso lleno de secretos familiares, demonios y criaturas de pesadilla. Dylan, el hermano mayor, ha dedicado su vida a la caza, decidido a encontrar a su padre, Henry, quien desapareció tras investigar la muerte de su madre a manos de un demonio. Ethan, el hermano menor, abandonó la vida de cazador para perseguir sus sueños de convertirse en abogado, pero la muerte de su novia, Lucy, lo arrastra de nuevo a un mundo de oscuridad y venganza. A lo largo de su viaje, los hermanos descubrirán secretos enterrados en el pasado, mientras enfrentan demonios, hombres lobo, banshees y otras criaturas. A medida que la tensión entre ellos crece, también lo hace la fuerza de un vínculo irrompible, uno que los une en su misión: encontrar a su padre y vengar la muerte de su madre. Pero en su búsqueda, Dylan se cruza con Zoey, una misteriosa mujer que oculta su verdadera naturaleza. Mientras la atracción entre ellos se intensifica, ambos se verán atrapados en una relación peligrosa que desafiará todo lo que creían saber sobre sí mismos. Ethan, por su parte, se enamorará de Sophie, una humana ajena a este mundo sobrenatural, quien se convertirá en un apoyo clave en su lucha. Enfrentando criaturas más poderosas de lo que jamás imaginaron, los Ravenwood tendrán que decidir hasta dónde llegarán por su familia y si el amor, en medio de la oscuridad, puede ser la clave para salvarlos de la destrucción.
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Chapter 1 - Piloto

Ethan se encontraba en medio de una multitud ruidosa, rodeado de amigos que reían y brindaban sin cesar. El club estaba lleno de luces intermitentes, mezcladas con el latido fuerte de la música pop que parecía sacudir las paredes. Su mejor amigo, Marcos, no dejaba de bromear y levantaba su vaso hacia él. 

-- ¡Vamos, Ethan! ¡Lo lograste, hermano! -- dijo Marcos, su voz un poco ahogada por la música, pero Emily en su entusiasmo. -- ¡El nuevo abogado del grupo! ¡Este es tu momento! -- 

Ethan sonrió, el brillo en sus ojos era inconfundible, aunque algo en su interior no dejaba de sentirse distante. La universidad. El camino que había elegido parecía tan sólido, tan alejado de las sombras de su pasado, pero también lo dejaba vacío. La caza, la búsqueda incansable de respuestas sobre lo que había sucedido con su madre… todo eso parecía ser un mundo ajeno a su nueva vida. Pero esa noche, en la compañía de sus amigos, sentía que la vida le sonreía. 

-- Esto es solo el principio, amigo. -- Valeria, su mejor amiga, lo miraba con una sonrisa sincera. Era la chispa en su vida, la que siempre lo mantenía centrado. -- Vas a ser un gran abogado, lo sé. -- 

Ethan asintió, mirando a Valeria. Sus ojos brillaban, pero la presión de lo que había dejado atrás estaba allí, invisible pero palpable. -- Lo espero. -- Y en su voz había algo más, un suspiro que no podía explicar del todo. Algo que lo inquietaba. 

El alcohol fluía y las horas pasaban rápidamente. Entre carcajadas y risas, Ethan sentía cómo su mundo se desmoronaba un poco más cada vez que miraba a los demás disfrutar sin preocuparse por lo que se escondía en la oscuridad. Pero él seguía sonriendo, porque esa era la forma en que se sentía obligado a hacerlo. Había elegido este camino, el que parecía normal, el que lo alejaba de la caza y la caza lo alejaba de todo lo que lo había formado. 

Cuando la fiesta comenzó a disminuir, un impulso interno lo sacó de su ensimismamiento. Miró a su alrededor, buscando algo más que esa música ensordecedora. -- Es tarde, ¿no? -- murmuró, con voz un tanto cansada. Marcos y Valeria le dedicaron una mirada llena de sorpresa. 

-- ¿Ya te vas? – le preguntó Valeria, no con reproche, sino con una sonrisa que mostraba comprensión. 

-- Creo que sí. -- Ethan asintió y se dirigió hacia la puerta, agradeciendo por un momento el aire fresco de la noche que lo despejaba de los pensamientos que no quería procesar en ese instante.

-- Nos vemos luego. -- 

Salió del club y caminó hacia su coche. La ciudad estaba tranquila, las luces de la calle parpadeaban suavemente, reflejando el cansancio de un día largo. Al llegar a su apartamento, vio la luz encendida en su ventana. Lucy, su novia, lo esperaba. El simple hecho de verla allí, esperándolo, le dio una paz que no podía describir. Era su refugio, su escape de todo lo que lo atormentaba. 

Cuando entró, Lucy estaba sentada en el sofá, con una sonrisa suave que iluminaba todo a su alrededor. La calidez de su presencia era un bálsamo para su alma agotada. -- ¿Cómo estuvo la fiesta? -- le preguntó, con un tono que denotaba una calma que solo ella podía ofrecerle. 

Ethan dejó escapar una sonrisa cansada, quitándose la chaqueta. -- Bien. Solo… un poco cansado. -- Se acercó a ella, y cuando sus ojos se encontraron, todo lo demás desapareció. Lucy era su paz. Ella lo miró, con esa mirada que sabía ver más allá de lo que él mostraba. Sin decir nada, se levantó y lo abrazó. La calidez de su cuerpo era todo lo que necesitaba. 

En silencio, se quedaron allí, sin prisas, sin presiones. El mundo exterior podía esperar, porque dentro de esas paredes, Ethan encontraba lo que más necesitaba, el amor de Lucy, el calor de su cercanía. Se separaron lentamente, pero no por mucho tiempo, pues en cuanto sus labios se encontraron, el tiempo pareció detenerse. No había nada más en el mundo para Ethan en ese momento, solo ellos. 

El resto de la noche transcurrió en una quietud perfecta. La sensación de tenerla cerca le dio fuerzas para olvidar, aunque fuera por unas horas, el peso de todo lo demás. 

Momentos más tarde…

Ethan despertó abruptamente, el sonido de objetos cayéndose en la cocina lo sacó de su sueño profundo. Miró a su alrededor, confundido por la oscuridad, y vio a Lucy todavía dormida a su lado. El reloj marcaba las tres de la madrugada. Un leve golpeteo, casi imperceptible, provenía del pasillo. 

Con cautela, se levantó de la cama y caminó hacia la puerta. Cada paso parecía resonar en la quietud de la noche. Al llegar al pasillo, la puerta de la cocina estaba entreabierta. El sonido provenía de allí. Con el corazón acelerado, se acercó lentamente. 

Al abrir la puerta, se congeló al ver a una figura en la penumbra. El rostro de Dylan, su hermano, lo miraba fijamente desde la cocina mientras sostenía una cerveza recién abierta en su mano. Su presencia allí era un golpe de realidad, uno que no esperaba. Dylan, su hermano mayor, al que no veía desde hacía cuatro años. El tiempo, la distancia, la frialdad de su partida, todo eso parecía ahora irrelevante en ese momento. 

-- Dylan… -- murmuró Ethan, sin creer lo que veía. Su voz tembló, como si no pudiera procesar lo que ocurría. -- ¿Qué haces aquí? Después de todo este tiempo… ¿por qué ahora? -- 

Dylan no respondió de inmediato. Su mirada era oscura, sus ojos llenos de un cansancio que parecía ser más profundo que el tiempo que había pasado desde su última conversación. -- Necesito tu ayuda. -- Su voz era grave, seria, con un tono de urgencia que no pasaba desapercibido. -- Papá salió hace semanas a investigar algo… algo relacionado con la muerte de mamá. Dijo que iba a descubrir qué la mató, pero nunca regresó. No ha dado señales de vida. -- 

Ethan sintió cómo la angustia se apoderaba de su pecho, cómo todo lo que había intentado olvidar regresaba con fuerza. La muerte de su madre, la oscuridad que rodeaba ese día, el vacío que se quedó en su vida… todo eso lo estaba atacando de nuevo. -- No puedo hacerlo, Dylan. Además, ya sabes cómo es papá, siempre regresará, quizás solo se ha olvidado de llamarte. -- La negativa salió casi de manera automática, como una forma de protegerse a sí mismo. -- Estoy a punto de entrar a la universidad y el lunes tengo una entrevista de trabajo, estoy a un paso de tener mi vida, de cero, sin mi padre, sin ti y sin la cacería. No puedo volver a esto. -- 

Dylan dio un paso adelante, acercándose a él con una desesperación palpable. -- Ethan, por favor. Solo esta vez. -- Sus ojos estaban llenos de un dolor que lo hizo vacilar. -- Necesito saber qué le pasó a papá. No puedo hacerlo solo, ¡te necesito hermano! -- 

Ethan cerró los ojos, luchando contra la respuesta que sabía que tarde o temprano daría. Su mente luchaba entre el deber hacia su familia y el deseo de seguir adelante, de dejar todo atrás. Finalmente, suspiró, y en su corazón sintió que la decisión estaba tomada. 

-- Solo esta vez, Dylan. -- Su voz fue casi un susurro, lleno de la tristeza que sentía por la vida que había dejado atrás. -- Pero solo esta vez. – Cómo si hubieran mencionado aparece Lucy con una mirada cansada -- Ethan que sucede, ¿quién es él? – pregunta con curiosidad en sus ojos -- Lucy él es Dylan mi hermano mayor, Dylan ella es Lucy mi enamorada. -- Ethan toma de la mano a Lucy y la lleva a un lugar apartado -- bebé tengo que ayudar a Dylan es algo importante, prometo contarte todo cuando regrese el domingo. -- Se podría sentir la desconfianza de Lucy quien recién se enteraba de la existencia de Dylan, sin poder comprender la realidad de lo que estaba sucediendo ambos de despiden para que los hermanos puedan tomar su camino en la carretera y dirigirse hacia su destino. 

Dylan sacó de su maletera un diario, de cuero con un color marrón y unas arrugas que demostraban la antigüedad del libro, rasguños cómo si hubieran formado parte de varias peleas -- Este es el diario de nuestro padre, estuve siguiendo unas pistas que me llevaron a la conclusión de que quizás él esté en Winchester investigando un caso de vampiros, ese será nuestro primer paso -- Ethan sin decir nada solo asiente.

Se hizo de día y la carretera los llevó a una pequeña ciudad, Winchester, donde el aire estaba denso, pesado por una sensación de muerte que flotaba en el ambiente. No había nada que indicara que algo estuviera mal, pero ambos sabían que no todo era lo que parecía. Muertos de hambre ambos decidieron entrar a un pequeño restaurante de comida rápida. Dylan ordena un plato de salchichas ahumadas con huevos revueltos y una porción de cerdo frito con una taza de café mientras que Ethan solo ordena una taza de café. -- Dylan, no perdamos el tiempo, quiero encontrar a mi padre de una vez para poder regresar donde Lucy -- todavía descontento por haber aceptado acompañar a Dylan. -- Mira Ethan, yo sé que tuviste tus desacuerdos con papá, y fue duro el hecho de que nos abandonaras hace cuatro años, pero tú sabes que ninguno de los dos debería estar lejos del otro, yo te necesito tanto como tú me necesitas a mí, somos hermanos te guste o no. --

Al finalizar el desayuno Dylan y Ethan caminaron por las calles desiertas, siguiendo las huellas de su padre. La información era vaga, pero suficiente para saber que algo oscuro rondaba por ahí. Se hospedaron en un motel para poder dormir un poco y salir en la noche en búsqueda de información.

Horas más tarde…

-- Ethan despierta, es hora -- con unas palmadas en su hombro Dylan le enseña el reloj de la mesa a Ethan, se muestran las 20 horas. Ambos se levantan y se arreglan para salir en búsqueda de su padre. Dylan lo lleva a un club nocturno, un bar, la poca experiencia de Dylan y las enseñanzas de su padre lo llevaron a la conclusión de que en los bares son los mejores lugares para recopilar información, un humano con alcohol en la sangre siempre hablará de más fue un sabio consejo de su padre algunos años atrás.

-- ¡Ethan!, trata de conversar con la gente, trata de averiguar algo inusual, desapariciones, muertes repentinas, ya conoces el protocolo – dejándolo solo mientras que se acerca a la barra para pedir una cerveza. 

Con una sonrisa que enamora se acerca a la chica de la barra y le pide una cerveza de manera coqueta, mientras ella sirve la cerveza en el vaso Dylan saca una imagen de su padre – ¿has visto a esta persona?, lo llevo buscando, es mi padre – en su voz gruesa se nota la necesidad serenidad de Dylan – no, no lo he visto – con una leve visualización a la foto y por la forma en cómo se aleja rápido de Dylan, él nota que ella está ocultando algo.

Al otro lado del bar una chica Zoey, se sienta en la mesa donde estaba Ethan leyendo unos periódicos – es un placer conocerte en persona Ethan, tú no sabes quién soy, pero yo sé todo sobre ti – con una confusión inmensa en los ojos de Ethan sin saber que decir o hacer le pregunta

-- ¿Quién eres? --

-- Soy Zoey, tu padre hace muchos años me salvó de una manada de hombres lobo, me tenían secuestrada –

Dylan al ver la situación se acerca a la mesa, Zoey al ver a Dylan lo reconoce al instante

-- Dylan, eres más guapo que en las fotografías -- soltando una carcajada coqueta.

-- ¿Quién eres? – pregunta Dylan con confusión en sus ojos

-- Para ambos, soy Zoey, como le decía a Ethan, Henry me salvó de una manada de hombres lobos que me tenían secuestrada hace dos años, hace unos días él me llamó diciendo que necesitaba mi ayuda para un caso y me envío estas coordenadas, pero nunca apareció –

-- Estás mintiendo, por qué te llamaría a ti y no a mi – respondió Dylan molesto – él siempre me llamaba si necesitaba ayuda, por qué cambiar eso ahora – respondió con molestia en sus ojos sintiéndose traicionado por su padre

-- Hay cosas que no sabes Dylan, y es mejor mantenerlas en secreto, imagino que están buscando a su padre, se dónde puede estar, desde que llegue estuve investigando y encontré una granja llena de vampiros, unos 5 o 6 que están secuestrando jóvenes para convertirlos, quizás él esté allí –

Con desconfianza ambos aceptan ir con ella al lugar, el hecho de que ella sepa tanto de los dos significa que puede saber dónde está Henry y cualquiera que los pueda llevar a donde él es un comienzo.

Al llegar a la granja desde lejos se veían, vampiros. Al principio, todo parecía estar en calma, hasta que los primeros ataques comenzaron. De las sombras, figuras pálidas y con ojos muertos surgieron de la oscuridad, atacando con una rapidez sorprendente. La batalla fue feroz. Dylan, con su poca experiencia, pero mayor a la de Ethan, luchaba con la voluntad de un cazador joven con ganas de encontrar a su padre, mientras Ethan intentaba comprender lo que sucedía. Pero la rabia lo impulsaba, la rabia por la muerte de su madre y el deseo de venganza. 

Con cada golpe, con cada caída, Ethan sentía que algo dentro de él se transformaba. No era solo un combate físico. Era un enfrentamiento con su pasado, con su destino, con todo lo que había querido dejar atrás. 

Cuando todo terminó, ambos quedaron de pie, respirando con dificultad. La granja vacía llena de cadáveres volvió a ser una sola granja llena de heno; sin embargo, algo había cambiado esa noche, en Ethan, algo en su interior se había despertado. 

A los minutos aparece Zoey quien había buscado en el sótano, pero solo quedaban cadáveres pálidos de jóvenes, al parecer los vampiros habían vaciado sus cuerpos para poder alimentarse.

-- Lo siento chicos, pero Henry no está aquí, ya revisé la granja de inicio a final, no hay rastro de él –

Es momento de la despedida así que Dylan y Ethan se suben al carro dejando atrás a Zoey, sabían que acababan de conocer a una futura aliada; sin embargo, no podían confiar en ella al cien por ciento.

Luego de horas en la carretera por fin regresaron al apartamento de Ethan, con la promesa de que esa noche no sería la última. Al llegar Dylan rompe el silencio pidiéndole a Ethan que esta no sea la una despedida más.

-- Ethan, sé que no es la vida que quieres, pero te necesito hermano, eres él único que puede ayudarme a encontrar a nuestro padre, eres el único en el que puedo confiar –

-- Dylan, ya tomé mi decisión, esto era solo una vez y ya, mi vida está aquí con Lucy, la universidad, el lunes tengo una entrevista de trabajo, lo mejor es que tomes tu camino. Yo se que respetas a Henry y lo admiro, pero yo no, él fue quién me obligo a abandonarlos, él me cerró las puertas así que no me interesa saber nada de la cacería ni de esta vida – con firmeza en sus palabras cierra la puerta del copiloto y se aleja hacia su apartamento.

Mientras Ethan se enfrentaba a la decisión que había tomado un grito desgarrador llamó su atención, de inmediato sabía de qué se trataba. Lucy. Ethan corrió hacia su apartamento, pero lo que encontró fue más de lo que podía soportar. Lucy, en el techo de su habitación herida, ensangrentada, con una llama de fuego rodeándola. El dolor y el miedo se apoderaron de él. No había tiempo para nada. La imagen de su novia, de su vida destrozada, lo paralizó. 

Dylan quien todavía no se había ido llegó corriendo al escuchar los gritos, y la escena que encontró fue peor de lo que imaginaba. No había salvación. Todo se quemó frente a sus ojos. Con un Ethan paralizado a Dylan no le quedó más que sacar a empujones a su hermano quien no quería dejar sola a Lucy. Momentos después los bomberos llegaron, tarde como siempre. 

Para cuando todo terminó, Dylan se acercó a Ethan, que miraba en silencio el lugar donde su vida había sido destrozada.

-- Quien pudo haber hecho esto Dylan – le pregunta Ethan con lágrimas en los ojos

-- Ethan, hay algo que debo decirte,

-- Cuando tú tenías 4 años, nuestra madre falleció, ¿recuerdas?, yo recuerdo esa noche y la revivo en mi cabeza día y noche. Esa noche escuché el grito de mi padre llamándome desde tu habitación, cuando llegue encontré a mi madre en el techo de la misma forma en la que estaba Lucy, mi padre te entregó en mis brazos y me ordenó que salga de la casa y eso hice –

-- ¿Por qué nunca me contaste esto Dylan? –

-- Soy tu hermano mayor Ethan, mi deber es protegerte, cuidarte, no quería que vivieras con esa imagen, quería que sea diferente para ti. Te lo cuento ahora porque es la misma forma de la que falleció Lucy, creo que es claro que lo mismo que mató a nuestra madre hoy le hizo lo mismo a Lucy,

-- Se que renunciaste a esto, pero… – sin poder terminar de decir su idea Ethan lo interrumpe – ¡No!, intenté abandonar esta vida, pero el pasado me persigue y ahora es personal, ya no se trata solo de encontrar a Henry, ni dé qué cosa asesinó a nuestra madre, quiero venganza, por Lucy. Es hora de acabar con esto -- 

-- Vamos a encontrar a papá, Dylan. Y vamos a vengar a Lucy y a mamá. -- 

Juntos, se subieron al coche. Y la oscuridad los envolvió de nuevo.