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Chapter 7 - El joven del báculo

La joven rubia gimio de tristeza por un momento, pero de repente la joven se dio cuenta que la luz radiante ya no estaba.

Un poco atolondrada por esto, se dio cuenta que había tenido un sueño muy profundo e íntimo.

Con una expresión de desconcierto y con lágrimas aun en los ojos, ella se quedó atónita tratando de buscar la extraña e intensa luz que había ocurrido.

Pero todo se veía normal.

—¡Ay! ¡Qué fue todo eso!... Ahora…, ahora estoy recordando algo. Esa voz.

La joven se dio cuenta que el sol y sus rayos caían en un atardecer hermoso, pintando el bosque de unas tonalidades cálidas, rojizas y amarillentas.

La joven todavía sentía la reflexión que había tenido.

—¡Pero qué me pasa! Siento un deseo de regresar a ese sitio… ¿¡por qué!?

De repente la chica de ojos turquesa se quedó mirando los rayos del sol del atardecer que incidían en unas hojas y ramas de varios árboles.

—¡Cielos! ¡Tengo que buscar un sitio donde dormir!...¡oh!... 

De repente la joven rubia se quedó imovil, unas sombras rápidamente se deslizaron entre unos árboles y arbustos.

Las orejas de zorro de la chica se levantaron en punta, pues detectaron sonidos de varias pisadas.

—Mmm.. mejor creo que me voy de aquí.. si si.

Dijo ella bajando de la piedra y al pisar el suelo, se dio cuenta que había agua a su alrededor.

—¿Eh?...¡Y esto!

De repente la joven al quedarse asombrada, un aullido se cernío.

—¡¡Oh!!

Ella abrió sus ojos muy asustada, y se quedó petrificada de miedo.

—¡¡Ahhh!! ¡¡ay… cielos!!

Exclamó la joven rubia, mientras veía que una jauría de lobos se acercaban, saliendo de sus escondites.

Y eran varios y salían de distintos sitios rodeandola.

—¡¡Mmm!! ¡Esperen! ¡¡Amigos!! —dijo ella muy aterrada y nerviosa, viendo que aquellos cánidos, mostraban sus fauces y jadeaban mirandola directamente a los ojos.

La chica de orejas de zorro, muy nerviosa se quedó viéndolos como se acercaban con sigilo.

—¡Hola! Yo…, ya me voy. No se molesten por mí, yo ya me voy… —dijo ella quebrandose la voz.

Pero de nada le sirvió esto, los lobos llenos de hambre fueron directamente a morder a la chica.

—¡¡Ahhhhhh!! 

La chica de orejas de zorro dio un fuerte grito, y se subió rápidamente encima de la piedra que estaba alzada que salía de la tierra.

Los lobos trataron de saltar para morderla, pero fue inutil, muy cerca de ella los lobos saltaban y ella sentía sus fauces y también su aliento cerca de ella.

La joven gritaba de miedo como nunca lo había hecho. 

Que terror sintió la joven, viendo como aquellos animales deseaban morderle, el corazón de la chica latía rápidamente y su alma estaba petrificada.

Pero luego de un rato en el barullo de los lobos y el terror de la joven, un sonido tremendo similar a un disparó se oyó.

El bosque se estremeció por tal disparo, pues hizo volar a los pajaros, esconder a algunos mamíferos pequeños, y como no, también a los lobos.

Aquellos animales se volvieron a ver, y se dieron cuenta de una presencia humana.

De nuevo se volvió a escuchar un gran estruendo pero esta vez eran unos petardos, que cayeron explosionando en el aire reventándose en el sitio, generando un resplandor de fuego tan intenso que los ojos de la chica de las orejas de zorro brillaron por un momento por el reflejo. Aquella presencia sosteniendo una extraña arma de madera disparó de nuevo, viendo como aquel disparo caía como un destello irrumpiendo la tranquilidad de las aguas que habían en el lugar, salpicando en todo el sitio. Los lobos al ver esto y escuchar la explosión, salieron huyendo del lugar, como si fueran almas en pena.

La chica se calló de repente, al ver al frente de ella a cierta distancia, una persona vestida con una toga larga de color azul que estaba abierta, aquella toga tenia un cinturón rojo que colgaba de los lados. 

La joven de ojos turquesa se quedó asombrada viendo al joven de pelos plateados oscuros.

Con un polo blanco largo que tapaba un poco sus pantalones rojizos, se mantenía firme usando unas botas marrones.

Y no solo eso era lo que usaba, tenía en la cabeza un gorro extraño redondeado azulino, la miraba y apuntaba con el arma extraña.

La chica de orejas de zorro se quedó muy sorprendida viendo esta vez a la persona, pues está poco a poco se acercaba.

Con una escafandra larga de color amarillo que tababa su cuello, el joven de los ojos negros con el pelo plateado oscuro alborotado, se acercó a ella manteniendo firme su arma.

Con una expresión contenida de sorpresa y desconcierto se quedó cerca a la chica de cola de cervatillo.

La joven se quedó atónita viendo como se acercaba, ella al verlo, se puso muy contenta, así que bajó de la piedra para acercarse a él y muy extasiada de alegría exclamó.

—¡Ah!... ¡¡Muchas gracias!! ¡Me has salvado la vida! ¡¡Estoy muy agradecida!! ¡Estuve cerca! ¡Ya no me veía con vida! ¡gracias!

—...¡¡Atrás!! ¡No se mueva!

—¡Oh! —exclamó ella asustada.

Dijo la voz muy imperativa, pero algo nerviosa, apuntando con su arma la joven de los colmillos se detuvo en seco muy sorprendida, llenándose de desconcierto, viéndolo muy amenazante.

Los cuatro jóvenes se quedaron extasiados viendo al superintendente Nathan que se acercaba, sosteniendo con la mano levantada un folder con papeles importantes.

Su hija Meghan al verlo se quedó muy asombrada por su actuación. Sus ojos brillaron de emoción al verlo.

El rostro de Kevin cambió a una expresión de triunfo y vitoreo muy alegre, viendo cómo el agente especial del instituto de investigaciones, se quedaba atónito. Kariela le dio un codazo para que se calmara.

El señor Pande igualmente se quedó muy sorprendido viendo cómo el padre de Meghan caminaba diciendo.

—Señor fiscal, está sesión ya tiene una resolución y un dictamen final. —exclamó el señor Nathan.

—¿Quién es usted? ¿Quién le da el derecho de decisión fiscal? ¿Quién le ha autorizado entrar así? —contestó el fiscal con mucha autoridad.

—Mi señoría, aquí tengo en mi poder, los papeles de reparación fiscal a la nación a estos cuatro jóvenes, en los cuales ellos están bajo la ley del amparo de la deuda de condonamiento.

Así... Mi señoría, ellos están libres de cargos penitenciarios para su libre derecho social.

Osea en otras palabras, estos jóvenes tienen libertad.

—¡Oh! —exclamaron todos los presentes allí, la inspectora se quedó por un momento, sin dar crédito a lo que oía y veía.

—¿Cómo dice? ¿Cuales papeles?

—Aquí tiene..., Lealo.

El señor Nathan le entregó tal folder y se lo dio.

El fiscal se puso sus lentes y lo leyó.

Cuando abrió el folder, había un papel de color amarillo, donde el fiscal se quedó impresionado cuando lo leyó.

Así se estuvo durante un largo rato, mientras los presentes empezaron a murmurar entre ellos, la inspectora cruzó los brazos mirando con desaprobación todo.

El anciano que era el director del instituto de investigaciones especiales, simplemente puso una cara seria y resopló.

Meghan su hija simplemente estaba como suspendida muy asombrada de lo que podría ocurrir, mientras que Kevin hacía gestos de triunfo en silencio.

Cuando el fiscal, aún sorprendido por lo que había leído, le dijo.

—Dígame caballero, pero usted debe ser el superintendente Nathan ¿Verdad? Jefe de la policía de ciudad Azul ¿No?

—Así es su señoría.

—Hummm... —exclamó el fiscal.— Pues, estoy sorprendido. Nunca había pasado algo así, pero... Que se haga lo que está dispuesto según la orden imperial.

Este caso ha terminado. Los cuatro jóvenes, Omah, Kariela, Kevin y Meghan, están libres de toda ley penitenciaria....

—¡Ahh! —Exclamó Kariela muy asombrada mirando a Omah y a sus demás amigos que también como ella, no salían de la impresión.

Meghan se quedó sorprendida viendo a su padre y su actuar. El señor Pande como si fuera un joven también al verlos muy entusiasmados les sonrió muy alegre.

—Un momento no tan rápido.

Una voz femenina imperativa, sonó de repente, levantándose y acercándose al centro del sitio.

El señor Nathan reconoció aquella voz y aquella persona, era la inspectora Avanna, que se acercaba muy serenamente.

El oficial principal del instituto de investigaciones se quedó maravillado al ver como la inspectora, con un rostro de pocos amigos se acercó al Señor Nathan, al fiscal y a los demás.

—Inspectora Avanna —exclamó el señor Nathan, mirándola fijamente guardando la compostura.

El joven vestido de azul, detenido por un momento, se lo veía algo asustado pero parecía que se lo aguantaba y trataba de estar lo más serio posible. En sus manos tenía una extraña arma de madera que apuntaba a la joven de cola de cervatillo, pero lo más curioso es que esta arma más se parecía a un bastón.

La chica de orejas de zorro se quedó inmóvil por un momento, asustada por la actitud del joven que le apuntaba.

Ella lo miraba, y se llenó esta vez de miedo.

—¡Quédate allí! ¡No te muevas! —exclamó el joven, haciendo sonar un poco su arma, como si lo estuviera cargando. El joven de azul se quedó mirándola, de pies a cabeza, muy nervioso y temeroso.

—¿Pero, si no me estoy moviendo? —dijo ella

—¡Solo hazlo!

—Ehmm...—replicó la chica confundida— disculpa...¿Hacer que?

—¡Solo quédate allí...!, ¿Está bien? —exclamó el joven asustado viéndole sus garras, colmillos y sus orejas.

—Mmm... De acuerdo...—dijo ella mirándolo y se dio cuenta que estaba asustado— ¿Oye? Solo quería darte las gracias... Por haberme liberado de esos lobos, la verdad... Estaba muy asustada, pensaba que era mi fin... Pero... viniste y ¡Fuiste un milagro!.

—Shhh, silencio he dicho. No te muevas.

—¿Ey? Pero... ¿Porque repites las mismas palabras? Tampoco me he movido.... ¡Aya! ¡Ya te entendí! Lo hubiera pensado antes que tonta...

Dijo la joven poniendo una pose graciosa, puso una mano en la cintura y la otra en el aire. Cuando hizo esto el joven tragó saliva y se puso muy nervioso y parecía que temblaba al verla.

—Oye amigo..., ¡Me presento! No soy como tú piensas que soy. Mira, soy mansa y no muerdo. —se rió— Aunque tengas estos colmillos. No te asustes, también a veces soy muy suave y pegajosa.. ¡¿pegajosa dije?!, ¡Ay qué cosas estoy diciendo de mi!

—Silencio…¡responde a lo que te diga…! ¿Qui-quien eres?...

El joven sostuvo su arma y se quedó apuntando, la joven de cola de cervatillo se quedó extraña ante tal pregunta.

—¡Oh! Vaya... Sabes, que profunda reflexión. ¿Quién soy? Mmmm..Mmm, yo... Creo que... Una chica. —dijo ella algo confundida y riendose de nuevo, pero el joven preguntó temblando un poco apuntando con el arma de madera.

—¿¡Porque tienes esas garras, esos, esos colmillos y orejas de animal!? ¡Que! ¡Qué cosa eres!. —dijo el joven con una voz sorprendida y asustada.

—¡Oye! Yo no soy una cosa. Ya te lo dije, soy una simple chica. Y la verdad es que solo sé desde que tengo memoria, he tenido mis orejas, mis colmillos y mis garritas.

Dijo ella tocándose las manos.

—Pero..., eso es imposible… ¡Nadie nace así!. ¡Que clase de… de criatura eres! exclamó el joven atolondrado.

—¿De qué clase de criatura soy? Jajaja… ¡Pues no me ves, soy humana! ¡Una chica cualquiera!

—Eso…, no es cierto… una chica no tiene tales cosas y no eres humana, los seres humanos… no tenemos orejas de animal, colmillos ni garras… —exclamó el joven directamente.

— ¿Así? pues… Diosito, así lo quiso y así me hizo. No puedo ir contra eso, ¿porque preguntas tantas veces que no soy humana? ¿Qué cosa me hace distinto a ti? 

Preguntó ella extrañada.

EL joven de repente se quedó sorprendido.

—¿Cómo dices?. Pero… si dices que eres humana…. ¡porque tienes partes de animal!. 

—Bueno…, la verdad… no lo se. Oye…me confundo con tantas preguntas, jajaja ¿Pareciera que te preocupas mucho con eso? Bueno… ¡Oye espera! ¿Me parece? ¿¿Te has orinado de miedo?? ¿¡por qué!?.

—¡Quee! ¿eh? ¡Nada! Solo me he.., mojado por allí, seguro caminando —exclamó el joven nerviosisimo balbuceando cosas, viéndose el pantalón algo mojado. La chica rubia se reía tapándose la boca muy nerviosa también.

—¡Oye! ¡Oye! ¡Un momento! ¡Aquí yo hago las preguntas!

—Lo siento… —dijo ella viendo, como se volvía el joven colorado

—Eres una criatura extraña… Nunca había visto tal cosa.

—Yo tampoco había visto a un chico tan nervioso.

—¿Qué haces entonces? Si eres humana… ¿Qué haces sola aquí…? —exclamó el joven.

—Yo también me pregunto lo mismo… ¿Qué hace un chico solo, con una chica sola aquí? 

—¿Eh? —exclamó el joven, atontado por su pregunta.

—Yo pienso que Diosito así lo dispuso…, Te puso en mi destino. ¡Para salvarme!.

—¿Qué dices? —se preguntó atontado el joven viéndola.

—¡Claro! Pues… si no me hubieras ayudado, quizás ya no estaría… aquí contigo hablando

El joven se quedó muy sorprendido de repente..

—¡Espera! un momento…¿Tu..? Crees en un Dios. —dijo muy atontado el joven.

—¡Claro que sí!. Pues él me ama mucho...y yo también lo amo. En realidad los dos nos amamos mucho en serio.

El joven bajó de repente lentamente su bastón arma y se quedó viéndola, el joven de azul estaba sorprendido al escuchar eso.

—Oye amigo, si piensas que te voy hacer daño... No lo voy hacer, pues no es mi naturaleza hacerlo ¿Porque haría eso? ¡Me has salvado la vida!

El joven se quedó pensativo de repente, viéndola muy extasiado.

—Y es más... Por haberme salvado, estoy en deuda contigo. Ahora recuerdo que tengo en mis principios del corazón. ¡ayudarte en todo lo que tú quieras! Y son principios que la divinidad me ha dado.

Exclamó la joven muy contenta cogiéndose las manos.

El joven se quedó asombrado por todo lo que dijo la chica.

—¡Queee! ¿Cómo? ¿Qué cosa?, espera…¡No...! no… ¿es una broma verdad?

—¡Claro que no! ¿Yo no digo broma así?

El joven levantó su arma de nuevo y exclamó.

—Quédate allí… no te muevas…No des un paso más… Yo ya me retiro. ¡Hasta luego!

Dijo el joven muy asustado, y nervioso, volviéndose a otro sitio y retrocediendo con temor huyó de allí.

—¡Eh! ¡Espera! ¡Porque te vas! ¡No te vayas! —exclamó ella asombrada de la actitud del joven, dio un salto bajando de la piedra y lo siguió.

—Su señoría, soy la inspectora Avanna de nuestra nación del imperio Austrial, si he interrumpido esta sesión, es por una cosa muy importante, que usted debe saber.

—Inspectora real Avanna…, tiene toda la potestad. De acuerdo, diga lo que tenga que decir.

—El magisterio de las naciones tiene como fundamento principal, hallar a la criatura que por, negligencia de aquellas circunstancias, fue liberada de su prisión y que ahora anda suelta. El Magisterio supervisa, controla y ordena la sociedad para un grato bienestar humano, mediante la armonía y el respeto humano en el mundo. Esta criatura, mitad humana y animal con poderes sobrenaturales a la naturaleza física, es un peligro para la sociedad y la humanidad. Pues si no recuerdan, ya hace unos días atrás, la criatura fue vista saltando de edificio a edificio generando descargas eléctricas y luminosas, burlándose del orden establecido. Esa capacidad no humana es un peligro para nuestra sociedad tal como la conocemos.

Igualmente todo indica que aquel rayo de luz que toda la población de ciudad Azul vio y presenció y que detuvo algunos aparatos electrónicos, fue generada por esa criatura. ¿acaso no ven? ciudadanos del imperio Austrial, el peligro es que esa criatura esté suelta por allí. Miren los peligros que pueden ocurrir si ese ser intenta actuar en contra de nosotros. ¿usted qué piensa superintendente Nathan? deberíamos simplemente olvidarnos de eso, y hacernos la vista gorda dejando la responsabilidad social atrás. ¿Mmm?

Todos los presentes de la sesión se quedaron hablando entre ellos muy asustados. El oficial de área y otras autoridades policiales se quedaron también hablando entre ellos.

Meghan, Kariela, Kevin y Omah se quedaron de repente muy quietos, escuchando a la inspectora Avanna.

El señor Nathan se quedó de repente en silencio, pero con una actitud seria dijo.

—Inspectora Avanna, yo estoy de acuerdo que la criatura sea atrapada como sea a costa de todo. Y es más, yo personalmente he escrito en una carta poder hacia el imperio y al emperador, que no descansaré toda mi vida, para pagar este error cometido. 

Meghan y sus demás amigos se sintieron mal por un momento.

Su hija con los ojos algo humedecidos, y con el corazón contrito, dijo suavemente "papa"

—Por eso ellos son libres, para poder ejercer su vocación ....a costa de mi servicio al emperador desde este momento que él mismo ha aceptado. Pagando con dinero la multa y también pagando al imperio, ofreciéndome a mí mismo.

Meghan bajó la cabeza ya sentida por los sentimientos que le embargaba y lloró en silencio.

Los amigos de la hija del superintendente se quedaron muy sentidos por esas palabras, Kariela miró a su amiga, pero no podía consolarla, pues la veía quebrarse en pedazos, el señor Pande cerró sus ojos muy entristecido con el rostro sentido.

—¡Oh! Vaya…, no sabía eso. —exclamó la inspectora Avanna— Pues es correcto superintendente Nathan. Pero… también pienso que… a estos jóvenes, también sería ideal… Que siendo aprendices de Protector, también vayan a ayudar a la policía de investigaciones especiales en la captura de esa criatura, se les hará una dispensa especial cuando terminen sus clases, para dar una mano. Yo creo que lo que digo es justo.

El superintendente Nathan se quedó sorprendido de lo que dijo la inspectora. El oficial cerró sus ojos y con una actitud forzada, dijo.

—Estoy de acuerdo… con lo que usted dice. —dijo con una voz firme.

—¡Excelente! ¡Eso está mejor! Ya que usted es mi mano derecha señor Nathan en esto, el imperio y el magisterio de las naciones estará encantado de su irrevocable ayuda. Juntos encontraremos a la criatura y ayudaremos a la sociedad, para proteger la paz y la armonía.

La inspectora Avanna, le tendió la mano para estrecharla. El señor Nathan, con una actitud seria pero contradictoria, acercó su mano y la estrechó.

—¡Bien! ¡Que se escriba tales indicaciones de la inspectora en el libro público! ¡Entonces la sesión termina aquí! ¡Que se ejecute entonces todas las acciones posibles! ¡Caso cerrado! —exclamó el fiscal mientras el señor Nathan veía a la inspectora seriamente y ella con una actitud serena simplemente sonreía.

Meghan, no pudo aguantar más y se puso a llorar, rompiendo en llanto y en lágrimas. Su padre ahora estaba en servicio del imperio.

—Conejita no… —exclamó Kariela

—Meghan… —respondió triste esta vez Kevin al verla. Pero ella no respondía.

Omah se quedó mirándolos muy triste a sus amigos y bajó sus ojos al suelo. Todos los presentes se levantaron para irse. El jefe del instituto de investigaciones especiales se levantó muy serio, mirando a Nathan que se volvía a ver a su hija, el hombre anciano se retiró.

—Estuvo interesante esta sesión. Por lo menos se tomaron las mejores decisiones, me pregunto ¿qué pasará ahora?

Dijo aquel hombre de pelo largo que había interrumpido, con los brazos cruzados y la pierna encima de la otra, se quedó mirando dando una sonrisa extraña.

El padre de Meghan vio como la inspectora también se retiraba. El gerente y la secretaria del superintendente se quedaron viendo quietos al oficial que, se volvía a ver a los cuatro jóvenes y a su hija quien era llevada, de nuevo a la prisión preventiva.

El joven de pelo plateado se alejó por un largo trecho desde aquel punto donde estaban las ruinas, asustado por lo que había visto, corría sin parar entre malezas y arbustos, entre espesas hierbas y densos árboles.

El joven no se detuvo por un buen momento, hasta que llegó un punto en que se detuvo.

Cansado de todo lo que había hecho, tomó aire varias veces y se apoyó en un árbol, jadeando nerviosamente dijo.

—Rayos, qué fue eso. Era…, era… humana. ¿era un animal? ¿acaso este bosque está encantado?

—¡No está encanto! ¡Y claro que soy humana! Mírame bien… ¡Que soy realidad!. ¡Oye! Porque te fuistes! ¡Porque corres tanto! —dijo la chica de orejas de zorro apareciendo extrañada a su costado, pero a ella no se notaban signos de cansancio.

El joven al verla puso una cara de espanto y temblando de miedo se echó a correr de nuevo, pero esta vez, se le cayó el arma de madera.

—¡Mmmm! ¡Eh!¡Cielos! ¡Ahhhhhhhhhhh! —exclamó gritando fuertemente y huyendo el joven a lo loco, como si hubiera visto un fantasma.

—¡Otra vez! ¡Oye no corras! ¡Espera! ¡oh! —exclamó la chica de ojos turquesa viendo al joven huir enloquecido por el bosque, pero ella se dio cuenta que se le había caído su arma.

—¿Qué es esto?... Parece un bastón. —dijo ella recogiendo y mirándolo muy curiosa aquel objeto, pero luego se volvió al joven y le gritó.

—¡Oye espera! ¡Se te cayó esto!

El joven de cabellos plateado oscuro, muy nervioso corría muy aprisa entre las malezas del bosque, pero la chica de orejas de zorro muy ágilmente se puso a su costado muy tranquila corriendo y le enseñó el bastón.

—¡Oye pareces muy asustado! ¡Toma se te cayó esto!

—¡Que! ¡Ahhhhh! 

—Oye cálmate… ¡No te voy a hacer daño!

—¡Diosito ayudame!

—¡Eh! —exclamó la chica asombrada a su costado corriendo— ¡Espera, ten cuidado!

Dijo la chica viendo que unas raíces de un árbol grande sobresalian del suelo, 

—¡Diosito sálvameeee! ¡Uaaaa! —exclamó el joven pero de repente, ocurrió lo que tenía que ocurrir, el joven tropezó de un solo golpe y cayó rendido hacia un fango.

La chica se detuvo y cerró los ojos volviéndose a otro lado para no ver el choque.

—¡Ay no! ¡¿estas bien?! ¡oh! —dijo la joven acercándose al fango, pero sólo vio al joven que se levantaba pero al parecer no podía avanzar, peleándose consigo mismo en el charco de lodo, su ropa estaba embarrada de mucho fango.

—Lo siento, pero te lo dije. Estas…, estas muy manchado. Déjame ayudarte un poco.

El joven de azul, se limpiaba la ropa rápidamente con la mano, su rostro también estaba embarrado de fango. Pero se volvió por un momento, se quedó mirándola de repente.

Ella se acercó, pero el joven retrocedió un poco.

—N-no, no te acerques…

—No seas miedoso con las chicas, no te voy a morder, ni comer.

Ella puso sus manos en su cara, y el joven asustado se quedó quieto tan quieto como si fuera una planta también, viendo en silencio como ella simplemente sacaba algo de barro de su cara, y el joven se quedó atontadisimo.

—Bien… no te preocupes, más tarde se secara y se hará polvo.

—¿Ehh? —gimió el joven atontado.

La chica de orejas de zorro se agacho hacia sus pies, y haciendo un poco de fuerza, sacó su bota que estaba atorada en unas raíces.

El joven luego que la chica le ayudó a sacar su pie al ver que era libre de nuevo, el joven dio media vuelta y en silenció, pensando muchas cosas y sintiendo se estupido, corrió un poco.

—Oye… de nuevo te estas olvidando tu arma… —dijo la chica ya algo triste por su actitud.

El joven correteo un poco…, pero al escuchar esto se detuvo por un momento. EL joven de azul se quedó pensativo y ya algo reflexivo de lo que ella había hecho por él, se quedó pensando por un largo momento. 

La joven rubia simplemente se quedó viéndole la espalda, el joven de cabellos plateados oscuros estaba tan pensativo como reflexivo y luego de un rato, el joven lentamente se volvió a ella

La chica le tendió la mano con el bastón, el joven de ojos negros se volvió hacia ella mirándola, esta vez reflexivamente.

Viéndola parado allí, él se acercó a ella y viendo que la joven le tendía la mano con su bastón, el joven lo cogió.

Pero el joven de azul estaba anonadado viendola, ¡nunca había visto semejante cosa en su vida! Y se quedó observándola detenidamente.

La joven rubia algo serena se quedó curiosa al verlo así, que tanto la veía.

—¿Oye? Creo que me estás viendo mucho. Aceptalo, soy un ser humano cualquiera, una chica.

EL joven bajó un poco los ojos, y se puso nervioso ante las palabras de la joven.

—Ehmm…gracias… por, entregarme mi báculo y por ayudarme a salir de la raíz. Yo… estoy impresionado por, por… Humm. —balbuceo— Nunca había visto una chica con orejas de zorro, colmillos y garras. No, no es común ver eso. Y aún peor en un bosque solitario. Así que estoy sorprendido y… nervioso.

Dijo el joven muy asombrado viéndola.

—¡Oh! Así que eso te sorprende, ¡Haberlo dicho antes! Jajajaja. Bueno… no importa.

Dijo la chica volviendo a ver al joven. El joven se quedó nervioso al verla, en especial sus ojos felinos humanos de color turquesa que se abrian como si fuera una fiera.

—¡ohhh! ¡Cielos! —dijo el muy asombrado.

—¿Qué pasa?

—Mmm, nada, nada. Solo quería decirte, que… me disculpes por mi mal comportamiento, estaba como decirte… fuera de sí.

—¡olvídalo amigo! ¡Ya pasó!. Lo importante es que ya hemos conversado bien. Y todo salió excelente. ¡Ahora somos dos los que estamos en este bosque! ¡Ya me sentía sola aquí!. Pero lo más raro, es que antes me gustaba estar sola. Mmm ¿qué extraño no?.

El joven de azul mirándola de pies y cabeza muy asombrado de lo que había dicho dijo.

—¡Oh! Tu…, ¿tú siempre has vivido aquí sola?

—Este bosque no lo conozco. ¡Me encanta estar sola!. Puedo vivir donde haya naturaleza, pero… últimamente…hace un momento donde me librastes de los lobos, me quedé dormida allí, y al parecer tuve un sueño. Fue un sueño extraño, pero profundo. Había mucha luz y luego había una voz que me decía que tenía que irme de aquí e ir a la ciudad.

—¿¡Eh!? —exclamó el joven asombrado— ¿Tú conoces la ciudad?

—He estado antes, pero…. La última vez que estuve allí me estaban persiguiendo. ¡Y no sé por qué. Se portaron bien conmigo al comienzo, pero…, pero luego se volvieron agrestes. ¡No sé lo que pasó!

—¡ohhh! —exclamó el joven muy sorprendido y extrañado de lo que decía la joven

—¡Oye! es bueno conocernos, por lo menos pude hacer una conversación larga con alguien aquí ¡Hurra!… ¿Cómo te llamas? ¿Vives en este bosque? ¡Qué es eso que tienes como arma! —dijo ella mirándolo y dando una vuelta alrededor de él muy excitada.

—¡Eh! Bueno… yo…, Estoy yendo a la ciudad.. para unas cosas. —dijo algo nervioso viéndola, especialmente sus ojos y colmillos.

—¡A la ciudad! ¡Qué bien!. ¡Qué suerte! Oye… Me puedes ayudar para ir para allá. ¡Pues aunque sea gracioso! No sé cómo llegué desde allí hasta acá. ¡Solo desperté y ya estuve aquí!

—¡¿Cómo?! ¿Qué dices? ¿No sabes cómo llegastes de allá aquí? ¡vaya que cosa mas rara!

—Pues, ya me olvide… Oye… puedo pedirte solo un favor..

—¿Ehmm? claro, adelante… —dijo el joven en voz baja.

—¡Puedo acompañarme hacia allá! ¡No molestaré a nadie! Estaré sin hacer nada y muy callada.

—Un momento… un momento.. No tan rápido. Espera. Que me confundes. ¿Llevarte a la ciudad?

—Si por favor. Según mi sueño… Tengo que ir allá. Y no se como ir para allá.

El joven se quedó asombrado de lo que dijo y puso luego un rostro sereno.

—¿Un sueño?

—Así es amigo, un sueño…. No diré nada y estaré en silencio absoluto. No te molestare. Por favor…

—Mmm ¡oh! —exclamó el joven sorprendido por sus palabras, el joven de azul guardó su báculo, doblandolo en varias partes y guardándolo en su mochila.

—Por favor amigo…

Dijo ella poniendo una cara muy amigable y deseosa de ir allá. De repente ella se agacho haciendo una reverencia.

—¡Oye! ¡No tienes que hacer eso tampoco! Está bien… De acuerdo… Te llevaré hacia allá.

—¡¡Si!! ¡gracias! ¡Estoy emocionada! ¡gracias!

—.¡Ey! ..pero como tu dices… en silencio. —dijo el joven con serenidad.

—¡De acuerdo! de acuerdo… ¡Empezaré ahora! Shhhh…

Dijo ella saltando de emoción y se acercó sonriente y asintió al verlo.

El joven asombrado de todo esto, puso un rostro gracioso y guardando la seriedad ante lo extraño de todo esto le dijo.

—Vamos entonces, es por aquí.

Dijo el avanzado con la chica de cola de cervatillo, mientras ella caminaba saltando de emoción.

—...Oye ¿no crees que es una bonita tarde para conocernos? ¿Cuál es tu nombre para empezar?

—Shhh… —exclamo el joven de ojos negros.

—Lo siento… lo siento —dijo ella sonrojándose y bajando sus orejas.