—Vexthra estaba sola en el reino del odio y el resentimiento, leyendo su novela favorita, en la que el personaje principal acababa de ser despojado de su destino, así que todos sus amigos y seres queridos lo habían olvidado.
Estaba prácticamente echando humo por el giro repentino de los acontecimientos.
La novela era su favorita, y estaba tan dedicada a ella que este desarrollo la mandó en una espiral descendente.
Sin embargo, su amor por la novela era simplemente demasiado grande.
Dado que eligió vivir como una mortal, su curiosidad la impulsó a ver qué sucedía a continuación, y luego lo siguiente, y luego lo siguiente...
...y así, Vexthra se sumergió tanto en la novela que incluso olvidó que había estado leyendo durante 19 horas seguidas.
Sin embargo, una voz repentina entró en su mente, devolviéndola a la realidad.
—Hola, mi diosa. Espero que estés bien —dijo Kent, sonriendo a las dos damas frente a él.