Jest era un huérfano, un esclavo y un debilucho.
Jest era de esos a los que uno les tendría lástima. Su vida era lo que uno podría describir como lamentable.
Nació en una mina de esclavos. Unos minutos después de nacer, su madre fue llevada a cumplir con sus deberes. Después de todo, era una esclava minera, así que tenía que trabajar.
No importa la situación en la que te encuentres, debes trabajar cuando llega tu hora. Así que se la llevaron.
Pero ella nunca regresó.
Ese día, se suponía que iba a volver y sostener a su recién nacido en sus brazos, pero fue enterrada viva por los escombros, y su sueño de cuidarlo y algún día escalar el Muro de la Muerte con su hijo se perdió en su último sueño.
Su sueño de asegurarse de que su hijo escapara de la vida de esclavitud se perdió bajo los escombros.
Jest quedó entonces para valerse por sí mismo siendo aún un infante.