Ingrid habló sobre su origen por un rato, haciendo que Kent de repente aprendiera más sobre ella. Por supuesto, él reconoció lo que Ingrid estaba haciendo en el camino.
Ella quería experimentar ese pene estupendo, así que estaba tomando su oportunidad, lo cual, de cierta manera, era tierno y también descarado.
Aunque Kent dudaba que ella supiera mucho sobre el descaro, considerando que era literalmente una nerd, aunque no lo había reconocido.
Ella dijo mucho sobre de dónde era y cómo conoció a su maestro actual, que era prácticamente tanto su maestro como su figura materna.
Kent luego aprendió más sobre su vida dentro de la secta y cómo le encantaba estar aquí. Al final, Kent decidió hacer que su primera vez con él fuera tan memorable como fuera posible.
Además, sabía que no podía separarla de su maestro, así que aunque sabía que enfrentaría más huesos rotos y tortura física en los próximos días, decidió que se haría amigo de su maestro, la Santa de la Lanza...