*Arcada*
Alina se atragantó con el semen de Kent después de que él explotara en su garganta.
—¿Estás bien? —preguntó él, preocupado.
—Estoy bien. Supongo que necesitaré más práctica antes de poder pedir una garganta profunda —dijo Alina con una expresión avergonzada.
—No hay necesidad de avergonzarte. Te presentaré a una madre y su hija que son expertas en ese campo —Kent sonrió maliciosamente, trayendo a su mente una imagen de Elsa y Lilian.
Alina parecía querer preguntar algo cuando escuchó las palabras desvergonzadas de Kent, pero no lo hizo. Por supuesto, Kent notó su hesitación.
—Puedes preguntar —dijo él, levantándola sobre su regazo. Su pene rozaba su vientre y los labios exteriores de su vagina.
El jugo de su vagina pintaba su pene.
—¿Cuántas mujeres tienes? —preguntó ella después de unos segundos de hesitación.