—¿Cómo se tomaron la noticia? —preguntó Kent a Cynthia, quien regresó no un minuto después de las siete.
—Fruncieron el ceño, pero optaron por burlarse de mí para sentirse mejor —dijo Cynthia, sentándose en la cama junto a Kent.
Por supuesto, Kent ya sabía cómo se sintieron las dos damas—Lilian y Unity—cuando Cynthia les dijo que pasaría la noche con él.
Ellas habían exigido compensación en forma de un día entero de sexo con ambas. Naturalmente, Kent planeaba llevarlas a la Torre del Harén, donde pasaría dos días con ellas mientras que solo pasaban dos horas en el exterior.
—No te preocupes por ellas. Las recompensaré más tarde —dijo Kent antes de desvestir a Cynthia. Tomó su pezón izquierdo en su boca y comenzó a beber la leche.
—Antes de que me olvide, recibimos algo de la Casa de Subastas Hoja de Plata, y parece que fue enviado para ti —dijo Cynthia, sacando una caja de jade de su anillo del espacio.