El reloj marcaba las 10 de la noche, todo estaba oscuro. Lo único que se podía escuchar era el sonido del motor de la lancha que lo llevaba por el océano hacia la isla donde se encontraba el laboratorio NEWLIVE. Después de haber viajado por 30 minutos, finalmente había llegado a las instalaciones, tenía 4 enormes muros, de 5 metros cada uno, que conformaban un gran rectángulo. En cada esquina se encontraba una torre desde las cuales se vigilaba todo alrededor. Había una puerta de metal de 4 metros que daba acceso al interior, justo a lado de esta se encontraba un pequeño escaner, coloco su identificación como científico de NEWLIVE y la puerta, con un fuerte crujido, se abrió de par en par permitiendole el acceso al interior.
Recorrió largos pasillos iluminados por luces blancas, al final ingresó por una pequeña puerta donde pudo distinguir a uno de sus compañeros sentado en una silla del lugar, este al verlo se levantó y camino lentamente hacia él.
-Llegas tarde Erick- le dijo con un tono de burla.
-Disculpame Lían, mi madre tuvo un fuerte dolor, por lo que tuve que llevarla al hospital- contestó con un tono apenado.
Al notar su tristeza, Lían se coloco a su lado poniendo una mano en si hombro.
-Oye tranquilo, no te estoy culpando. Sé que la salud de tu madre cada día se desgasta más.
Lían levantó su brazo izquierdo para checar su reloj.
-Bueno yo me retiro por hoy. No hubo nada nuevo con el espécimen 9K41Y, así que lo dejo en tus manos.
Lían se retiro del lugar sin decir más. Erick se dirigió a una pequeña puerta que conectaba con un pequeño cuarto que tenia un gran ventanal al lado de la puerta.
En el interior de este, conectado a varias maquinas y monitores, se encontraba aquel que los científicos llamaban 9K41Y, era un chico de aproximadamente 18 años, se encontraba con la cabeza agachada y los ojos cerrados, más al escuchar pasos empezó a hablar.
-Llegas tarde, inútil. Supongo que algo pasó con tu madre- habló de forma sarcástica.
-Hola también a ti Kay- respondió Erick -Así es, de nada serviría si te mintiera, solo tendrías que leer mi mente para saber la verdad.
-Ya te dije que no me llames así, es horrible.
-Es el mejor nombre que se me ocurrió, ya que, a pesar de conocernos desde hace 5 meses, nunca me has dicho tu verdadero nombre.
-Y nunca se lo diría a un idiota como tú
Erick estaba a punto de contestar cuando de repente se escucho un suave tarareo. Entonces pequeños hilos dorados entraron al lugar y lentamente se acercaban a Kay. Poco a poco, los hilos se colocaban en eridas que tenía en su cuerpo, a causa de los experimentos que hacían con el, y estas iban desapareciendo. Después de un rato todo quedó en silencio.
-4 dias- dijo Kay con una expresión seria -Esta vez sufrió demasiado. Ella no debería estar aquí, a este paso morirá pronto. Aún así eh de admitir que su espíritu es fuerte, a soportado más tiempo que muchos otros.
-Sabes que paso esta vez- pregunto Erick con preocupación.
-Uno de tus "compañeros" intento sobrepasarse con ella. Al parecer se intento defender, pero claro en el estado en el que nos tienen a todos, no pudo hacer nada, y ese estúpido le arranco las plumas. Aún así, después de eso no se que paso, de lo poco que escuché es que ahora el sujeto está muerto. Un idiota menos en el mundo.
Erick sintió su estómago revuelto de tan solo pensar lo que pasó.
-Yo... encerio necesito hablar con ella... tal vez pueda ayudar a mi madre...- dijo mientras revisaba cada monitor y tomaba notas en un cuaderno.
Kay simplemente respiro profundo y levanto la mirada a la esquina del cuarto donde había una camara de vigilancia. El sabía que desde la sala principal de las instalaciones, monitoriaban todo lo que sucedía en cada habitación de los radiactives que se encontraban ahí.
Justo en ese momento, en la sala principal se encontraba el director Alan, uno de los mejores científicos del mundo, que observaba la cámara donde estaban Erick y Kay.
-Señor- hablo unos de los científicos que se encontraban con el -9K41Y, 5A32Z Y 1P68O presentan recuperación de sus eridas.
El directo sonrió ampliamente, pues sabía perfectamente lo que eso significaba.
-Excelente- dijo con una voz profunda -Y mi mina de oro como se encuentra.
El científico cambio de la cámara del cuarto de Kay a la de otro cuarto donde, a pesar de que la imagen se veía dañada, se lograba distinguir a una chica que, al igual que Kay, estaba conectada a máquinas y monitores. Lo único que los diferenciaba era el par de alas que ella tenía en su espalda, a causa de una mutación del meteorito, las cuales apenas y tenían una que otra pluma blanca.
-La cámara sufrió daños tras su ataque defensivo- dijo Alan al notar la imagen -Ese estúpido se excedió, lastima que al final él fue el único que murió. Quiero que arreglen esa cámara y asignen a otro científicos que continúe estudiando a 4N63L.
-Si señor.