El amanecer cubría el cielo con tonos anaranjados mientras David y Falco se encontraban en un claro del bosque, listos para el entrenamiento bajo la supervisión de Bastian. El viento soplaba suavemente, y el sonido de los pájaros acompañaba el ambiente de la mañana.
David: Bosteza Ugh… No puedo creer que me haya levantado tan temprano solo para entrenar.
Falco: Estirándose Vamos, David, ¿no querías volverte más fuerte?
Bastian: Dejen de quejarse. Si realmente quieren mejorar, deben aprender a controlar el Dekiru desde su núcleo.
Bastian los observó con una expresión seria mientras señalaba el suelo.
Bastian: Primero, deben entrar en su subconsciente y visualizar su energía. Cierren los ojos y concéntrense.
David y Falco se sentaron con las piernas cruzadas, cerraron los ojos y comenzaron a respirar profundamente. Poco a poco, la sensación del mundo exterior se desvaneció, y cada uno fue transportado a su subconsciente.
Dentro de su mente, David se encontró frente a un enorme cubo negro. La estructura parecía absorber la luz a su alrededor, y en su interior, una tenue luz brillaba débilmente.
David (pensando): ¿Este es mi subconsciente? Ese cubo negro... debe representar mi cuerpo, y la luz dentro de él es mi energía... pero se ve tan pequeña…
Por otro lado, Falco vio un cubo mucho más pequeño y compacto, pero su energía interior parecía estable.
Falco (pensando): Mi cubo es diminuto… ¿Eso significa que no tengo tanto potencial como los demás?
Ambos despertaron al mismo tiempo y se miraron, sorprendidos por lo que habían visto.
Bastian: Cruza los brazos ¿Y bien? ¿Qué vieron?
Falco: Mi cubo era pequeño, pero la energía dentro de él se sentía estable.
Bastian: Eso significa que físicamente necesitas fortalecerte. Tu cuerpo no está preparado para soportar más Dekiru.
David: Yo vi un cubo gigante, pero la luz dentro era muy débil…
Bastian: En tu caso, tienes un gran potencial, pero no sabes canalizar tu energía correctamente. Si no aprendes a controlarla, será inútil.
Bastian les explicó los entrenamientos que debían seguir:
Falco: Debía trotar 30 veces alrededor del claro y hacer 90 flexiones para fortalecer su cuerpo.
David: Necesitaba meditar durante una hora y usar su energía para hacer girar hojas en sus dedos.
El entrenamiento comenzó. Falco trotaba sin descanso, empapado en sudor, contando en voz alta cada vuelta.
Falco: Jadeando ¡Ugh! ¿Cuántas vueltas llevo?
Bastian: Sonríe Apenas cinco.
Mientras tanto, David intentaba concentrarse, con una hoja en cada dedo, tratando de hacerlas girar con su energía.
David: ¡Vamos, maldita sea! ¡Muévanse!
Falco: Riéndose ¡Parece que hablarles no ayuda, genio!
Después de varios intentos fallidos, una de las hojas comenzó a girar lentamente en su dedo.
David: Emocionado ¡Lo hice! ¡Está girando!
Bastian: Asiente No te emociones demasiado. Esto es solo el primer paso.
Al final del día, ambos cayeron exhaustos al suelo.
Falco: No puedo mover ni un músculo…
David: Respirando pesadamente Creo que me voy a desmayar…
Bastian: Sonríe con burla Felicidades, chicos. Mañana intercambiarán entrenamientos.
A la mañana siguiente, el entrenamiento continuó. Falco practicó la meditación y el control de su Dekiru, mientras que David fortaleció su cuerpo. Ambos sintieron un gran avance en su energía y habilidades.
Cuando llegó la noche, Bastian los llevó hasta la cascada que debían cruzar para pasar el examen. Alrededor de ellos, otros participantes entrenaban, pero muchos estaban en el suelo, agotados.
David: Mirando a su alrededor ¿De verdad hay tanta gente rindiéndose?
Falco: Nosotros no somos como ellos.
Bastian los miró con orgullo antes de dar su última orden.
Bastian: Ahora es el momento. Activen su Dekiru y crucen la cascada.
David y Falco cerraron los ojos y sintieron la energía fluir en sus cuerpos. Una ligera aura los rodeó mientras daban un paso adelante, decididos.
El agua de la cascada golpeaba con fuerza, pero ambos avanzaron sin dudar. Al otro lado, encontraron un paisaje completamente diferente, lleno de nuevos desafíos.
David: Sonríe Lo logramos.
Falco: Este es solo el comienzo.
Bastian los observó y asintió con satisfacción.
Bastian: Prepárense, chicos. Lo que viene ahora será aún más difícil.
Fin del Capítulo 5.