Hogwarts: Soy Severus y esta es mi historia

El último recuerdo de Alex fue el sonido de los frenos, chillando y el impacto brutal que lo lanzó al vacío. La oscuridad lo envolvió, y por un momento, pensó que todo había terminado. Pero en lugar de la nada eterna, sintió un tirón, como si su alma fuera arrastrada a través del tiempo y el espacio. Antes de la transmigración, Alex era un chico de 17 años con una vida bastante normal. Amaba los videojuegos y pasaba horas inmerso en mundos virtuales, donde podía ser un héroe, un mago o cualquier cosa que deseara. Su vida real, sin embargo, no era tan emocionante. Sus padres estaban siempre ocupados con el trabajo, y él se sentía solo la mayor parte del tiempo. La única constante en su vida era su mejor amigo, Max, con quien compartía su pasión por los videojuegos y las historias de fantasía. Una noche, después de una intensa sesión de juego, Alex decidió dar un paseo para despejar su mente. Fue entonces cuando ocurrió el accidente. El coche que lo atropelló apareció de la nada, y en un instante, su vida cambió para siempre. Cuando abrió los ojos, no estaba en el hospital ni en el más allá. Estaba en una habitación oscura y polvorienta, con paredes de piedra y una ventana pequeña que dejaba entrar un rayo de luz tenue. Se incorporó lentamente, sintiendo un dolor agudo en la cabeza. Miró sus manos y se dio cuenta de que no eran las suyas. Eran más delgadas, pálidas y llenas de cicatrices." ¿Dónde estoy?", murmuró, su voz sonando extrañamente diferente. Se levantó y se acercó al espejo que colgaba en la pared. La imagen que vio lo dejó sin aliento. No era su reflejo. Era el rostro de un joven con cabello negro y ojos oscuros, llenos de una tristeza profunda. "¿Severus Snape?", susurró, reconociendo al personaje de los libros de Harry Potter que tanto había leído. De repente, un dolor de cabeza brutal lo golpeó, y cayó de rodillas, sujetándose la cabeza con ambas manos. Los recuerdos de Severus Snape inundaron su mente: la muerte de su madre a manos de su padre, el suicidio de su padre poco después, y la soledad que había sentido desde entonces. También vio la pelea con Lily Evans, su única amiga, que había ocurrido poco antes de las vacaciones de verano. No había tenido la oportunidad de disculparse, y ahora, con Alex en su lugar, esa oportunidad parecía aún más lejana. Mientras trataba de procesar todo esto, una luz brillante llenó la habitación. Alex levantó la vista y vio a una figura etérea, un dios, que lo miraba con una sonrisa benevolente. "Bienvenido, Alex", dijo el dios con una voz profunda y resonante. "Te he dado una segunda oportunidad en este mundo, y para ayudarte en tu nueva vida, te otorgaré un sistema gamer." Alex parpadeó, sin saber si estaba soñando o si todo esto era real. "¿Un sistema gamer?", repitió, incrédulo." Así es", respondió el dios. "Tendrás acceso a una tienda donde podrás comprar objetos con galeones, y también tendrás un sistema gacha que te permitirá obtener habilidades y objetos aleatorios. Usa estos recursos sabiamente y cambia el destino de Severus Snape." La luz se desvaneció, y Alex se encontró solo de nuevo, pero esta vez, con una nueva determinación. "Debo encontrar una manera de arreglar esto", pensó, decidido a cambiar la historia de Snape y darle una oportunidad de redención. Pero primero, necesitaba entender cómo funcionaba la magia en este mundo y cómo podría usarla para protegerse y proteger a los que amaba.