Fernando VII 'el deseado' o mas bien 'el rey felon'
Su verdadero nombre es demasiado largo:Fernando María Francisco de Paula Domingo Vicente Ferrer Antonio José Joaquín Pascual Diego Juan Nepomuceno Genaro Francisco Javier Rafael Miguel Gabriel Calixto Cayetano Fausto Luis Ramón Gregorio Lorenzo Jerónimo
Y en realidad fue el peor rey de España, el que fue invadido por Francia, luego cuando los españoles se liberaron volvió al absolutismo, por ultimo provoco las guerras Carlistas.
Yo era él.
Transmigre en Fernando séptimo, en realidad solo Fernando, ya que no era rey aún.
Recuerdos inundaron mi mente,.
Recordé su pésima educación, como lo único que le interesaba era el francés, su tensa relación con su padre, amante de la caza y los relojes, sus amigos en la corte ( en realidad solo estaban con él por ser el príncipe de Asturias y por ultimo las noticias de presencia francesa en España para 'invadir Portugal'.
En la historia real, Napoleón consigue engañar al rey español, con el pretexto de que Napoleón estaba enfermo, convenciendo así al rey de que vaya a Francia, atrapándolo en Bayona haría que la corona volviera a su padre Carlos IV, quien perdió la corona tras un levantamiento.
Pero lo que no sabia Fernando es que su padre pasaría la corona al hermano de Napoleón, Jose I Bonaparte.
Lo mas patético es que el Fernando VII no consiguió un palacio sino que fue hecho rehén, el desagraciado le haría fiestas en Valençay a Napoleón y este se mofaría, tratándolo como un sirviente y llamándolo fantoche en privado.
Tenia que idear un plan, estaba en 1808, los franceses estaban entrando a España
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Mi plan era simple, largarme de aquí, tal como hicieron los Portugueses.
Había hablado con los nobles y me hablaron de un motín, estaban hablando de el motín de Aranjuez.
Lo que me dio a entender, el motín fue planeado por o apoyado por diversos agentes dentro del país y algunos extranjeros, es decir, no espontáneo.
Entonces mi nuevo yo, Fernando, Príncipe de Asturias, se convirtió entonces en Rey Fernando VII.
La noticia fue recibida con gran entusiasmo en todo el país.
Mi primera orden fue el asesinato bastante gore de Godoy, cuanto antes me libere de ese traidor mejor.
El susodicho estaba atado a dos caballos, un castigo ejemplar a los traidores.
"Piedad mi rey, destierrame y jamas me volverás a ver."
"Si mueres tampoco te volveré a ver, alguna vez has oido la frase ´roma no paga traidores' " dije para su desgracia, y antes de que pudiera suplicar lo interrumpí "tiren de los caballos"
"Espera, ¿que hice? no hice mas que servir a España"
Eso me molesto por la audacia
"Esperen" levante la mano "Manuel Godoy, por aliarte por los franceses, por perder la flota 1805, por firmar el tratado de Fonteainbleau, que hace que los soldados franceses se paseen por España donde te quedabas con el sur de Portugal solo para ti, eres completamente culpable de la invasión Francesa, por eso te estoy matando." terminando de explicar me volví hacia el soldado "continúen"
Los caballos estiraron a Godoy, que empezó a gritar de dolor y suplicar
Y así acabo Godoy, partido en dos.
Como curiosidad: Si lo hubiera hecho rehén Napoleón lo habría liberado y mas tarde exiliado en parís, donde escribiría un libro justificando sus cagadas.
Rápidamente antes de que el ejercito francés tomara el control del país, en mayo ya había abandonado la nación en manos enemigas, con la corona pasando de facto a Napoleón y, más tarde, a su hermano José Bonaparte.
Imagino que en este universo Napoleón convenció a Carlos IV de abdicar.
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Recogí muchos nobles en España, nobles de la corte, nobles con propiedades en America y nobles eclesiásticos.
No recogí nobles afrancesaros y ni goyodistas por motivos obvios.
Elegí Montevideo como lugar de restauración del imperio español, futura capital de Uruguay una ciudad portuaria y que será la el principal centro politico, social y cultural de mi gobierno en el sur de Sudamerica.
Envíe cartas a cada noble importante de Hispanoamérica, lo mas lejos que llegue, fue Nueva España (Mexico), como curiosidad en ese tiempo de Montevideo a Mexico en barco se tardaba 3 meses.
Lo que significo que la reunión se propuso en teoría para 6 meses, pero debido a retrasos de cambio para 8 meses.
Fernando VII SI 8 meses mas tarde:
Hoy me encuentro en Montevideo, el corazón palpitante de nuestro Imperio en estos tiempos difíciles. En este salón, la nobleza y los terratenientes de varias provincias han respondido a mi llamado, aunque algunos lo hacen con una mezcla de desconfianza y curiosidad, sin saber si mis intenciones son tan benevolentes como lo aseguro. Sin embargo, mi propósito es claro: forjar un futuro para América que no dependa de la turbulencia que hemos vivido en la península. He convocado a esta reunión para discutir las reformas que darán nuevo aliento a nuestras tierras, especialmente en lo que respecta a la propiedad de la tierra y el desarrollo de nuestra economía.
A mi izquierda, veo a Don Francisco de la Vega, un hombre corpulento y de barba espesa, oriundo de la región del Río de la Plata. Es un hombre de negocios, conocido por su habilidad para los intercambios comerciales, pero con la mirada de un hombre que no confía completamente en los cambios que propongo.
A su lado está Doña Juana de Mendoza y Salazar, una dama de alta alcurnia de Tucumán, cuya elegancia y porte parecen contradecir la preocupación en su rostro. La nobleza de su familia ha manejado tierras vastas por generaciones, pero sus dudas sobre las reformas son evidentes, pues teme que su patrimonio se vea amenazado por la nueva regulaciónque sugiero.
Cerca de la ventana, con gesto más reservado, se encuentra Monseñor Sebastián de Castillo, un alto miembro del clero peruano. Su rostro grave y su porte impecable no ocultan su escepticismo ante los cambios que puedan tocar los dominios eclesiásticos.
Finalmente, todos ellos están aquí porque confían en la necesidad de un cambio, pero no todos ven con buenos ojos la modificación del sistema que les ha dado poder y riquezas a lo largo de los siglos. Hoy, tengo la oportunidad de explicarles mi visión, y espero que, con el tiempo, todos se sumen a ella. La reforma agraria y el desarrollo del comercio son fundamentales, y sin su apoyo, nada será posible.
Sin mas preámbulos empece a hablar.
"Nobleza de América, he convocado esta reunión porque estamos ante un momento crucial. El imperio no puede continuar dependiendo de sistemas antiguos que han quedado obsoletos frente a los nuevos retos que enfrentamos. La Iberia ya no es el mismo lugar, y debemos actuar con decisión para garantizar que nuestras tierras en América se fortalezcan y prosperen. Para ello, es necesario un cambio profundo en la manera en que gestionamos nuestras tierras y recursos.
El primer paso es la regularización de las tierras. Propongo que establezcamos límites claros y un sistema de registropara las tierras, de manera que nadie pueda reclamar lo que no le pertenece, y así podamos evitar las disputas interminables que afectan a tantos de ustedes, y a mí mismo.
Don Francisco, su región en el Río de la Plata ha sido un centro clave para el comercio, pero entiendo que también enfrenta desafíos con la distribución de tierras. ¿Qué opina usted sobre este plan de regularización?"
Don Francisco de la Vega (Río de la Plata, con tono medido y serio):
"Majestad, aunque reconozco la necesidad de modernizar ciertos aspectos, temo que esta regularización pueda generar más problemas que soluciones. Nosotros, los comerciantes, dependemos de la flexibilidad en las transacciones. Si se empiezan a imponer reglas estrictas sobre la propiedad de la tierra y el ganado, temo que esto afecte nuestro comercio.
Además, con la presión fiscal que ya tenemos, una nueva burocracia podría retrasar nuestras actividades, ya de por sí complicadas."
"Don Francisco, entiendo su preocupación. Pero le aseguro que la estabilidad que podemos generar con una legalización de la propiedad beneficiará al comercio. Los mercados más sólidos necesitan certeza. Si su mercancía se mueve por tierras debidamente registradas y con una seguridad jurídica clara, las transacciones se volverán más rápidas y menos sujetas a disputas. Su comercio será más rentable.
No busco aumentar la carga burocrática, sino establecer un sistema que favorezca el crecimiento y orden."
Doña Juana de Mendoza y Salazar (Tucumán, con expresión preocupada):
"Majestad, mi familia ha tenido tierras en Tucumán durante generaciones, pero gran parte de ellas no está formalmente registrada. Si implementa estas reformas, temo que el Estado podría expropiar tierras que llevamos siglos cultivando, como parte de un proceso burocrático que no entendemos completamente.
¿No está arriesgando demasiado el bienestar de los terratenientes con estas medidas?"
"Doña Juana, quiero ser claro: las reformas no son para despojar a los terratenientes de sus bienes. El propósito es proteger a los legítimos propietarios como usted, estableciendo reglas claras para que las disputas sobre tierras se resuelvan de manera justa y ordenada.
Si bien es cierto que algunas tierras no están formalmente registradas, mi propuesta no es quitarle lo que le pertenece, sino darle la seguridad jurídica que, a largo plazo, le permitirá expandir sus dominios sin temores."
Monseñor Sebastián de Castillo (Perú, con una mirada analítica):
"Majestad, las tierras de la Iglesia son vastas y muchas de ellas también carecen de un registro formal. Mi principal preocupación es que esta reforma afecte nuestra capacidad para administrar nuestras propiedades con la libertad que hemos disfrutado durante siglos. ¿Cómo garantizará que las tierras de la Iglesia sigan siendo intocables?"
"Monseñor Sebastián, la Iglesia tiene un papel fundamental en el bienestar espiritual y social de nuestras tierras. Las reformas no afectarán la protección de sus propiedades. De hecho, al establecer un registro formal, la Iglesia podrá proteger mejor sus dominios de cualquier intento de usurpación. Su posición será garantizada. Lo que propongo es un sistema que favorezca a todos, sin excepción."
Pronto y a regañadientes, se acepto la reforma y se hizo una celebración.
Y pronto Napoleón invadiria toda la península Ibérica menos Cadiz.