Chereads / Doen Hanabusa / Chapter 5 - Capitulo 5; En Camino Al Peregrinaje.

Chapter 5 - Capitulo 5; En Camino Al Peregrinaje.

-

-Sumire había informado a la Asociación de Peregrinaje, Seimei no Michi, sobre su intención de emprender un viaje con su familia. El propósito era claro: recuperar el poder que la Legión Lex le había robado y, al mismo tiempo, entrenar a su familia para el exigente examen de peregrinaje. La asociación aprobó su solicitud con la condición de que enviara informes regulares sobre sus hallazgos respecto a la planta Abba.-El aeroplano aterrizó con suavidad en una región árida. Montañas rocosas se alzaban como centinelas solitarios en el paisaje, con escasa vegetación que solo lograba sobrevivir cerca de pequeños cuerpos de agua. Sumire inhaló profundamente el aire seco y cálido, dejando escapar un suspiro de satisfacción. Miró a su alrededor, familiarizándose con el entorno.-Ren descendió detrás de ella, cargando sus pertenencias con cierta incomodidad. Miró el lugar y frunció el ceño._No me convence mucho este sitio -comentó mientras inspeccionaba el terreno.- Si llueve o hay tormentas de arena, todo esto podría llevárselo el viento.-Yuri bajó un par de bultos y se dejó caer sobre ellos, suspirando con resignación. Antes de que alguien pudiera responder, Doen salió disparado del aeroplano. La velocidad de su carrera levantó una nube de polvo tras él. Sumire apenas tuvo tiempo de llamarlo antes de que el joven escalara una formación rocosa con sorprendente facilidad, utilizando solo sus piernas para impulsarse. Se quedó de pie en la cima, observando el vasto panorama._Parece que le gusta este lugar -murmuró Yuri, entrecerrando los ojos para seguir los movimientos de su hermano adoptivo._Tiene sentido. -Sumire dejó escapar una pequeña risa.- Hace meses que no ve un paisaje tan abierto._A pesar de todos nuestros esfuerzos, sigue siendo un salvaje. -Ren, que ahora organizaba sus cosas, esbozó una sonrisa.- Al menos ahora es más agradable... y lleva una túnica. Aunque preferiría que se la cerrara.-Doen permanecía inmóvil en la cima, con sus machetes cruzados a la espalda. Luego, sin previo aviso, saltó ágilmente y se perdió entre las formaciones rocosas, explorando a su ritmo. Yuri observó la lejanía antes de girarse hacia Sumire con una ceja levantada._¿Qué vamos a comer aquí? No trajimos comida suficiente. -pregunto la hermana del medio. La sonrisa de Sumire se amplió._Parte del entrenamiento es aprender a encontrar su propio alimento. -dijo la mayor con una sonrisa maternal pero ligeramente picara._¿Ni siquiera sabemos qué tipo de cosas crecen aquí? -Ren abrió los ojos con una expresión de incredulidad.- ¡No hay tiendas ni restaurantes!_Ya lo descubriremos. Además, traje arroz para estos meses. -le dijo manteniendo su sonrisa ligeramente mas picara que antes._No se puede vivir de arroz durante ocho meses...-Ren la miró con una mezcla de indignación y derrota.-Poco después, Sumire y sus hermanas se colocaron sus do-gi de práctica. La líder sugirió con entusiasmo:_Podríamos hacer lo mismo que Doen: correr por toda la zona para calentar. -les dijo sumire mientras ella mira las cosas que debe acomodar.-Sin muchas opciones, las hermanas asintieron. Pronto comenzaron a trotar por el terreno rocoso. Ren apretaba los dientes con cada paso, sintiendo el suelo duro y desigual bajo sus pies. Aunque su entrenamiento le había fortalecido las plantas, extrañaba la suavidad del césped de su hogar. Yuri, más acostumbrada, corría con una gota de sudor deslizándose por su mejilla, observando a Ren con una sonrisa comprensiva.-Después de un tiempo, ambas se detuvieron junto a una formación montañosa, jadeando levemente._Ya llevamos media hora -dijo Ren, apoyándose en sus rodillas.- Deberíamos volver. A este ritmo, no encontraremos a Doen. -en eso, la pequeña con coletas recordó algo.- Tú has despertado tu aura. Deberías poder sentirlo -le recordó Ren con un tono ligeramente acusador.-Yuri negó con la cabeza, aún recuperando el aliento._Eso requiere práctica. Sentir auras a largas distancias no es algo que se logre de la noche a la mañana. Con suerte, puedo percibir auras normales dentro de un radio de cuarenta metros... quizás menos. -aseguro la hermana del medio que con suerte tiene esa habilidad.-La mirada de ambas se dirigió al horizonte, sabiendo que su búsqueda apenas había comenzado. El aire seco y cálido del paraje montañoso llenaba los pulmones de Ren y Yuri mientras corrían bajo el ardiente sol. El terreno rocoso se extendía interminablemente, y los pocos cuerpos de agua relucían como espejismos lejanos. Ambas hermanas avanzaban a toda velocidad, sintiendo el latido de su propio esfuerzo resonar en sus oídos. Ren jadeaba, luchando por mantener el ritmo, cuando Yuri frenó de golpe, su expresión se tensó y sus ojos se abrieron de par en par._Ren... -murmuró Yuri, la voz impregnada de temor._¿Qué pasa? -preguntó Ren, todavía con la respiración agitada.-Antes de que pudiera obtener una respuesta, el suelo tembló bajo sus pies. Un gruñido profundo y ominoso retumbó en el aire, reverberando en las montañas cercanas. Ambas voltearon al unísono, sus corazones deteniéndose momentáneamente.-Allí, a escasos metros, un dinosaurio T-rex las observaba con ojos voraces. Su mandíbula colosal se abría lentamente, mostrando hileras de afilados dientes que parecían capaces de triturar cualquier cosa. Ambas hermanas huían a toda velocidad del dinosaurio que las perseguía. _¡Oh, por el amor de Dios! -gritó Ren mientras daba todo de si para huir.- ¡Si morimos voy a matar a Sumire por traernos aquí sin advertirnos que había dinosaurios!-Las dos hermanas corrían con todas sus fuerzas mientras la criatura las perseguía, cada pisada del gigantesco reptil haciendo vibrar la tierra. Ren gritaba en voz alta, enumerando las muchas razones por las que este era el peor día de su vida._¡Corre más rápido, Yuri! ¡No quiero ser el aperitivo de nadie! -gritaba aun usando todas sus fuerzas para huir. _¡Ya voy lo más rápido que puedo! -respondió Yuri, con los ojos llenos de lágrimas de miedo.-De repente, una sombra se proyectó sobre ellas. Un golpe seco resonó detrás, y una nube de polvo se levantó al aterrizar Doen, como un torbellino de energía. Se enderezó, sacudiendo la arena de su túnica abierta, y miró fijamente al dinosaurio, que frenó al verlo._¡Doen! -Yuri sintió un destello de esperanza y gritó:- ¡Sabía que tú tenías experiencia con estas cosas! ¡Haz algo!-Doen giró lentamente la cabeza hacia ella, sus ojos serenos pero curiosos._¿Experiencia con qué? ¿Qué es esa cosa gigante? -pegunto en un tono ligeramente infantil mientras señala al dinosaurio. -Ambas hermanas lo miraron, atónitas. los tres se vieron obligados a seguir corriendo mientras el dinosaurio rugía con fuerza renovada. Doen, sin embargo, parecía más intrigado que asustado._¡Deberías hacer algo para detenerlo! -sugirió Ren con una mezcla de urgencia y desesperación._Podrías haberlo dicho antes -respondió Doen con tranquilidad, encogiéndose de hombros mientras frena el paso._¡Eres un idiota! -vociferó Ren sin detener su carrera.-Doen se detuvo abruptamente, dando un giro ágil para enfrentar al depredador. El dinosaurio abrió sus enormes fauces, lanzándose hacia él. Con un salto elegante, Doen esquivó la mordida y aterrizó con gracia en una formación rocosa cercana. Usó el impulso para lanzarse de nuevo hacia la criatura. Sus machetes, que llevaba enfundados en la espalda, relucieron al ser desenvainados._Muy bien, vamos a jugar. -Doen levantó los brazos, encorvando su cuerpo y adoptando una postura intimidante. Un gruñido profundo salió de su garganta, un eco salvaje y desafiante. Ren y Yuri observaron horrorizadas._¡Ese loco va a morir! -gritó Ren.-El T-rex rugió, cargando con furia. Doen saltó hacia un costado, apenas evitando otra mordida letal. Sus pies encontraron una saliente rocosa, y sin perder el ritmo, se impulsó hacia adelante. Cruzó los machetes en forma de X y los dirigió con precisión hacia la cabeza del dinosaurio, dejando una profunda marca en su escamosa piel. El reptil retrocedió, agitando la cabeza y soltando un rugido de dolor._¡Sí, corre, grandulón! -gritó Doen con una sonrisa triunfante.-Sin embargo, el dinosaurio no había terminado. Se volvió y trató de huir, pero Doen no le permitió escapatoria. Con una maniobra rápida, saltó y clavó ambos machetes en la gruesa cola de la bestia. El T-rex dejó escapar un grito desgarrador antes de finalmente alejarse, perdiéndose entre las montañas.-Doen cayó al suelo, sujetando un trozo de cola todavía clavado en sus armas. Cuando las hermanas se acercaron, Ren lo miró con incredulidad._¿Cómo es que no te moriste de miedo? -preguntó la menor._Lo estuve. -Doen se encogió de hombros, limpiando el sudor de su frente.- Creí que iba a morir en cada segundo de esa pelea.-Las hermanas intercambiaron una mirada sorprendida. Más tarde, al regresar al campamento, encontraron a Sumire apilando leña para encender un fuego. Al verlos acercarse, sonrió y los saludó._¡Vaya! ¿Cómo les fue explorando? -pregunto sumire._¡Nos persiguió un dinosaurio! -Ren explotó.- ¡Un maldito dinosaurio gigante! -gritó, agitando los brazos en el aire._Pensé que íbamos a morir. -Yuri asintió frenéticamente._Yo también. -Doen añadió con su habitual calma.-Sumire soltó una risa tranquila, sacudiendo la cabeza._Bienvenidos al verdadero peregrinaje. Sentir que podrías morir es una experiencia normal para nosotros. Pero eso es parte del encanto. Cada paso que damos nos acerca a nuestros sueños, aunque el camino esté lleno de peligros. Si quieren hacerlos realidad, deben enfrentar sus miedos y luchar con todo su ser para conseguirlos. -explico la hermana mayor con paciencia. -Fue entonces cuando notó el trozo de cola aún clavado en uno de los machetes de Doen._¿Eso es una cola de T-rex? -preguntó con asombro.- ¿vas a cocinarla ahora?-Doen asintió y, sin decir palabra, levantó la mano hacia la leña. Una ráfaga de energía emergió de su palma, encendiendo un fuego brillante. Colocó la cola sobre las llamas, comenzando a asarla mientras el aroma de la carne llenaba el aire._Por supuesto. -Doen sonrió con una chispa salvaje en los ojos.- La cena está servida.

.

.

.

-La quietud de la noche reinaba sobre el campamento, con el susurro del viento acariciando las copas de los árboles y el cielo despejado iluminado por una luna llena resplandeciente. Solo el crujir ocasional de las hojas o el murmullo de algún animal distante rompía el silencio. Ren dormía profundamente, envuelta en su manta, cuando un estruendo sacudió el suelo bajo sus pies, seguido de un rugido gutural que erizó la piel.

_¿Qué...? -murmuró con la respiración entrecortada, parpadeando para despejar el sopor.-A su lado, Yuri también se incorporó sobresaltada, sus ojos azules aún pesados por el sueño, pero alerta._¡Algo se mueve afuera! -dijo Yuri, levantando la voz mientras alcanzaba una vara para defenderse. Sin perder tiempo, ambas salieron de sus tiendas, con los pies descalzos hundiéndose en la tierra fría. Una brisa cortante levantaba polvo, y allí, bajo la luz plateada, se encontraba Doen. El joven estaba de pie con sus machetes en mano, en una postura defensiva frente a un grupo de velociraptors que merodeaban por los bordes del campamento._¡Él los está manteniendo alejados! -exclamó Ren, maravillada.-Doen blandía sus armas con movimientos calculados, obligando a las criaturas a retroceder con cada finta. Sus ojos nunca abandonaban a los depredadores._¿No estabas durmiendo? -le preguntó Yuri, con una mezcla de asombro y gratitud.-Sin apartar la vista de los velociraptors, Doen respondió con calma:_Duermo en intervalos cortos. En un hábitat salvaje, siempre hay que estar alerta. Algunos animales son nocturnos, otros oportunistas. Estos -apuntó con la cabeza a las bestias- simplemente seguían su rutina nocturna, pero podían aplastar el campamento.-Ren cruzó los brazos y, con una expresión desafiante, le propuso:_Podrías dejar que lo hagamos por turnos. -sugirio la menor con el cabello desatado. Doen arqueó una ceja y la miró de reojo._¿Crees que podrías manejarlo? -preguntó, su tono serio, pero con un deje de curiosidad.-Ren apretó los labios, mordiéndose el orgullo por un instante antes de responder:_P-Por supuesto que sí. Estoy aquí para entrenar, para ser tan fuerte como mis hermanas. Debo ser útil. -dijo levantando un poco el puño._Yo también podría intentarlo -agregó Yuri, dando un paso al frente.- Necesito controlar mi aura. Si no puedo evitar lastimarme, nunca mejoraré.-Doen los observó en silencio unos segundos antes de encogerse de hombros y enfundar sus machetes._Bien -dijo finalmente.- Voy a dormir una hora. Que tengan suerte.-Ren y Yuri intercambiaron una mirada de determinación mientras Doen desaparecía dentro de su tienda.-El tiempo pasaba lento. Ambas permanecieron en guardia, con el silencio de la noche intensificando el peso de cada minuto. El sueño comenzó a arrastrarlas. Ren luchaba por mantenerse despierta, dándose ligeros golpes en las mejillas, mientras Yuri observaba el cielo con los ojos entrecerrados.-Fue entonces cuando lo vio. Algo grande eclipsaba la luna._Ren... ¡mira eso! -susurró con alarma, señalando con un temblor en la mano.-La silueta de un pteranodón se perfilaba contra el brillo lunar, sus alas gigantescas batiendo con fuerza mientras descendía en picada. Yuri y Ren se lanzaron a los costados justo cuando la criatura aterrizó con un golpe seco que sacudió la tierra. El dinosaurio emitió un chillido agudo antes de abalanzarse sobre Ren._¡Ren! -gritó Yuri, con los ojos desorbitados.-Ren se agachó instintivamente, levantando su antebrazo con fuerza para bloquear la mandíbula de la criatura, sintiendo el peso aplastante de su fuerza mientras sus pies hundían sobre la tierra. La adrenalina corrió por su cuerpo como un torrente, pero no bastaba para liberar su brazo atrapado.-Sin pensarlo dos veces, Yuri corrió hacia el dinosaurio y pateó su pata con toda su fuerza. El impacto hizo tambalear a la criatura, que soltó un gruñido feroz antes de volverse hacia ella. Yuri atrapó la mandíbula con ambas manos, forcejeando mientras retrocedía paso a paso.-Ren, libre pero temblorosa, reunió toda su valentía y saltó sobre la espalda del dinosaurio. Agarró con fuerza el cuerno de su cabeza y gritó cuando el pteranodón despegó, arrastrándola con él hacia el cielo._¡Yuri! -grito la menor mientras se agarraba a la criatura tratando de estrangularla, pero sus brazos no abrazaban todo su cuello._¡Aguanta! -gritó Yuri, con el corazón desbocado.-Corrió hacia una formación rocosa cercana, buscando una solución. Un plan se formó en su mente cuando vio una enorme roca descansando a un lado. Plantó los pies, extendió los brazos y se preparó para levantarla. Sin embargo, el peso la superó, haciéndole temblar los músculos._«No puedo hacerlo...» -pensó, pero una imagen de Ren en peligro llenó su mente.-El aura se encendió a su alrededor, envolviéndola en chispas de energía violenta. Con un rugido de esfuerzo, levantó la roca sobre su cabeza y la arrojó hacia el dinosaurio con una fuerza sobrehumana. El proyectil impactó en el ala derecha del pteranodón, que chilló de dolor mientras caía en picada. Antes de que pudiera estrellarse, Yuri saltó, atrapando a su hermana en el aire.-Ambas aterrizaron de pie en el suelo en un fuerte pisotón que resonó ligeramente en la tierra. Ren se apartó rápidamente cuando las chispas del aura de Yuri le causaron una leve quemadura.-El dinosaurio golpeó el suelo con un sonido sordo y letal, su cuello torcido bajo su propio peso. Yuri cayó de rodillas, jadeando, mientras desactivaba su aura y se agarraba los brazos, las quemaduras visibles en su piel._Necesito entrenar más... -dijo entre dientes.- De lo contrario, esto no servirá de nada.-Ren la abrazó con fuerza, una sonrisa aliviada curvándole los labios._Lo hiciste genial. Lo logramos. Protegimos el campamento. -dijo en un tono alegre por su victoria, aun llena de adrenalina. -Desde la entrada de su tienda, Sumire observaba en silencio, una sonrisa de orgullo iluminando su rostro antes de volver a desaparecer en la oscuridad para regresar a recostarse.

.

.

.

-Las primeras dos semanas se mantuvieron en una rutina intensa y desafiante. Sumire no se contuvo al entrenar a sus hermanas, empujándolas al límite en combates cuerpo a cuerpo. Las jornadas eran largas y agotadoras. Por la mañana, se dividían las tareas: mientras Ren y Doen ayudaban a cazar o a buscar sustento para alimentarse, Yuri se dedicaba a recolectar hierbas y raíces bajo la supervisión de Sumire. Era algo que su hermana mayor le había enseñado mucho tiempo atrás, y ahora ella preparaba tés y medicinas con una precisión casi instintiva y que disfrutaba.

-Una tarde, Ren estaba sentada con las piernas cruzadas frente a un campo abierto. El aire era fresco, y el sonido del viento rozando las hojas llenaba el ambiente. Estaba intentando meditar, tratando de liberar su energía interior para que el aura emergiera de forma natural. Frente a ella, Sumire observaba con los brazos cruzados, manteniendo una expresión serena._No debes forzar la energía a salir, Ren -dijo Sumire, con voz tranquila pero firme.- Debe fluir como un río. Si lo fuerzas, te agotarás sin resultados.-Ren frunció el ceño, frustrada._¿No puedes simplemente liberar mis nodos? -preguntó, abriendo los ojos y mirando a su hermana mayor con impaciencia. Sumire sonrió levemente y sacudió la cabeza._ Podría hacerlo, pero quizás aún no estás lista. Lo haré cuando vea un progreso real. Hasta entonces, debes trabajar en controlar tu mente y tu cuerpo.-Desde un lado, Yuri observaba el intercambio y decidió intervenir._Ren, intenta hacerlo como lo hace Sumire -sugirió.- Relájate y concéntrate en tu respiración.-Ren guardó silencio ante las palabras de su hermana al saber lo que pasa por tener una aura forzada. Sabía que Yuri tenía razón y que solo la cuidaba para que no pase el dolor que ella pasa, pero era frustrante ver cómo todos parecían avanzar mientras ella se quedaba estancada. Cerró los ojos nuevamente y trató de enfocarse en su energía interior. Mientras tanto, Sumire se volteó hacia Yuri._Has estado entrenando bien -le dijo.- pero lo más difícil está por venir. Si quieres dominar tu aura, primero necesitas soportar el dolor que causa y aprender a regular tu energía.-Yuri miró sus propias manos, cubiertas con ligeras cicatrices de entrenamientos anteriores, y suspiró._Estoy lista -dijo la hermana del medio con determinación.-Se preparó mentalmente, cerrando los ojos y concentrándose. Poco a poco, su dorada aura flameante comenzó a emanar de su cuerpo. Pero con cada instante que pasaba, rayos de energía chisporroteaban y la golpeaban, dejando marcas de quemaduras en su piel. Yuri apretó los dientes y se mantuvo firme, intentando regular la intensidad de su energía. _Muy bien, Yuri. -Sumire observó con atención.- Puedes lograrlo. Estás disminuyendo la intensidad de los rayos. Eso significa que lo estás controlando mejor.-Pero después de unos minutos, Yuri cayó de rodillas, desactivando su aura y respirando con dificultad. Se agarró los brazos con dolor, sus manos temblaban._Aún no puedo -dijo, entre jadeos.- Es demasiado para mí. Sumire se arrodilló junto a ella y le puso una mano en el hombro._Pronto lo lograrás -la reconfortó.- Este es el paso más difícil del entrenamiento. Fortalecer el cuerpo, la mente y el espíritu es sencillo comparado con soportar el dolor de tu propia energía. Pero cuando seas más fuerte, dominarás ese dolor. Será como andar en bicicleta: una vez que lo aprendas, nunca lo olvidarás.-Mientras tanto, Doen estaba sentado en un claro cercano, inmóvil como una roca mientras meditaba. Un pequeño ave se había posado en su cabeza, como si lo confundiera con una estatua. Sumire se acercó con calma, y el ave salió volando al notar su presencia._Doen, es hora de que liberes tu aura -le indicó.-Doen se levantó sin decir una palabra. Cerró los ojos y concentró su energía. De su cuerpo comenzó a emanar una dorada aura flameante que se extendía con fuerza._Tu aura es poderosa, pero consumes demasiada energía al usarla así -señaló Sumire.- Necesitas aprender a liberarla de forma gradual, sin desperdiciarla.-Doen suspiró y trató de disminuir la intensidad de su aura, haciéndola más pequeña y contenida._¡No así! -exclamó Sumire.- Si solo la haces más pequeña, lo único que estás haciendo es guardarla. Debes permitir que fluya de forma constante, como un arroyo.-Doen apretó los puños, frustrado, y trató de ajustar su energía. La concentración se reflejaba en su rostro mientras intentaba liberar su aura de manera correcta. Sin embargo, después de unos minutos, cayó de rodillas, jadeando por el esfuerzo._Ves lo que ocurre -dijo Sumire, inclinándose hacia él.- Cuando tu aura libera más energía de la que puedes manejar, te agotas demasiado rápido. Como peregrino, habrá momentos en los que necesitarás usar tu aura durante horas. Pero vas por buen camino. Estoy segura de que pronto lo lograrás.-Esa misma semana, Sumire diseñó entrenamientos específicos para cada uno. Ren se enfocó en fortalecer su resistencia, entrenando cuerpo a cuerpo con Sumire hasta el agotamiento y luego meditando para intentar liberar su energía de forma natural. Sus días eran agotadores, pero no se rendía.-Yuri, por su parte, practicaba liberar su aura bajo condiciones controladas. Sumire colocaba piedras pesadas frente a ella, obligándola a usar su aura para moverlas mientras intentaba reducir los rayos que la golpeaban. Era un ejercicio doloroso, pero también necesario.-Doen dedicó su tiempo a entrenar su mente y su espíritu. Pasaba largas horas meditando y practicando liberar su aura durante actividades cotidianas, como caminar o cazar. Su objetivo era acostumbrarse a usar su energía de manera eficiente en cualquier situación.-A medida que los días avanzaban, Sumire observaba los progresos de cada uno con una sonrisa en el rostro. Sabía que el camino era difícil, pero también estaba segura de que sus esfuerzos darían frutos. Aún quedaba mucho por hacer, pero el equipo estaba en camino de superar sus propios límites.

.

.

.

-Pasados dos meses, Sumire observó cómo los avances en el entrenamiento habían fortalecido a su grupo. Decidió probar sus progresos, comenzando con Doen.

_Doen -lo llamó mientras este cargaba un trozo de carne sobre su hombro.- deja eso por un momento y libera tu aura.-Doen asintió, dejando la carne a un lado. Cerró los puños con firmeza y comenzó a concentrarse. En un instante, su aura dorada flameante se liberó, brillando intensamente. Sin embargo, esta vez logró regularla, haciéndola vibrar de manera controlada. No era tan imponente como cuando estaba en su máxima potencia, pero el joven se sentía cómodo.-Sumire asintió, satisfecha con el progreso de Doen. Yuri, que estaba cerca sirviendo una taza de té, observó la escena con una sonrisa._Ahora es tu turno, Yuri -dijo Sumire, tomando la taza de té de las manos de su hermana.-Yuri sonrió y caminó hasta colocarse junto a Doen. Cerró los puños y, sin dudar, liberó su aura dorada flameante. Esta vez, no hubo chispas ni rayos incontrolables; su energía estaba completamente dominada._Bien hecho, Yuri -comentó Sumire, orgullosa.- Has avanzado mucho, estoy muy orgullosa de ti.-Yuri asintió con modestia, pero en sus ojos brillaba la satisfacción. Finalmente, Sumire llamó a Ren, quien observaba desde un lado mientras bebía de su taza de té._Ren, es tu turno. -le dijo sumire a su hermanita. La menor dejó su taza a un lado y se acercó, algo nerviosa._¿Crees que podré hacerlo? -preguntó, con cierta duda en la voz._Claro que sí -respondía Sumire con firmeza.- Confío en ti. Relájate y concéntrate.-Sumire colocó su mano sobre la cabeza de Ren, cerrando los ojos. De repente, la energía de Sumire fluyó hacia el cuerpo de su hermana menor. Ren sintió un calor recorriendo sus vías internas, una sensación intensa pero liberadora. En ese momento, los nodos de su cuerpo se abrieron, y su propia aura dorada flameante emergió, irradiando poder.-Ren miró a su alrededor, fascinada. Por primera vez, podía ver las auras de sus hermanos. La emoción se apoderó de ella y comenzó a dar pequeños brincos de alegría._¡Es increíble! ¡Puedo sentir su energía! Pero... -suspiró y desactivó su aura.- También siento cómo me consume...-Doen y Yuri también desactivaron sus auras, y Yuri se acercó para felicitarla._Lo hiciste muy bien, Ren. Es un gran primer paso. -le dijo a su hermana menor con una sonrisa y juntando sus manos._Es un excelente comienzo. -Sumire sonrió y cruzó los brazos.- Ahora, el siguiente paso es dominar sus auras como lo hizo Doen. Aunque aún debe perfeccionar algunos detalles.-Doen, que escuchaba atentamente, asintió. Sumire le propuso entonces un combate de práctica para evaluar sus progresos.-Ambos se colocaron a unos metros de distancia, mientras Yuri y Ren se apartaban hacia una formación rocosa cercana para observar. Doen ató un pañuelo rojo en su frente, una costumbre que adoptaba cada vez que se ponía serio. Sumire liberó su vibrante aura dorada, y Doen hizo lo mismo, regulándola con cuidado hasta lograr que vibrara como la de su hermana._Cuando quieras, Doen -dijo Sumire con una sonrisa confiada.-Sin esperar más, Doen se lanzó hacia ella. Sumire bloqueó sus ataques bajos con facilidad, obligándolo a retroceder. Doen intentó cambiar de estrategia, moviéndose en zigzag para desorientarla. Al llegar lo suficientemente cerca, generó una onda kiai y la lanzó hacia ella. El impacto levantó una poderosa corriente de viento que hizo que Ren y Yuri se cubrieran los ojos._¡Buen intento! -exclamó Sumire, cruzando los brazos frente a ella para bloquear el ataque.-Acto seguido, contraatacó lanzando otra onda kiai de su propia aura, que impactó directamente en Doen, enviándolo volando hacia unas rocas cercanas. Sin embargo, antes de estrellarse, Doen usó su cola de mono para detenerse y equilibrarse. Sumire aprovechó el momento para sujetar la cola con fuerza._¡Oye, eso no vale! -protestó Doen mientras Sumire lo giraba y lo lanzaba hacia las formaciones rocosas.-Antes de impactar, Doen cambió su estrategia. Transformó su aura en una eléctrica, aumentando drásticamente su velocidad. Usó la roca como punto de apoyo para impulsarse hacia Sumire como un rayo. Esta vez, logró sorprenderla, pero Sumire reaccionó a tiempo, bloqueando el ataque y entrando en un forcejeo con él. La tensión del choque hacía temblar el suelo bajo sus pies._Estás mejorando -comentó Sumire, presionando con más fuerza.-Doen logró liberarse del agarre y trató de atacarla por la espalda, pero Sumire anticipó su movimiento y contraatacó con una patada trasera que impactó en su rostro, haciéndolo retroceder con la nariz sangrando._¡No me subestimes! -gritó Doen, dando un salto alto.-En el aire, juntó sus manos sobre su cabeza y generó una esfera de energía eléctrica entre ellas. Adoptó una postura de lanzamiento y disparó el ataque hacia Sumire. Esta, sin moverse, cargó una técnica propia entre sus manos y contraatacó._¡Flor Carmesí! -gritó, lanzando su energía. Ambas técnicas chocaron en el aire, generando una explosión que iluminó el campo de batalla.-Doen aterrizó en el suelo, jadeando. Su aura se desactivó mientras caía de rodillas._¡Me rindo!...¡hah!...Ya no puedo más... -admitió, respirando con dificultad._Eres fuerte, Doen. --Sumire se acercó, aún con su aura activa.- pero aún necesitas trabajar en tu control. Transformar tu energía es tu habilidad natural como transformador, pero está consumiendo demasiado poder. Una vez que lo domines, será una herramienta formidable.-Doen asintió, exhausto pero decidido. Desde la distancia, Yuri y Ren observaban impresionadas._Vamos a tener que entrenar mucho si queremos estar a la altura -comentó Yuri, cruzándose de brazos.-Ren, en cambio, miró a su hermana mayor con una mezcla de admiración y preocupación._¿Crees que alguna vez podremos llegar a su nivel? -pregunto con una ceja levantada, no creyendo que pueda alcanzar tal nivel.-Yuri colocó una mano en el hombro de Ren y sonrió._Si seguimos entrenando como hasta ahora, seguro que sí. ¡Vamos, Ren, todavía queda mucho por aprender! -animo a su hermana.

.

.

.

-Los meses pasaron como un suspiro tras aquel intenso combate. Siete largos meses de esfuerzo constante, dedicados al entrenamiento y al fortalecimiento, tanto físico como mental. Doen, Yuri y Ren no eran las mismas personas que habían sido al comienzo de su travesía. Cada uno de ellos había dado pasos agigantados en su dominio del aura, y el arduo trabajo comenzaba a dar frutos evidentes.

-Doen, además de pulir su habilidad para transformar su aura, había aprendido a leer y escribir con mayor soltura, algo que había sido un desafío para él desde siempre. Las tardes en las que Sumire lo sentaba junto al fuego, enseñándole con paciencia y mostrándole cómo las palabras podían ser tan poderosas como los golpes, eran ahora un recuerdo cálido que él atesoraba. Por su parte, Yuri había alcanzado un control casi impecable sobre su aura, mostrando una habilidad sorprendente para mantenerla estable incluso en situaciones de estrés. Ren, aunque aún era la menor del grupo, no se quedaba atrás. Su progreso había sido notable, y con cada día que pasaba, su confianza crecía al mismo ritmo que su dominio de la energía dorada que brillaba dentro de ella.-Cazar dinosaurios, una tarea que antaño requería una combinación de estrategia, suerte y agilidad, había pasado de ser un desafío a una rutina casi sencilla. Los tres hermanos trabajaban en equipo con una sincronía que era casi coreográfica. Sumire los observaba con orgullo cada vez que regresaban al campamento, cargados con carne fresca y sonrisas satisfechas. El entrenamiento había transformado sus cuerpos y mentes, haciéndolos más rápidos, más fuertes y, sobre todo, más unidos.-Finalmente, los días se acercaron al tan esperado examen de admisión. El ambiente en el campamento estaba cargado de una mezcla de emoción y nerviosismo. Sumire, con la determinación que siempre la caracterizaba, decidió que era hora de partir hacia la ciudad donde se llevaría a cabo la prueba._Es hora de empacar -dijo Sumire una mañana, mientras doblaba cuidadosamente sus pocas pertenencias. Su voz estaba cargada de resolución, pero también de un toque de nostalgia. Habían pasado meses en aquel campamento, entrenando y creciendo juntos, pero sabía que el siguiente paso los llevaría a todos hacia un futuro brillante.-Doen, como siempre, fue el primero en moverse. Reunió sus cosas con rapidez, cargó su mochila al hombro y caminó hacia el aeroplano que había estado estacionado en un claro cercano. Las aspas del vehículo reflejaban los rayos del sol, y la estructura, aunque rudimentaria, tenía un aire de fiabilidad que inspiraba confianza.-Ren, por su parte, miró sus pertenencias con un suspiro. Estaba nerviosa, eso era evidente, pero también había una chispa de emoción en sus ojos._¿Crees que estemos listos? -preguntó, girándose hacia Yuri, quien estaba terminando de atar una bolsa de provisiones.-Yuri le sonrió con calma, transmitiendo una tranquilidad que lograba calmar los nervios de su hermana menor._Por supuesto, Ren. Hemos entrenado como nunca antes. Si seguimos juntos, no hay nada que no podamos lograr. -le dijo con una gran sonrisa, mostrando su emoción. -Sumire subió al aeroplano y se instaló en el asiento del piloto. Había estado revisando el vehículo durante semanas para asegurarse de que estaba en perfecto estado. Cuando Doen subió con las últimas bolsas, ella asintió con aprobación._¿Está todo listo? -preguntó, girándose para mirar a sus hermanos.-Doen asintió, abrochándose el cinturón en uno de los asientos traseros._Todo listo. Estoy emocionado por lo que viene. Espero llegar lejos en este examen. -dijo a la vez que se ponía el cinturón de seguridad. _Si trabajamos juntos, Doen, ese examen será pan comido para nosotros. -Sumire sonrió ante su entusiasmo mientras encendía los motores.-Yuri, que se había sentado al lado de Ren, colocó una mano sobre el hombro de su hermana menor._Lo importante es que demos lo mejor de nosotros. No importa qué tan difícil sea, siempre encontramos la manera de salir adelante como lo hicimos acá. -dijo mientras miraba sus manos.-Ren, a pesar de sus nervios, sonrió al escuchar las palabras de sus hermanos._Está bien. Lo intentaré con todo lo que aprendí con ustedes. -dijo cerrando sus puños dirigiendo su sonrisa a sus hermanos igual de emocionados. -Con un rugido profundo, el aeroplano despegó del suelo, dejando atrás el campamento que había sido su hogar durante los últimos meses. Doen miraba por la ventana, viendo cómo las extensiones de selva y montañas se hacían cada vez más pequeñas a medida que ascendían._¿Cómo será la ciudad? -murmuró para sí mismo, apoyando el codo en el borde de la ventana.-Sumire, que escuchó su comentario, respondió sin apartar la vista de los controles._Llena de retos, pero también de oportunidades. -le dijo con una maternal sonrisa, que siempre mantiene para su familia.- Este es solo el comienzo para nosotros.-Los tres hermanos asintieron casi al unísono, sus miradas llenas de determinación mientras el aeroplano surcaba los cielos rumbo a la ciudad. Sabían que el camino que les esperaba sería difícil, pero también sabían que habían trabajado más duro que nunca para llegar hasta aquí. El futuro era incierto, pero estaban listos para enfrentarlo juntos.