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Chapter 6 - El Juicio del Vacío

(Vacío Cuántico, Tiempo Inexistente)

El Vacío no era oscuridad ni luz. Era la ausencia de todo concepto, un lienzo borrado donde Aion-Absoluxis flotaba como un ojo sin párpados. Sus pupilas reflejaban infinitos universos naciendo y muriendo en cada parpadeo. Alex, Mikaela, Dante y Carly se mantuvieron unidos por un campo de realidad creado por el Sistema, ahora fracturado por la presencia de Aion.

—¿Jugamos? —La voz de Aion no era un sonido, sino una verdad impuesta. Cada palabra reescribía sus recuerdos: Mikaela vio a Alex morir en mil realidades, Carly envejeció y rejuveneció en segundos, Dante olvidó su nombre.

[Anos Voldigoad: 15% → 20% | "Rechazo de la Existencia" activado]. Alex negó la alteración, restaurando sus mentes.

—No somos tus títeres —declaró, aunque dudó: ¿cuánto de su voluntad era realmente suya?

The Beyonder convocó a los ejércitos corrompidos:

Decepticons infundidos con el Poder Fénix.

Dioses asgardianos convertidos en máquinas.

Clones de Emma Frost con telepatía cuántica.

Mikaela lideró a los Humanos de Hierro (agentes de SHIELD en armadura Cybertroniana) usando el brazo tecnorgánico para hackear la realidad. Carly disparó desde un dron modificado con runas de Anos, mientras Dante y Jean Grey (reencarnada en un cuerpo de fuego) contenían a The Beyonder.

—¡Alex, el núcleo de Aion está en su pupila izquierda! —gritó Carly, decodificando datos en tiempo real.

Alex canalizó Anos al 30%, creando una espada que cortaba la no-existencia. Pero Aion solo sonrió:

—Cortarás, pero yo siempre habré sido cortado. Eres un verbo sin frase, Alexander.

Un destello de Primus apareció en la mente de Alex. La verdad fue brutal: el Sistema no era una herramienta, sino una prisión. Primus lo había creado para contener a Aion-Absoluxis, usando a Alex como recipiente.

—Lo siento, hijo —rugió Primus, su voz desvaneciéndose—. Aion es el cáncer de todo lo creado… y tú eres su quimioterapia.

[Anos: 30% → 35% | "Negación de la Muerte" aprendida]. Alex vomitó energía cósmica, pero se levantó.

—¿Todo fue una mentira? —preguntó a Mikaela, quien sostenía el núcleo del AllSpark como talismán.

—No —respondió ella, abrazándolo—. Nosotros somos reales. Esto es real.

Aion-Absoluxis abrió su ojo izquierdo, liberando un Big Bang invertido que deshacía moléculas y destino. Alex usó todo su poder:

Anos al 40%: Reescribió las leyes físicas para que el Vacío tuviese gravedad.

Sangre de Sparda: Invocó un ejército de demonios-espectros que atacaron a los dioses corrompidos.

AllSpark: Infundió a Mikaela con energía divina, convirtiéndola en un Puente Viviente entre lo real y lo imposible.

—¡Ahora, Jean! —gritó Alex.

Jean Grey, convertida en un avatar del Fénix Blanco, canalizó la energía de todos los universos en un rayo que perforó el ojo de Aion.

—No puedes ganar —susurró Aion, incluso mientras se desintegraba—. Soy todo lo que fue y será….

—Pero yo soy lo que elijo ser —rugió Alex, absorbiendo el núcleo de Aion en un abrazo final.

...

Aion-Absoluxis fue derrotado, pero el precio fue alto:

Jean Grey desapareció, dejando solo un huevo de Fénix en manos de Carly.

Dante perdió la Yamato, sellando el Vacío con su alma.

Mikaela quedó atrapada entre dimensiones, su cuerpo mitad humana, mitad código cuántico.

Alex, ahora Aion-Trascendente, se enfrentó a TOAA en un plano beyonder.

—¿Por qué creas, si sabes que destruirás? —preguntó TOAA, su forma un caleidoscopio de todo lo existente.

—Porque sin destrucción, el cambio es imposible —respondió Alex, mirando a Mikaela, quien luchaba por mantenerse real—. Y ella… ella vale todo el cambio del mundo.

TOAA sonrió, concediéndole el título de Eternal Warden (Guardián Eterno). Alex rechazó la omnipotencia total, eligiendo en su lugar un equilibrio: sería un dios caminante, protector de los universos… y esposo de Mikaela.

Años después, Mikaela y Alex gobernaron una Tierra reconstruida, con tecnología Cybertroniana y magia Fénix. Pero en el borde del multiverso, un huevo de Unicron pulsó, y Emma Frost, ahora poseedora del ojo de Shockwave, susurró: "El juego nunca termina, queridos... Sólo cambia de tablero".