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Chapter 21 - Capitulo 021 - Dilema

El regreso a la aldea fue un camino desolador para el niño, sus ojos vivaces se perdieron en el manto de sus penurias y la crisis emocional qué le habia dado, nadie, ni su sensei, ni Ajisai ni Suiren quiso tratar de ayudarle, despues de todo, es algo que el tarde o temprano tendra qué enfrentarse.

Ingresaron por fin a sus conocidas lluvias y de la cual ya estaban más acoplados, Rokushō suspiro con calma al ver que por suerte no se encontraron bandidos o ninjas qué tuvieran intensiones hostiles con ellos, ya que no queria que Yūji estuviera peor de lo que se encontraba.

Veia de reojo a sus alumno más pequeño, viendo como el no daba temas de conversación ni intentaba si quiera acercarse a sus compañeros, simplemente se veia... perdido. Perdido en su propio mundo y pensamientos, como si todo lo que estuviera haciendo fuera automático, una memoria muscular.

" bien equipo, llegamos con bien ha Amegakure, yo iré a informar le a Konan-sama sobre los detalles de la mision y el cambio qué se ha visto en Katabami Mizan, ustedes pueden ir a descansar solo unos días, en cualquier momento llegare con ustedes para avisarles de otra misión... Yūji " el mencionado se tenso aunque no dirigia su vision oscurecida a su sensei, solo vio su reflejos en el agua a sus pies " tienes solo un día para pensar sobre seguir siendo shinobi, o no, piensa lo con cuidado... " hablo el peliverde con seriedad a su estudiante, el cual solo suspiro entrecortado.

" ...si, sensei "

" bien. " fue corto en su respuesta, desapareciendo de donde estaba parado con sus alumnos.

Dejo a los tres en un silencio incomodo, lo unico que se escuchaba era la lluvia abundante, el cielo parecia llorar conjunto a Yūji.

Ninguno de los tres sabia como romper la tensión, al menos asi fue porque Yūji fue quien habló " yo... m-me, me iré ahora mismo... " su voz apenas sea escucho, su emocion en los suelos, y manteniendo su pesimismo en su aura.

Suiren vio como el niño ni siquiera corrio energeticamente y entro con lentitud hacia esos rascacielos y tuberías oxidadas, perdiéndose entre ese laberinto, un gran cambio a diferencia como presumía de la mision, ella debajo de su máscara torció un poco su boca en una mueca, de forma leve dirigió su mirada hacia su otra compañera, Ajisai se mostraba muy frustrada por como Yūji parecia meterle temasiada tensión a la primera misión.

" no se como puede estar tan deprimido, ni siquiera fuimos nosotros quienes los matamos " hablaba la pelimorada refunfuñando, queriendo esconder su preocupación en su actitud grosera

Suiren solo nego levemente, sus largos cabellos verdes opacos meciendo se " ese es el problema, tu no eres alguien simpática y alegre como Yūji, no lo vas a entender "

" ¿y tu si, muda? Tu eres alguien silenciosa y no hace lo mismo que Yūji " volvio a responder grosera, Suiren acostumbrada a su actitud simplemente comenzo a caminar a su hogar. " ¡Momia, no me ignores! ¡Suiren eres muy mala! " Ajisai corrio junto a su compañera al ver que sus malos tratos no le importaba a su silenciosa amiga.

Por parte de Yūji, cuando ingreso y vio a todos sus conocidos y a todos los pueblerinos qué siempre ayudaba, en su mente solo llegaban las imágenes de esos samurais qué lo miraban con ilusion, creyendo qué cuando hablo y dijo sus palabras, actuaría impertinente y los liberaría.

Esas imágenes se superponían en los rostros de quienes conocía, nuevamente su mente lo estaba torturando, paso corriendo ignorando los saludos de la gente, simplemente corrio directo y lejos de ellos.

" ¡Yūji-chan! ¡llegaste de tu mision! Cuéntanos ¿como te—... eh? " el señor se silencio solo al ver como el niño corria ignorando lo, lo mismo hizo con todos los demas, entre todos se observaron al ver como ese niño que es el sol andante ahora.

No iluminaba sus rostros.

El pequeño pelirrojo entre pequeños suspiros llego a donde siempre iba a entrenar con su hermana Konan y su hermana Karin, ni siquiera queria ver a su adorada hermana mayor, no queria molestar la con su problema de crisis, no como la de un niño, si no como la de un adolescente qué vivió durante tanto tiempo en épocas de paz.

Estar en Amegakure, aunque la escasez de comida, seguia siendo el lugar seguro para el y su hermana mayor, huyeron de Kusagakure desde pequeños, pero este lugar... es lo más parecido a lo que conocía paz en este mundo.

Ahora que solo habia salido, no a una aldea tan grande como la que siempre les contaban en la academia, esas aldeas como Konohagakure, Sunagakure, etc. No, si no a un solo pequeño pueblo, mas pequeño qué Amegakure... ellos parecen estar acostumbrados a la muerte, como si la sangre y los cadáveres fuesen algo matutino, deseando sangre y pereza a todos los que les causaron mal.

Todos están acostumbrados qué la vida no se valoraba y no es nada importante, al menos, es lo que ha notado en estos días que se quedo como un shinobi.

Yūji se sentó en uno arbol marchito qué estaba en el suelo, veia todo el lugar que siempre ocupaba para sus entrenamientos, sus ojos aun no teniendo ningun brillo.

" mi mente... no se, si es capaz de soportar lo... ellos están acostumbrados porque nunca han disfrutado de la verdadera paz, para ellos esto es tan común, pero para mí, que provengo de una lugar donde pase toda mi vida siendo feliz... tuve, una niñez común, tuve mis amigos, salíamos y jugábamos, comíamos comida chatarra, jugabamos en maquinarias... antes de que sucediera lo de sukuna y los hechiceros jujutsus, yo de verdad conocí y disfrute la paz " el niño hablaba consigo mismo, sosteniendo su rostro, ese gesto trastornado de presenciar una masacre frente a él y que su mismo sensei lo amenazara para no salvar esa gente.

Lo que le sentía mal, era el hecho de que ya no son maldiciones los que matan a humanos, son los mismos humanos qué se matan entre sí.

" estoy básicamente en la era antigua de Japón, donde todo era guerras, pobrezas, y yo soy un soldado qué se enlistó por propia voluntad a salir y matar gente, intimidar a inocentes, robar a otros ^paises^... yo... no pensé que esto sucedería, de verdad quise mentalizar qué podría matar, pero ahora que se hizo todo frente a mi... soy un cobarde, pero, ellos tenían una familia, o alguien a quien esperar... sus ojos no mienten, de verdad lo tenían, y ahora yo al no hacer nada fui el causante del declive y la brecha familiar... ¿que sera de esas personas que tenían familia? Solo pensar en que no dejaran de llorar por ellos, que les arrebaté algo importante... " hablaba más profundo consigo mismo.

Las lagrimas qué salieron de sus ojos ahora fue por el dolor

" perdonen me, quise ayudarlos, pero estaba amarrado, no podia hacerlo... yo también quiero mantener mi vida tal cual como está, no quiero que mi hermana y la gente que quiero sufra, yo... de verdad queria ayudar los, pero no podía " su voz se rompió, la lluvia se sentía más pesada sobre sus hombros, se fue haciendo más pequeño, dejándose caer suavemente por el tronco hasta tocar el area rocosa.

Abrazo sus piernas formándose un ovillo, su labio inferior temblando en dolor y sufrimiento retenido, llorando por esa gente que murió por no poder hacer nada.

" tenía poder para salvarlos... ¿pero de que sirve este poder si no puedo hacer nada por ellos? De qué sirve volver te el mas fuerte de todos si mi misma gente me prohíbe ayudar a los inocentes " alzo su vista hacia el cielo, sus párpados hinchados por las lagrimas qué cayeron de el.

" de que sirve salvar en este lugar... al menos, antes no tenia que pensar sobre esto al pelear con maldiciones... no puedo pelear con gente, antes peleaba para salvarlos, y ahora pelearé... ¿para matarlos?... " susurro para si mismo Yūji, apreciando sus manos, aun viendo la sangre seca qué quedo de la gente que fue masacrado frente a el.

Recordar cuando estaba salvando a ese samurai, sus ojos con la luz de la espanza a pesar de estar en muy mal estado.

Y luego por sorna, fue asesinado frente a el cuando estaba ayudando lo.

Fue tan grotesco a su vista qué solo lo hizo sentirse mal.

Dejando que la lluvia cayera sobre el, se quedo en silencio tratando de calmar todos sus sentimientos, pero sus lagrimas caían sin remedio, queria detener los, pero no podía, el tenia simpatía a la gente, lloraba por ellos y por la gente que querían y dejaron detrás.

Por estar pensando demasiado en ello, logro escucharlo como si el papel revoloteando en su costado, no tenia que voltear para saber quien era, de pié habia llegado la que fue sensei por un tiempo con ella, Rokushō le explicó el dilema qué poseía en ese momento Yūji, y todo lo que paso en la primera misión, algo que hizo que Konan se sintiera tan triste era el hecho de que el niño queria ayudar.

Pero no era diferente ha ayudar a tu verdugo, o alguien que en algún momento te podria apuñalar por la espalda.

Al llegar, vio el aspecto triste y derrotado del niño, como ni tenia su energia, ni ese aura inocente y llena de luz a su alrededor.

Es la tristeza del la era qué aunque se decía era momentos de paz, solo tenian paz las grandes aldeas, para ellos qué son pequeños pueblos, les quedan las sobras y el sufrimiento.

Le dolía ver como ese rayo de luz se opaco un poco solo por presenciar algo que no era ni siquiera fuerte en su camino ninja.

Ambos se quedaron en silencio, Konan seguia de pié pero ella estaba muy al costado de Yūji. Pasado de ese silencio, por fin hablo " tu sensei me explico todo lo que paso en esa misión "

El niño no tenia afán de abrirse hacia ella, si ni había ido con su hermana, menos le contaría a su hermana Konan.

La mujer peli lila miro de reojo al niño, y por fin, sentándose lentamente a un costado del pequeño pelirrojo.

" se, por lo que podrías estar pasando Yūji... sabes, una vez también tuve un dilema muy grande en mi carrera como ninja " comenzo hablar y abrirse un poco para el pequeño, allí vio como Yūji volteo a mirar le.

Esa mirada le dolía presenciar, una mirada muerta y sin ninguna fragante llama como la que tenia antes.

" ¿en serio tuvo mi dilema? "

" así es... aunque es una herida vieja... sigue doliendo como el primer día... no debes de sentir te mal por esa gente, Yūji, yo se que tu eres un niño de buen corazón y quieres ayudar... pero lo que dijo tu sensei tiene razón " Konan miraba al niño, viendo como este prestaba atención a sus palabras, Konan volteo su vista hacia el cielo gris y oscuro por la lluvia fuerte que caía " en este mundo... nunca habrá paz, esa gente... toda la gente es posible que contengan malicia, y con solo un poco de malicia, ellos podrían haber intentado hacer algo en tu contra, tan solo ayudar los... esos samurais perdieron por el simple hecho de que era un levantamiento de armas de su propio pueblo, aunque quieras ayudar, es algo que ellos mismos tienen que afrontar "

Hablaba con firmeza la mujer, viendo como el pequeño analizaba sus palabras en sus propios términos.

' lo que hermana Konan me esta diciendo, es el hecho de que ese ^país^ tuvo su guerra civil, algo interno que nosotros de un diferente ^país^ no debe de meterse a menos que pida ayuda... '

Claro que Yūji lo habia pensado, el... realmente nunca hizo su servicio militar, en el mundo ninja, fue su primera vez viendo una masacre en vivo, ni siquiera en los atentados de Shibuya y Shinjuku vio gente morir, mayoria evacuó o Sukuna los pulverizó, porque ni cuerpos habia dejado.

Simplemente... estaba en shock todavía ante las impresiones vividas dejadas de la muerte de esas personas, inocente o no, seguia sintiéndose mal, era su naturaleza, era un buen chico, tenia un alma sensible aunque llena de fortaleza y valores.

Solo, que parece que el valor y la moral es algo que no se ve en este lugar.

" lo se, hermana Konan, pero solo me duele el hecho de que dejaron mucha gente sufriendo por sus perdidas, yo... me siento culpable de eso " susurro sinceramente el niño.

Konan solo le brindó una sonrisa amarga y lastimera

" Yūji, en estos años, puedo decir que eres el único niño que mantiene una inocencia qué nunca conocí, ni siquiera los niños que miro siempre se puede deslumbrar con tu amabilidad y resonancia con la gente, eres alguien único, y se que también eres alguien inteligente... lo que tu deseés hacer, eres libre de tomar lo, tienes la fuerza, se que escogerás el camino correcto y el que deseas tomar, yo y Pain lo aceptaremos con gusto... " hablaba la mujer con calma, viendo como el niño se quedaba en silencio.

Fue un silencio ya más tranquilo, a comparación de antes.

" si... quiero seguir siendo shinobi, solo sera porque yo... quiero que exista verdadera paz... yo no quiero matar, pero si no hay otro medio para que yo pueda volverme el mas fuerte de todos, sera... un lugar doloroso en donde tendré que recorrer... todo sea para el bien de la gente " aunque decía eso con su boca, él realmente seguia reacio a tocar gente humana.

No podría, pero entrenaria tanto que solo los dejaría al borde, más nunca tomaría sus almas como las de un cegador.

También es por el hecho de que Amegakure ha hecho mucho por el y por su hermana, no podia defraudar a su hermana Konan, ella fue tan amable y calida, hermano Pain fue lo mismo, le brindó conocimiento, asilo y comida... lo mínimo que podria hacer es básicamente ser...

Su espada filosa para proteger los.

Los ojos de Yūji emitieron ese ligero carmín, apenas notable, a pesar de que el mencionó todo eso, tardaría tiempo en que tuviera que acostumbrarse.

Ya no estaba en su lugar tranquilo, Japón ya no existía, ya no existía la comida deliciosa, ni la relajación.

Tenia que adaptarse a esa vida, y sobrevivir, porque estaba seguro que como dijo Sukuna una vez, hay gente más poderosa qué el qué serian hostiles a su ser y el de su gente que quería.

Tristemente... esa es la vida shinobi y la de todo el mundo ninja, que el tiene que aceptar.

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[Ilustración de ayer, prometo y no cumplo jaja pero no me da tiempo para más, una disculpa :p

—Imagen]

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