En un mundo donde la magia antigua definía las reglas de poder, los contratos con espíritus elementales eran un arte reservado exclusivamente para los elfos, quienes se aferraban a este conocimiento como un símbolo de su superioridad. Katsuki Cheso, un joven humano y genio investigador, desafió esta tradición con su inquebrantable deseo de cambiar el destino de todas las razas. Durante años, dedicó su vida a desentrañar los secretos de los espíritus elementales, hasta que finalmente logró desarrollar un método que permitía a cualquier ser, sin importar su raza, formar un contrato con ellos. Este descubrimiento, destinado a traer igualdad y unidad, pronto se convirtió en su mayor maldición.
Katsuki, con la esperanza de perfeccionar su investigación, compartió sus avances con sus maestros, un grupo de magos humanos que lo habían guiado en su camino. Al principio, ellos lo llenaron de elogios y le prometieron apoyo. Pero detrás de sus palabras se escondían intenciones oscuras. Una noche, durante una reunión privada, uno de sus maestros lo confrontó.
"Katsuki, debemos ser claros. Este conocimiento no puede compartirse con cualquiera. Piensa en lo que podría suceder si cae en las manos equivocadas."
'¿Manos equivocadas?', pensó Katsuki, mientras trataba de esconder su molestia. "Este descubrimiento está destinado a todos. No haré excepciones", respondió con firmeza.
Sin embargo, sus maestros no compartían su visión altruista. En lugar de apoyar su causa, exigieron que entregara todos los detalles de su investigación. Katsuki se negó. Sabía que, en las manos equivocadas, este poder sería un arma capaz de destruir el equilibrio del mundo.
La situación escaló rápidamente. En un acto de desesperación, los maestros secuestraron a su familia, dándole un cruel ultimátum: entregar toda su investigación o verlos morir. Katsuki, desgarrado por el dilema, se enfrentó a una decisión imposible.
"Les daré lo que quieren", dijo finalmente, aunque en su mente se trazaba otro plan. 'No confío en ellos. Si les doy todo, destruirán este mundo'. Katsuki entregó una versión incompleta de su investigación, una copia que parecía auténtica pero que carecía de los elementos clave.
Los maestros, cegados por su codicia, no se dieron cuenta del engaño. Pero, incluso después de recibir la información, cumplieron su amenaza. Katsuki escuchó sus risas mientras el fuego consumía el hogar de su familia.
Esa noche, algo dentro de Katsuki cambió para siempre. En lugar de sucumbir al dolor, utilizó su propio conocimiento y la magia de los espíritus para cazar y destruir a los responsables. Uno por uno, los maestros cayeron, incapaces de resistir la furia y el poder que Katsuki había desatado.
Sin embargo, la venganza no trajo paz a su corazón. En su lugar, descubrió algo aún más perturbador: el mundo mismo estaba plagado de injusticias, jerarquías y desigualdades que perpetuaban el sufrimiento. Fue entonces cuando Katsuki tomó una decisión.
"Si nadie puede arreglar este mundo, lo haré yo mismo."
Pero para lograrlo, necesitaba más poder. Fue en esa búsqueda que se encontró con las artes oscuras y el legado del Rey Demonio. Katsuki no temía mancharse las manos si con ello lograba un mundo más justo. Sin embargo, cuando se encontró cara a cara con el Rey Demonio, quedó claro que sus ideales eran incompatibles. Mientras Katsuki buscaba un cambio, el Rey Demonio solo deseaba mantener el caos.
En una batalla que sacudió los cimientos del inframundo, Katsuki derrotó al Rey Demonio, reclamando su título y su poder. Como nuevo Rey Demonio, dirigió sus esfuerzos a desmantelar las jerarquías del mundo, eliminando a tiranos, nobles y cualquier sistema que perpetuara el sufrimiento. Pero su visión de justicia pronto se confundió con la destrucción y la tiranía, y el mundo lo consideró la mayor amenaza que jamás había enfrentado.
Esto provocó el despertar de los héroes: seis guerreros elegidos por las fuerzas divinas para enfrentarlo. Tras un largo viaje, los héroes se enfrentaron a Katsuki en una batalla épica. Durante horas, el cielo ardiendo y la tierra temblando bajo el peso de su enfrentamiento. Katsuki luchó con todo lo que tenía, pero al final, fue el héroe principal quien le asestó el golpe final.
"¿Fue mi lucha en vano?" murmuró Katsuki en su último aliento. '¿Realmente fui un monstruo?'
Mil años después, Katsuki abrió los ojos nuevamente. Renacido como un joven humano, despertó en un mundo que apenas recordaba su pasado. Mientras miraba a su alrededor, una voz lo llamó:
"¡Despierte señor.....!"
El joven intentó procesar lo que escuchaba, pero su mente estaba abrumada por una oleada de recuerdos. '¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué sigo existiendo?' Pensamientos de su vida pasada llenaban su mente mientras una nueva vida comenzaba ante él.