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Chapter 9 - capítulo 9 castigo

—¡ugh!—expresó Aying mirarando con dificultad al príncipe heredero.

—¡atrevida! Incluso si una niña pequeña como tu se a convertido en mi prometida nunca te permitiría dañar a Emilia ¿una pobre quiere compararse a la hermana del santo sagrado? ¿No es eso una broma?

—¡Santo! Desde que llegué aquí he escuchado dos veces las palabras "santo de los dioses" este príncipe heredero quiere matarme ¿dejaré que lo haga? Soy una niña como puede tratar de hacerme esto, no yo no moriré—aying quien expresó sus pensamientos mostró una luz determinada en sus ojos que no fue vista por nadie nisiquiera por príncipe heredero, en su palma derecha apareció un daga de estilo muy común.

La mano pequeña que sostiene la daga estaba apunto de moverse a gran velocidad, los ojos de Aying siempre apuntaban directamente a su cuello donde se encuentra la vena yugular.

—¡Su alteza por favor deje ir a la señorita!—gritó Anna arrodillándose sobre el suelo.

Tan pronto como se arrodilló, el príncipe heredero y Aying miraron a la mujer que está implorando perdón.

—¡atrevida!—gritó la joven abofeteando a Anna sin piedad.

La fuerza de la bofetada tiro al suelo su cuerpo provocando que vomitara sangre a pesar de estar herida Anna trago un bocado de sangre con titubeó le rogó—¡Sacerdotisa perdone a Aying! Su alteza príncipe heredero perdone a la niña solo tiene 8 años de edad.

—¡si es una niña pequeña! Pero como explicas que mi guardián allá muerto, debe estar tramando algo ¡hermano príncipe ayúdame!—lo dijo haciendo una rabieta inocente.

—¡uhm! Esta hermana vieja actúa más como una niña de mi edad que yo—miro con desdén.

El príncipe heredero sintiendo lástima por su novia de infancia que volvió a mirar con ira a Aying para después apretar más su pequeño cuello.

Entre la punta de los dedos que apretaban el cuello de Aying una energía misteriosa roja salió penetrando su cuerpo.

Desde dentro del cuerpo de Aying la energía entró tratando de atacar hasta el punto de matar.

—¡duele!—apretó sus dientes con fuerza, la mirada feroz de Aying se posó sobre el príncipe heredero—¿quieres matarme? ¡Déjame ver si tienes el poder para hacerlo!—pensó seriamente.

El pequeño cuerpo de Aying que se mantiene débil parece estar muriéndose debido al poder aterrador del príncipe heredero que erosiona sus venas sanguíneas.

Cuando el peligroso se acerca la luz brilla con intensidad.

La sangre de Aying en su cuerpo se volvió loca al instante emergió convirtiéndose en un líquido plateado que atacó de manera precipitada la energía de poder color rojo.

Un estallido inminente se creó.

—¡pfft!—vomitó sangre el príncipe heredero cayendo al suelo.

—¡ahh!—gritó Aying usando sus manitas para no lastimarse su trasero.

—¡hermano príncipe!—la joven Emilia corrió gritando de desesperación.

El príncipe heredero fue sostenido por Emilia quien lo abrazó con fuerza.

—¡Guardias, Guardias vengan! ¡Esta niña quiere matar a su alteza!—señaló como una loca.

Las rodillas de Anna se arrastraron lentamente sus manos sostuvieron el brazo derecho del príncipe heredero mientras tembla débilmente.

—¡su alteza, por favor!—suplico.

El príncipe heredero alejó abruptamente su mano con un trago amargo de sangre miró a Aying para después sonreír de manera siniestra—¡ya que deseas que la perdoné! "Lo haré es solo que debes pagar el precio por ella"—Señaló a Aying sin piedad, agitó su mano para ordenarle a los guardias que aparecieron—¡corten su cabeza! Arrastren su cuerpo y cuélguenlo frente a la puerta de su hogar.

—¡si su alteza!—contestaron los guardias.

Los brazos de Anna fueron sostenidos por dos guardias mientras que uno avanzó al frente sacando su espada larga.

—¡Alto!—gritó una voz lechosa interrumpiendo la decapitacion.

La espada que estaba a unos centímetros del cuello de Anna se detuvo.

—¡Déjala ir! Su alteza si la emperatriz llega al ver la escena no sera nada bueno—contestó Aying avanzando lentamente hacia las dos figuras sobre el suelo.

Emilia se levantó ayudando al príncipe heredero a ponerse de pie—¡niña, eres demasiado traviesa! Están abogando por ti pero decides ir por tu propia muerte ¿acaso no tienes miedo?

—¡no lo hago!

Los ojos profundos de el príncipe heredero miraron la figura de Aying quien se mostraba firme ante su decisión, tocando su pecho le respondió a la niña—¡ya que no deseas tu vida, que así sea! "No creas que mi madre te salvará, no vendrá hasta dentro de dos días tiene un asunto importante por lo tanto si tomo una decisión todos la seguirán incluso mi padre se ha ido" ¿Quién te protegerá ahora?

—¡puedo hacer lo que quieran mientras dejen ir a Nani!

Emilia soltó el brazo del príncipe heredero, caminó con pasos ligeros hacia el frente se acercó hasta llegar al oído de Aying y con voz malavada susurró—¡te puedo dejar vivir! Hermana menor pero debes de entrar al prohibido bosque.

—¿bosque? ¿Qué clase de bosque?—fruncio el ceño mirando a la astuta joven malvada.

—hermano príncipe, deja que vaya al bosque prohibido hace tiempo que nunca me había divertido en esos especiales eventos ¿no crees hermano?—sonrió haciendo pucheros.

Las camisuras de sus labios se levantaron levemente su guapo rostro resalta con su sonrisa tierna que envuelve a Emilia.

—¡Emm! Si tú deseas volver a ver uno de los eventos estará bien, después de todo a pasado un mes desde que hice uno—susurró acariciando su cabello, la mirada penetrante terminó en Aying chasqueando los dedos una fuerza poderosa siguió su cuerpo.

—¿qué me estás haciendo? ¡Estás loco!—forcejeo gritando al sentir una cuerda atando su pequeño cuerpo.

Anna trató de soltar pidiendo perdón aunque tratará de hablar fue ignorada siendo sacada a la fuerza del comedor.

—¡ugh!—expresó Aying mirarando con dificultad al príncipe heredero.

—¡atrevida! Incluso si una niña pequeña como tu se a convertido en mi prometida nunca te permitiría dañar a Emilia ¿una pobre quiere compararse a la hermana del santo sagrado? ¿No es eso una broma?

—¡Santo! Desde que llegué aquí he escuchado dos veces las palabras "santo de los dioses" este príncipe heredero quiere matarme ¿dejaré que lo haga? Soy una niña como puede tratar de hacerme esto, no yo no moriré—aying quien expresó sus pensamientos mostró una luz determinada en sus ojos que no fue vista por nadie nisiquiera por príncipe heredero, en su palma derecha apareció un daga de estilo muy común.

La mano pequeña que sostiene la daga estaba apunto de moverse a gran velocidad, los ojos de Aying siempre apuntaban directamente a su cuello donde se encuentra la vena yugular.

—¡Su alteza por favor deje ir a la señorita!—gritó Anna arrodillándose sobre el suelo.

Tan pronto como se arrodilló, el príncipe heredero y Aying miraron a la mujer que está implorando perdón.

—¡atrevida!—gritó la joven abofeteando a Anna sin piedad.

La fuerza de la bofetada tiro al suelo su cuerpo provocando que vomitara sangre a pesar de estar herida Anna trago un bocado de sangre con titubeó le rogó—¡Sacerdotisa perdone a Aying! Su alteza príncipe heredero perdone a la niña solo tiene 8 años de edad.

—¡si es una niña pequeña! Pero como explicas que mi guardián allá muerto, debe estar tramando algo ¡hermano príncipe ayúdame!—lo dijo haciendo una rabieta inocente.

—¡uhm! Esta hermana vieja actúa más como una niña de mi edad que yo—miro con desdén.

El príncipe heredero sintiendo lástima por su novia de infancia que volvió a mirar con ira a Aying para después apretar más su pequeño cuello.

Entre la punta de los dedos que apretaban el cuello de Aying una energía misteriosa roja salió penetrando su cuerpo.

Desde dentro del cuerpo de Aying la energía entró tratando de atacar hasta el punto de matar.

—¡duele!—apretó sus dientes con fuerza, la mirada feroz de Aying se posó sobre el príncipe heredero—¿quieres matarme? ¡Déjame ver si tienes el poder para hacerlo!—pensó seriamente.

El pequeño cuerpo de Aying que se mantiene débil parece estar muriéndose debido al poder aterrador del príncipe heredero que erosiona sus venas sanguíneas.

Cuando el peligroso se acerca la luz brilla con intensidad.

La sangre de Aying en su cuerpo se volvió loca al instante emergió convirtiéndose en un líquido plateado que atacó de manera precipitada la energía de poder color rojo.

Un estallido inminente se creó.

—¡pfft!—vomitó sangre el príncipe heredero cayendo al suelo.

—¡ahh!—gritó Aying usando sus manitas para no lastimarse su trasero.

—¡hermano príncipe!—la joven Emilia corrió gritando de desesperación.

El príncipe heredero fue sostenido por Emilia quien lo abrazó con fuerza.

—¡Guardias, Guardias vengan! ¡Esta niña quiere matar a su alteza!—señaló como una loca.

Las rodillas de Anna se arrastraron lentamente sus manos sostuvieron el brazo derecho del príncipe heredero mientras tembla débilmente.

—¡su alteza, por favor!—suplico.

El príncipe heredero alejó abruptamente su mano con un trago amargo de sangre miró a Aying para después sonreír de manera siniestra—¡ya que deseas que la perdoné! "Lo haré es solo que debes pagar el precio por ella"—Señaló a Aying sin piedad, agitó su mano para ordenarle a los guardias que aparecieron—¡corten su cabeza! Arrastren su cuerpo y cuélguenlo frente a la puerta de su hogar.

—¡si su alteza!—contestaron los guardias.

Los brazos de Anna fueron sostenidos por dos guardias mientras que uno avanzó al frente sacando su espada larga.

—¡Alto!—gritó una voz lechosa interrumpiendo la decapitacion.

La espada que estaba a unos centímetros del cuello de Anna se detuvo.

—¡Déjala ir! Su alteza si la emperatriz llega al ver la escena no sera nada bueno—contestó Aying avanzando lentamente hacia las dos figuras sobre el suelo.

Emilia se levantó ayudando al príncipe heredero a ponerse de pie—¡niña, eres demasiado traviesa! Están abogando por ti pero decides ir por tu propia muerte ¿acaso no tienes miedo?

—¡no lo hago!

Los ojos profundos de el príncipe heredero miraron la figura de Aying quien se mostraba firme ante su decisión, tocando su pecho le respondió a la niña—¡ya que no deseas tu vida, que así sea! "No creas que mi madre te salvará, no vendrá hasta dentro de dos días tiene un asunto importante por lo tanto si tomo una decisión todos la seguirán incluso mi padre se ha ido" ¿Quién te protegerá ahora?

—¡puedo hacer lo que quieran mientras dejen ir a Nani!

Emilia soltó el brazo del príncipe heredero, caminó con pasos ligeros hacia el frente se acercó hasta llegar al oído de Aying y con voz malavada susurró—¡te puedo dejar vivir! Hermana menor pero debes de entrar al prohibido bosque.

—¿bosque? ¿Qué clase de bosque?—fruncio el ceño mirando a la astuta joven malvada.

—hermano príncipe, deja que vaya al bosque prohibido hace tiempo que nunca me había divertido en esos especiales eventos ¿no crees hermano?—sonrió haciendo pucheros.

Las camisuras de sus labios se levantaron levemente su guapo rostro resalta con su sonrisa tierna que envuelve a Emilia.

—¡Emm! Si tú deseas volver a ver uno de los eventos estará bien, después de todo a pasado un mes desde que hice uno—susurró acariciando su cabello, la mirada penetrante terminó en Aying chasqueando los dedos una fuerza poderosa siguió su cuerpo.

—¿qué me estás haciendo? ¡Estás loco!—forcejeo gritando al sentir una cuerda atando su pequeño cuerpo.

Anna trató de soltar pidiendo perdón aunque tratará de hablar fue ignorada siendo sacada a la fuerza del comedor.