CONDUCIENDO CON LA SUERTE:
Vegetta conduce tranquilamente en su carro. Está mudándose de ciudad. Hace un par de días, su buen amigo Willy le habló sobre su nuevo hogar y le preguntó si quería ir a vivir en ese lugar. Según Willy, este lugar es muy pacífico, además de tener un montón de áreas sin dueño. «Claro, me gustaría ver nuevas áreas, el lugar donde vivo me causa mucha inquietud —dijo Vegetta mientras veía una parte externa de su casa asimétrica».
—Al fin voy a tener un lugar donde pueda construir a gusto, sin necesidad de hacer muchos papeles ni vecinos molestos por tocar parte de su propiedad —dijo mientras se formaba una tormenta por su zona.
Vegetta está manejando por una colina, «ahora no debo desconcentrarme —piensa», de pronto las nubes empezaron a atacarlo con rayos, estos caen cerca de él, pero ninguno le daba de lleno, «de la que me estoy salvando —susurra». ¡Pum!, un rayo cayó cerca de un árbol cercano. En eso algo se cae de la colina, justo al lado del carro de Vegetta. Él, intentando realizar una maniobra para esquivar lo que cayó, pierde el control del carro.
—A- ¡Ay, mi madre!, benditos sean los frenos —dijo mientras estaba al borde de la colina— un mal paso y lo perderé todo.
Se quita el cinturón y con mucho cuidado abre la puerta del vehículo para salir. En eso, la vasta sombra de lo que cayó parece haber despertado. «Raaaah». Ese sonido toma de imprevisto a Vegetta: «¡Aaaaah!, ¡Qué susto leches! —dijo sin darse cuenta de que ya se está cayendo—, espera como que cayen- ¡do!»
Justo antes de caer por completo, vio que lo que hizo aquel ruido, fue ¿un oso?
—¡Osoooooo!
ENTRANDO AL TERRENO DEL OSO:
Vegetta despierta en un lugar muy extraño. Una pradera. Bastante amplia y con mucha vegetación. «Si se supone que aterricé aquí desde muy alto, ¿cómo sigo vivo?, y en caso estarlo, ¿dónde está mi camión destruido?». Ya es de noche, así que Vegetta ha decidido refugiarse a una cueva. Muchos mobs hostiles intentarían hacerle daño
—¡Raaaaah!
—Reconozco ese gruñido— dijo cambiando de dirección hacia donde escuchó tal sonido.
Mientras tanto, un par de personas miran a lo lejos. «Oye, ese tipo está corriendo en dirección a la cueva, ¿hacemos algo?», al decir esto, Vegetta ha tomado algunas ramas caídas. «No te preocupes, no hay posibilidad de que sobreviva. A fin de cuentas, le robamos todo lo que poseía en ese vehículo», Veggeta entra a la cueva. «Tienes razón, hay que entrar a ver qué pasa»
UNA BATALLA CON EL OSO:
—Tus zarpazos no son problema si no sabes cómo atinarlos —dijo mientras esquivaba muchos ataques del oso y le daba con el palo—, no te preocupes. Solo quiero tu cueva para soportar esta noche. Así que ¡hasta mañana!
Con los palos y con su fuerza ha logrado darle en los puntos vitales del oso inmovilizándolo. «Considéralo piedad. No te preocupes, me voy al pasar la noche». Justo cuando se voltea para explorar la cueva, el oso despierta y se abalanza en él. Vegetta lo esquiva, pero por el ajetreo pierde sus armas.
—Bueno, tú lo pediste.
Así que Vegetta corre hasta la salida de la cueva esquivando los zarpazos del oso, aunque algunos si le dañan, él aguantaba, hasta que: «Listo, ven oso». El oso vuelve a acercarse lo suficiente «Ojalá y la fuerza me dé para esto, ¡Tomoe Nage!». Con esto, logró sacar al oso de la cueva e inmovilizarlo.
—Bien, ahora toca descansar en la cueva.
—Tienes razón, chico.
—¿Eh? —Voltea bruscamente mientras la otra persona le golpea.
—Lo noqueaste.
—Sí, vamos a la cueva a hacer la misión.
—Luego, ¿lo llevamos a la base?
—Exacto. Sus habilidades para lidiar con estas situaciones son impresionantes. Seguro que Wolf King le gustará hablar con él.
—No hay que perder tiempo. Vamos.