Ye Futian miró a Zhao Han. Tenía rasgos claros y apuestos. Solo su presencia le daba un aura extraordinaria. Ye Futian había notado naturalmente que la actitud de Yun Qianmo hacia Zhao Han era diferente a la que tenía con Yang Ziqi. Era obvio que Zhao Han tenía un estatus más alto en el Clan de la Espada. Por eso tenía una expresión fría y palabras arrogantes. Dijo que si Ye Futian podía derrotarlo, no le importaría Yun Qianmo otra vez. Si Ye Futian perdía, moriría. Sin embargo, ¿qué tenía que ver que Yun Qianmo fuera una sirvienta con él? Esto significaba que si Ye Futian ganaba, ganaría. Si perdía, moriría. Qué tiránico.
—¿Te gustaría considerar retractarte de tus palabras? —preguntó Ye Futian a Zhao Han.