Yun Qianmo vio a todos mirándola y su expresión se tornó más fría. Cuando giró su mirada hacia Ye Futian, la frialdad desapareció y se volvió serena. Desde que tomó su decisión, sabía que los demás hablarían. Ella había considerado todo esto de antemano. Si le importara, no habría aceptado.
—¿Él te ha cortejado antes? —preguntó Ye Futian, riendo. La reacción de Yang Ziqi había sido demasiado dramática.
Yun Qianmo lo miró y asintió ligeramente.
—Él será aún menos digno para ti en el futuro —dijo Ye Futian—. Mañana, vamos al lugar que mencionaste.
—De acuerdo —Yun Qianmo asintió y regresaron al pabellón.
Yu Sheng se acercó a Ye Futian y dijo:
—Mientras cultivaba estos días, me di cuenta de que no solo el destino aumenta tus habilidades, también ayuda con la cultivación.
