—Yaoyao —dijo suavemente—. ¿Qué tal si cedes a tu hermana menor? No compliques las cosas para los ancianos.
—Hermana Menor, ¿qué piensas? —preguntó una mujer hermosa a la que estaba a su lado. Era la maestra de Hua Jieyu.
—Jieyu, tu hermana mayor también tiene razón. Ahora, la cultivación es lo más importante para ti y Yaoyao también está pensando en ti. No irás esta vez. —La maestra de Hua Jieyu miró a Hua Jieyu y sonrió.
—Está bien. —Hua Jieyu miró a su maestra.
—Quería que te quedaras porque deseo que cultives bien pero no consideré tus sentimientos. Espero que perdones mis faltas. —Chu Yaoyao sonrió y dijo
—Está bien —dijo Hua Jieyu, negando con la cabeza.
—Hermana Mayor —llamó suavemente Hua Jieyu, luego caminó hacia la mujer al otro lado de su maestra.
—¿Sí? —La chica asintió.
