—Hechicero del Mandato —los estudiantes de la Academia Qingzhou discutían conmocionados—. Esa formación, era un Espíritu de la Vida, no es de extrañar que pudiera crear la matriz tan rápidamente.
Este joven ni siquiera tenía quince años, y su matriz era tan poderosa que podría ser una amenaza incluso para los ases en el noveno Plano del Despertar, el Plano Destructor. Los estudiantes de la Academia Qingzhou se sentían amenazados. Con las dos personas anteriores, todavía podían decir con confianza que la Academia Qingzhou tenía estudiantes que podrían enfrentarse a ellos, pero con este compañero, sería difícil encontrar a alguien a su nivel.
—Escuché que tu academia acaba de tener Exámenes del Trimestre de Otoño, ¿quién obtuvo el primer lugar? —preguntó el joven con arrogancia—. Ni siquiera les echó un vistazo a los estudiantes; no eran lo suficientemente buenos para ser sus oponentes. Miró directamente a las figuras importantes de la Academia Qingzhou.
—Murong Qiu —alguien le respondió—. Todos inmediatamente desviaron su mirada hacia Murong Qiu, pero sus compañeros de escuela no tenían muchas esperanzas en él. Aunque había llegado en primer lugar en los exámenes, todos sabían que Yu Sheng y Hua Jieyu eran mucho más fuertes que él.
Murong Qiu tampoco tenía confianza en sí mismo. Todos lo miraban, pero él simplemente se quedó ahí parado, sin intenciones de avanzar. Incluso Qiu Yan, quien había sido derrotado antes, era más capaz que Murong Qiu.
Las figuras importantes de la Academia Qingzhou también observaban a Murong Qiu, pero rápidamente se decepcionaron cuando quedó claro que no iba a participar en el duelo.
—Yu Sheng —llamó el Maestro del Gabinete Leng Qingfeng de la Casa de los Espadachines—. Se rumoreaba que Yu Sheng había ingresado al Plano Destructor no hace mucho tiempo. Además, Leng Qingfeng ya había presenciado su poder en los Exámenes del Trimestre de Otoño. Hacerlo luchar aumentaba su posibilidad de victoria.
Yu Sheng miró una vez a Leng Qingfeng y no hizo nada. No se movió, ni respondió. Su expresión era fría como el hielo; era como una protesta silenciosa.
—Parece que Yu Sheng sigue molesto. No creo que tenga planes de luchar —dijo alguien—. Todos se estremecieron al ver la expresión en el rostro de Yu Sheng. Nunca pensaron que Yu Sheng tuviera miedo de luchar como pensaban que lo tenía Murong Qiu. Sentían que era reacio.
En los últimos dos meses, Murong Qiu se había convertido en discípulo oficial. Incluso Yang Xiu se había unido a la Escuela de Artes Adivinatorias, pero no Yu Sheng. No importa cuántas veces las escuelas de artes marciales y artes adivinatorias intentaron reclutarlo, nunca aceptó. La Academia Qingzhou sabía exactamente por qué. Tenía que ver con la prohibición que habían impuesto a cierto estudiante. Sabían que esto había enfurecido mucho a Yu Sheng. Algunas personas incluso hipotetizaban que mientras existiera la prohibición, Yu Sheng podría incluso optar por dejar la academia por completo.
Los altos mandos de la Academia Qingzhou habían discutido sobre este tema muchas veces, pero todavía había algunos individuos que se negaban a ceder y levantar la prohibición.
Por eso Yu Sheng se negaba a combatir, incluso si la reputación de la academia estaba en juego. En los ojos de Yu Sheng, el castigo de la academia sobre Ye Futian era increíblemente insultante. Hasta que la academia pudiera proporcionarle un resultado satisfactorio, Yu Sheng no estaba dispuesto a hacer nada por la academia.
Leng Qingfeng estaba furioso al ver la reacción de Yu Sheng, pero su ira no estaba dirigida hacia Yu Sheng. Estaba dirigida hacia Shi Zhong. Estaba extremadamente enfadado mientras miraba a Shi Zhong. Era la Academia Qingzhou la que estaba mal por ser injusta; no tenía derecho de castigar a Ye Futian por la manera en que había cuestionado a la academia.
—Yu Sheng sigue enojado por lo que te pasó —dijo Feng Qingxue después de presenciar esta escena.
Ye Futian asintió en acuerdo. Por supuesto que sabía cuán obstinado era Yu Sheng. Si la academia hubiera castigado a Yu Sheng, a él no le habría importado en lo más mínimo; pero porque había sido a Ye Futian, Yu Sheng estaba destinado a guardar rencor. No habría ninguna manera en que defendiera a la academia. Ye Futian haría lo mismo si hubiera sido Yu Sheng quien hubiera sido castigado.
Feng Qingxue estaba decepcionada. Si Yu Sheng no iba a perdonar a la academia, había pocas posibilidades de que él la perdonara a ella.
—¿Está Hua Jieyu aquí? —preguntó uno de los líderes de la escuela.
Todos miraron alrededor en búsqueda de ella. Parte de la multitud se movió para hacer un camino para Hua Jieyu.
Con algo tan grande ocurriendo en la Academia Qingzhou, no tardó mucho para que Hua Jieyu se enterara. Tenía que haber venido.
—Tan hermosa —dijo el compañero de la Academia Heiyan.
Sus ojos brillaron ante la vista de tal belleza.
—Hua Jieyu, parece que depende de ti —dijo el líder escolar anterior.
Toda la Academia Qingzhou anticipó su reacción. En tres años, nadie había visto a Hua Jieyu en acción. ¿Sería capaz de derrotar a este genio de la Academia Heiyan?
—¿Cómo podría posiblemente luchar contra una dama tan hermosa? —El joven orgulloso sonreía mientras miraba a Hua Jieyu—. No estamos muy familiarizados con la Ciudad de Qingzhou, ¿por qué no nos haces compañía, bella? Puedo dejar a la Academia Qingzhou en paz por hoy.
Al escuchar sus palabras, sus compañeros de la Academia Heiyan comenzaron a reír. Alguien intervino:
—El Hermano Menor tiene un punto. Estar acompañado por una belleza es algo grandioso. Podría convertirse en una hermosa historia para ambas academias.
—Qué presuntuosos —dijo alguien de la Academia Qingzhou.
—Este grupo de imbéciles —todos de la Academia Qingzhou se unieron para maldecir a sus rivales.
Estaban furiosos, Hua Jieyu era el ser perfecto para todos ellos y ahora estaba siendo insultada por estos idiotas de la Academia Heiyan.
—Cállense, grupo de perdedores. Si no les gustan las cosas que decimos, entonces vengan a enfrentarnos —dijo el joven.
Estaba rebosante de orgullo. Los estudiantes de la Academia Qingzhou se sintieron profundamente insultados, pero sabían que no podrían luchar contra él.
Por otro lado, Hua Jieyu parecía estar en paz; no intervino como los ancianos habían esperado que lo hiciera. Sonrió y giró, su mirada cayó sobre cierta persona. Era Ye Futian.
No solo vio a Ye Futian, también notó a Feng Qingxue a su lado. Sonrió y dijo suavemente a Ye Futian:
—¡Me están molestando!
Cuando se giró hacia Ye Futian, todos estaban confundos. En el momento en que le habló, sus corazones se rompieron.
—Me están molestando... Era una voz tan suave. Su diosa perfecta estaba quejándose tan lindamente a Ye Futian. Era un quejido lindo, coqueto. Si ella hubiera dicho esto a cualquiera de ellos, habrían luchado hasta la muerte; pero sus palabras, lamentablemente, no eran para ninguno de ellos.
—Me duele el corazón —dijo alguien—. Todos vieron a Feng Qingxue de pie junto a Ye Futian. Primero había coqueteado con la Hermana Mayor Qin Yi. Ahora, estaba con Feng Qingxue. Estaba rodeado de tantas bellezas. ¿Por qué él?
Feng Qingxue estaba conmocionada por las palabras de Hua Jieyu. Sintiendo las innumerables miradas sobre ella, Feng Qingxue bajó la cabeza y comenzó a jugar con la esquina de su ropa. Esta era Hua Jieyu con la que se estaba enfrentando.
Ye Futian podía sentir todas las miradas sobre él. Se frotó la frente. Realmente era imposible para él mantener un perfil bajo.
Todos de la Academia Heiyan también lo miraban. Estaban tratando de descubrir qué hacía a Ye Futian tan especial que una belleza como Hua Jieyu actuaría de esa manera hacia él.
Ye Futian dio un paso adelante. La gente de la Academia Qingzhou pensó que realmente iba a hacer todo lo posible por defender a Hua Jieyu; pero nuevamente, cualquiera de ellos habría hecho lo mismo si hubieran estado en su lugar. Sin embargo, sus resultados probablemente habrían sido mucho peores.
El joven orgulloso observó la figura de Ye Futian. Las comisuras de sus labios se levantaron en una sonrisa mientras decía, —Creo que sería mejor que reconsideres tu elección. Defender a una chica; qué cursi. Prepárate para las consecuencias.
Ye Futian fingió no escucharlo y dijo, —Primero, abofetéate un par de veces y luego discúlpate. Quizás después de eso decida dejar que ustedes chicos salgan de la Academia Qingzhou sin un rasguño.
Esto... Todos se quedaron con los ojos muy abiertos. No podían creer lo que acababan de escuchar. Incluso si estabas tratando de defender a una chica que te gustaba, no tenías que ser tan arrogante. Cuando fuera completamente derrotado por sus rivales, toda la Academia Qingzhou iba a quedar muy mal.
Los corazones de los estudiantes de Qingzhou siguieron doliendo. ¿Cómo podía una persona como esa conseguir a una chica como Hua Jieyu? ¿Qué estaba mal con el mundo?
Incluso las figuras importantes de la academia no podían soportar escuchar a Ye Futian. Este sinvergüenza estaba exagerando un poco demasiado. Aunque sus dones no eran malos, su oponente era un Hechicero del Mandato.
—¿Y si me niego? —El joven orgulloso miraba a Ye Futian como si fuera un idiota. Definitivamente había algo mal dentro de la cabeza de este tipo.
—Bueno entonces... —Ye Futian dio otro paso adelante. Todos todavía lo estaban mirando. Justo cuando pensaban que iba a hacer un movimiento, Ye Futian gritó en voz alta:
— ¡Yu Sheng!
Silencio total.
Con los ojos muy abiertos, todos siguieron mirando a Ye Futian. Esto era tan propio de Ye Futian.
...
Incluso Hua Jieyu estaba con los ojos muy abiertos. Esto era embarazoso para ella.
El suelo tembló; la nieve volaba en el suelo mientras el gran cuerpo de Yu Sheng se acercaba al centro de la multitud. Su llegada era una amenaza en sí misma. No importaba si te gustaba Yu Sheng o no; no había forma de negar que era un guerrero nato.
Las expresiones en algunos de los rostros de la Academia Heiyan se oscurecieron con la llegada de Yu Sheng. Solo por su aura uno podría sentirse sofocado por su poder. Definitivamente era más fuerte que cualquiera de los otros estudiantes de la Academia Qingzhou.
Las figuras importantes de la Academia Qingzhou se sentían avergonzadas. No podían hacer que Yu Sheng se moviera, pero dos simples palabras de Ye Futian habían sido suficientes. Realmente era una bofetada para ellos, pero al mismo tiempo, estaban aliviados de que finalmente estuviera dando un paso adelante para la batalla.
—Déjamelo a mí, cuñada —dijo Yu Sheng, mirando a Hua Jieyu.
—¿Eh? —Todos estaban confundos.
¡Listo! —Ye Futian lo felicitó en su mente—. Yu Sheng había cambiado; se había vuelto tan comprensivo.
—Lárgate. Que salga alguien de un nivel más alto. No quiero que la gente diga que me meto con los débiles —señaló Yu Sheng al joven orgulloso de la Academia Heiyan sin emoción.
Es tan genial. Todos de la Academia Qingzhou lo felicitaron. Esto era una locura.
Hace poco tiempo, alguien más había hecho algo tan loco como esto, pero todos pensaron que era embarazoso. Era lo completo opuesto con Yu Sheng. Un sinvergüenza desvergonzado como Ye Futian nunca podría compararse con Yu Sheng.