Al final del segundo día del Banquete Tingfeng, el Emperador Luo no extendió una invitación al Emperador Ye como lo había hecho el día anterior. En este momento, ya fuera el Emperador Luo o Luo Junlin, estaban inmersos en este momento de triunfo.
Inmediatamente después de que el banquete terminó por el día, el Ministro Hua y otros se apresuraron a felicitar al Príncipe Heredero. Los nobles de la Nación Nandou coincidieron en acuerdo con los halagos lanzados a Luo Junlin. Todos entendieron que, después de que el Príncipe Heredero Luo Junlin entrara en el Templo Real Xuan, había una posibilidad de que no heredara el trono de la Nación Nandou. Iba a estar en una posición aún más temible. Si Luo Junlin lograba convertirse en un pez gordo en el Templo Real Xuan, entonces olvídate de la Nación Nandou, él podría hacer lo que quisiera en las Cien Tierras. Incluso podría construir un país más fuerte por su cuenta.
