Alrededor de la Plataforma Fenghua, todos tenían sus ojos puestos en Ye Futian, un poco sorprendidos por su confianza.
Wang Yu, el orgullo del reino, y en el Plano Dharma.
Bai Qiu, el más talentoso de la generación joven del Clan Qin y un hechicero musical en el Plano Dharma.
Ye Futian, un hechicero musical en el Plano de la Gloria de Siete Estrellas.
Comparados de esta manera, no había forma de que Ye Futian pudiera influir en los otros dos. No importa cuán talentoso fuera, la diferencia de plano era demasiado grande. Tenía que cruzar al Plano Dharma. Aquellos en el Plano Dharma podían realizar el dharma y eran aterradoramente poderosos. Sus habilidades habían cambiado cualitativamente desde el Plano de la Gloria.
Justo entonces, Bai Qiu descendió lentamente hacia la Plataforma Fenghua. Aún había una sonrisa tranquila en su apuesto rostro. —Aunque no es impresionante para mí derrotarte, tenemos que resolver el asunto anterior —dijo Bai Qiu a Ye Futian.
