Britney era muy agraciada. Aparentemente, había crecido en un ambiente artístico. Con su bonito rostro, era personal en todos los aspectos.
—¿Quieres que te construya un teatro de ópera? —Roland dudó y dijo—. Aunque conozco algunos hechizos de construcción, no puedo crear nada enorme por mí mismo. Después de todo, solo tengo maná limitado.
—Estoy hablando solo de un pequeño anfiteatro —dijo Britney con una sonrisa—. ¿Por qué no hablamos más sobre ello en una taberna?
—Está bien.
Varios minutos después, los tres se sentaron en una taberna.
Esta taberna estaba más lujosamente decorada que otras tabernas, y las bebidas que se servían aquí eran más caras. Por eso, había menos invitados aquí. Era bastante tranquilo.
