Después de atragantarse por casi media hora, Roland finalmente se sintió mucho mejor.
Inmediatamente se dirigió hacia el muelle.
Se habían preparado dos carruajes. El plan era que cada uno acomodara a cinco personas, pero Schuck dijo que Margret no podía estar demasiado cerca a animales comunes incluso en su forma humana, o esas criaturas estarían aterrorizadas por el aura de su dragón.
Así que Schuck y Margret volarían en el cielo sin tomar los carruajes. También podrían explorar para el equipo de esa manera.
Naturalmente, no hubo objeciones.
Por la tarde, su caravana partió.
Hablando en general, la tarde no era el mejor momento para comenzar un viaje, porque la noche caería pronto y pasar la noche al aire libre podría ser peligroso si los viajeros no alcanzaban una ciudad.
Pero para los profesionales, especialmente un equipo de búsqueda con una combinación perfecta de clases, no era un problema.
Si caía la noche, simplemente podían utilizar sus habilidades de iluminación.
