La figura de Halcón era mucho más robusta que antes. No podía sentarse en su silla habitual y solo podía estar de pie y charlar.
Roland también se levantó con él.
Sin embargo, era como si una alta pared estuviera frente a él. Hacía que Roland se sintiera oprimido. Miró al monstruo musculoso impotente y suspiró. —¿De verdad piensas que esta imagen tuya es muy buena?
—Muy buena —respondió Halcón con una voz estruendosa. Luego, preguntó con curiosidad—, ¿Podría ser que tu estilo de estética es uno de belleza joven y andrógina?
Roland negó con la cabeza y dijo :
— No es el caso. Soy neutral. Mi imagen ideal es parecer delgado con ropa y musculoso sin ella.
—Tsk, ustedes los neutrales son peores que aquellos a los que les gusta la belleza joven y andrógina. Solo son indecisos —dijo Halcón enojado.
Roland se burló :