—No vuelvas a sacar el asunto de anoche, sé obediente, ve a llamar a mamá y papá para cenar —acarició la cabeza de su hermana Qin Yize y suavizó su voz.
El agravio hizo que los labios de Qin Xiaoyu se curvaran hacia abajo, sentía que su hermano mayor parecía estar del lado de Gu Qiaoqiao.
—Ser utilizada como un peón y aún así estar tan alegre, si no eres tú Qin Xiaoyu, ¿entonces quién más podría ser? —Gu Qiaoqiao colocó un tazón de gachas en la mesa de la cena y dijo con media sonrisa.
—¿De quién estás hablando? —elevó su voz Qin Xiaoyu.
—He dicho nombres, ¿a quién crees que estoy mencionando? —replicó con calma Gu Qiaoqiao.
—Tú... —los ojos de Qin Xiaoyu se agrandaron de ira—. Tú, paleto, deja de decir tonterías.
—Yo soy la paleto, tú eres la qiang —Gu Qiaoqiao curvó su labio, burlándose—. No está mal, es bastante rítmico.
—Gu Qiaoqiao, te estás pasando, fue tu culpa ayer.
—Qin Xiaoyu, mejor cállate cuando no sabes nada sobre la situación.