Una mezcla de inquietud e irritación burbujeaba en su pecho. Los pensamientos de Dylan giraban mientras trataba de dar sentido a la situación. —Quizás esté cenando con su padre. Luego, una posibilidad más inquietante se coló en su mente. —¿Y si Ethan también está allí? ¿Celebrando con ella?
El pensamiento lo roía, suscitando una nueva ola de inquietud.
Con una creciente desesperación, marcó su número mientras paseaba por la habitación. Pero el resultado no fue distinto al de antes. Ava no contestó la llamada.
Él dejó escapar un suspiro pesado y se desplomó en la silla junto a la mesa, su entusiasmo anterior ahora reemplazado por una sensación de desamparo que se afianzaba. Su mirada se posó en el festín que había preparado meticulosamente.