—Señora, ¿cree que deberíamos robar una Píldora de Rejuvenecimiento de Belleza?
Dentro de la sala de reuniones, Hun Fei giró su cabeza para mirar a Shi Yun, sus ojos llenos de codicia evidente.
—¿Quién hubiera pensado que solo una Píldora de Rejuvenecimiento de Belleza podría alcanzar hasta 500 millones de monedas de oro? Si dicha píldora perteneciera a la Secta de la Refinación de Armas, no tendrían que preocuparse por su fuente de ingresos en el futuro.
Sin decir una palabra, Shi Yun levantó la cabeza lentamente. Una mirada indescifrable cruzó su rostro angelical —Viendo que el Salón de las Cien Hierbas pudo producir la Píldora de Rejuvenecimiento de Belleza, es muy posible que haya otras píldoras también. Anciano Hun Fei, ¡debemos hacernos con esas píldoras cueste lo que cueste!
—¡Más fuerte! Necesitaba volverse aún más fuerte.
Solo si se hacía fuerte podría arrebatar a ese hombre de vuelta.
