Temblorosa, Xia Ruoyun abrió sus ojos. Todo su odio se centró en el hombre que tenía delante mientras gritaba —¡Xiaming, eres despreciable!
—¿Despreciable? —Xiaming se rió con desdén—. ¿Esto? ¡Es simplemente la supervivencia del más apto! ¿Ves? Es esta precisa ignorancia tuya la que llevó a tu madre a la muerte. ¡Así es; la que la mató fuiste tú!
—La que la mató fuiste tú.
—¡JA JA JA JA! —Una explosión súbita de risa maniaca salió de su garganta. Retumbó en el aire, rodeando las colinas con ecos amenazantes.
—Oye Xiaming, ¿qué tal si te llevo al infierno para ofrecer una disculpa personal a mi pobre madre? De hecho, te llevaré conmigo… ¡Ahora!
—Inmediatamente, su campo de energía se intensificó exponencialmente. Era tan intenso que oscureció las luces del cielo, el entorno ceniciento ahora estaba denso con un sentido premonitorio.
—¡NO! —El rostro de Xiaming palideció, murmurando para sí mismo—. ¡Va a hacerse explotar!
—Xia Ruoyun era el prodigio proclamado de la Familia Xia —una savia que ya había alcanzado el título de Honor Marcial a una edad temprana. Si no hubiera sido por la "Devastación" de la Familia Yun que él usó en el ataque anterior, Xiaming no habría podido herirla gravemente con su ataque sorpresa. ¡Sin embargo, herir a un Honor Marcial no significa nada si ella iba a realizar un ataque de destrucción mutuamente asegurada!
—¡Pccchh! —De repente, rompiendo el aire inmóvil de las colinas, fue el abrupto sonido de un pecho humano siendo atravesado.
—El cuerpo de Xia Ruoyun se congeló, su mirada cayó sobre la hoja clavada en su pecho. Giró lentamente su cabeza hacia un rostro esculpido y guapo. "Luchen... Tú..."
—Ella sabía que Luchen iba a aparecer. Pero porque era Luchen, se había permitido bajar su guardia.
—No podía creer esto. ¡El hombre en quien más confiaba quería verla muerta!
—La energía explotó de su cuerpo, vaporizando la hoja en chispas. Su mano sostenía su pecho mientras sangraba, sus ojos sangraban de incredulidad y profundo dolor —¿Por qué harías...?
—¿Matarme? —Las últimas dos palabras quedaron atrapadas en el nudo en su garganta. Simplemente no podía decirlas en voz alta.
—Un leve destello de culpa y tristeza parpadeó en los ojos de Luchen, pero se esfumaron en un instante.
—Mi querida Yun, lo siento... —Pero soy un hombre ambicioso. Puede que seas el amor de mi vida, pero solo Chuxue es la reencarnación del avatar del Fénix Antiguo Zhixie, el verdadero árbitro de la Pagoda Divina Antigua. ¡Con su poder, se convertirá en la más fuerte del reino! Quien se case con ella, entonces prácticamente poseerá el mundo, y por eso hice lo que tenía que hacer...
—El rostro de Xia Ruoyun se quedó sin color. El hombre que amaba o que había jurado amarla y protegerla para siempre, ahora estaba mínimamente agitando una hoja contra ella.
—De repente, como si recordara algo, se lanzó hacia Luchen como una mujer poseída.
—¡Mi hermano! Mi hermano Yu, a quien prometiste proteger. ¿Qué le has hecho, desgraciado? —Un dolor intenso se disparó por su cuerpo, pero los ignoró, con su atención fijada en él mientras sujetaba su camisa en accesos histéricos.
—La Madre está muerta. Su abuelo y su familia también estaban muertos. ¡Su hermanito pequeño era todo lo que tenía ahora! Había confiado en Luchen y había querido que su hermanito pequeño se mantuviera al margen de esto. Por eso había confiado a Yu con este desgraciado. Pero ahora…
—El cuerpo de Xia Ruoyun temblaba mientras la sospecha crecía en ella. El miedo comenzó a envolver su rostro enfermizo. Era tan lamentable, que incluso Luchen sintió un pinchazo en el pecho.
—Fue efímero. Su corazón se endureció inmediatamente, y también su voz al ordenar a sus hombres —¡Traigan a Xia Linyu!
—Se escuchó un golpe mientras lanzaban hacia su dirección a un niño medio muerto. Su frágil cuerpo se mecía y temblaba en esta ventisca aullante como si pudiera ser llevado por el viento.