Ella los odiaba... ¿Y cómo no iba a hacerlo? Entre los dos, había alguien que había hecho un solemne juramento con ella mientras que la otra era una compañera joven aprendiz que había dependido tanto de ella. Los dos se habían unido para traicionarla... Todo por un libro médico, e incluso lograron que nunca pudiera regresar a la Orden de la Medicina.
Mientras se reía, las lágrimas rodaban por las mejillas de la Doctora Fantasma.
Había permanecido independiente durante tanto tiempo, sin unirse a organizaciones o sectas. Una de las razones para esto era la libertad, pero la segunda, era porque sus raíces estaban en la Orden de la Medicina. Sin embargo, con su rostro arruinado, los discípulos de la Orden de la Medicina nunca podrían reconocerla por ser la sucesora de la que su maestro había estado más orgulloso, hace tantos años...
Además, ahora que la Orden de la Medicina estaba bajo el control de ese desgraciado matrimonio, ¡volver allí era equivalente a un suicidio!
—Cumpliré mi palabra, niña —la Doctora Fantasma se secó las lágrimas de la cara. Su hermoso rostro mostraba un brillo de resolución—. Sin embargo, aunque estoy dispuesta a trabajar para ti, no quiero formar parte de ninguna organización bajo tu mando. Mi maestro dejó su organización como parte de mi herencia hace mucho tiempo, pero no pude cuidarla adecuadamente por él. Por eso, volveré a mi organización en el futuro, cuando tenga la oportunidad. Dado que eso era la forma más ardiente de esperanza que él me dejó, no quiero que haya muerto con algún agravio en este mundo.
—Gu Ruoyun sonrió, no había esperado que la Doctora Fantasma resultara ser alguien que valoraba altamente las relaciones y la lealtad. Este es el tipo de persona que ella necesitaba.
—Mientras estés dispuesta a permanecer a mi lado, no cuenta como romper tu juramento —dijo la Doctora Fantasma.
—La Doctora Fantasma sintió una inmensa gratitud en su corazón. Si Gu Ruoyun la hubiera obligado a unirse a su organización, no habría tenido otra opción. ¡Tenía que regresar a su organización, incluso si tenía que romper el juramento! Sin embargo, Gu Ruoyun no lo hizo...
—Esto hizo que la insatisfacción restante que la Doctora Fantasma había sentido hacia Gu Ruoyun, desapareciera.
—¿Hiciste esa Píldora de Rejuvenecimiento de Belleza, niña? —la Doctora Fantasma miró a Gu Ruoyun con anticipación.
—Esto... —Gu Ruoyun se frotó la nariz con hesitación, pero asintió al final.
La Píldora de Rejuvenecimiento de Belleza era una de las tres fórmulas de píldora en el primer nivel de la Pagoda Divina Antigua. Una vez que había pensado en los rumores que rodeaban a la Doctora Fantasma en el continente, se había preparado esta misma píldora.
Afortunadamente, la Doctora Fantasma había aceptado unirse a ella al final.
—¿De verdad refinaste esto, niña? —Los ojos de la Doctora Fantasma se iluminaron—. A menos que esté equivocada, ¿era una de las píldoras legendarias? Aunque esta píldora no sea de mucha utilidad para los cultivadores, las mujeres del mundo son bastante vanidosas. Si ponemos esta píldora en subasta, seguramente podremos obtener una gran cantidad de dinero.
—¿Subasta? —El corazón de Gu Ruoyun tembló—. ¿Por qué no pensé en eso? Especialmente porque últimamente he estado escasa de finanzas...
Aunque el Salón de las Cien Hierbas ganaba bastante dinero, entrenar a su equipo costaría mucho, mucho más. Necesitaba más dinero.
—Qué lástima, —La Doctora Fantasma sacudió la cabeza desilusionada—. Ya es bastante afortunado tener una píldora... Considerando lo milagrosas que son conocidas las píldoras. Nadie ha podido refinar algo así durante miles de años.
Al ver los suspiros lamentables de la Doctora Fantasma, Gu Ruoyun no dijo nada, pero sus ojos se oscurecieron mientras entraba en profundos pensamientos.
Como si hubiera recordado algo, la Doctora Fantasma giró la cabeza para mirar al Señor Liu, quien estaba absorto. Le habló fríamente:
—Recuerda, no tienes permiso para hablar de lo que ocurrió hoy. De lo contrario, ¡considera la vida de tu esposa perdida! Puedo salvarla, pero también puedo matarla sin que nadie se dé cuenta. ¡Si te atreves a decir una sola palabra, no podrás escapar de mí aunque corras hasta el fin del mundo!
El Señor Liu no pudo evitar estremecerse, se apresuró a responder:
—Por favor tenga tranquilidad, honorable Doctora Fantasma. No diré una sola palabra, ¡nadie sabrá qué pasó hoy!
Satisfecha, la Doctora Fantasma asintió:
—Espero que recuerdes tu propia promesa. De lo contrario, me aseguraré de que tu familia Liu nunca tenga un día de descanso. Tengo algo más que hacer hoy, así que volveré mañana para tratar a tu esposa."