Gu Xianglin no pronunció una sola palabra y salió. Si ese misterioso poder era realmente tan fuerte como había dicho su padre, entonces no había ningún inconveniente en que entregara una fórmula de píldora. Después de todo, él tenía dos fórmulas consigo.
…
Al mismo tiempo, en una habitación secreta, velas encendidas a ambos lados de la pared titilaban y bailaban.
Segundo Maestro Gu miraba al Anciano vestido con una túnica gris mientras se paraba ante él con respeto. Se comportaba con humildad y modestia.
Ese Anciano se ocultaba dentro de una neblina oscura. Su rostro era borroso. Por más que Gu Xianglin lo intentara, no podía ver ese rostro claramente.
El Anciano sintió que Gu Xianglin lo examinaba. Instantáneamente, una fuerza poderosa fue enviada hacia Gu Xianglin que hizo que su corazón se paralizara. Rápidamente bajó la cabeza y no se atrevió a mirar otra vez.
Sin embargo, esa única mirada fue suficiente para que Gu Xianglin supiera que el Anciano era muy fuerte.
