El estudio volvió a quedar en silencio. Después de un momento, se pudo escuchar nuevamente la voz del hombre de mediana edad. Esta vez, sonaba como si su respiración se hubiera acelerado.
—Guarda las fórmulas de píldoras en un lugar seguro. Puedes entregármelas una vez que hayas regresado.
—Sí, ¡padre adoptivo!
Gu Xianglin estaba emocionado. Podía imaginar cómo había ganado la total confianza de su padre adoptivo y sería nombrado su sucesor...
Justo en ese momento, se escuchó un golpe en la puerta. Gu Xianglin frunció el ceño y terminó la conexión con el hombre de mediana edad. Luego levantó la cabeza y vio al Segundo Maestro Gu entrar en el estudio. Sus cejas fruncidas se relajaron instantáneamente.
—Padre, ¿qué sucede?
—Esto... —El Segundo Maestro Gu se frotaba los nudillos mientras reía—. Escuché que lograste arrebatar dos fórmulas de píldoras a Gu Ruoyun.
