—Aparta. Intentaré no involucrarte en esto —dijo Abel mientras colocaba delicadamente la cadena en las manos de la niña hada.
La niña hada podía sentir las buenas intenciones de Abel, pero no podía entender a qué se refería. Aunque parecía estar más relajada, no se movía en absoluto.
—Abel suspiró al ver esto. Le dio una palmada a la niña hada en la espalda y luego la guió hacia el estrado de la subasta —mientras hacía esto, lanzó al guardia de seguridad fuera del escenario de la subasta.
Tal movimiento irrespetuoso enfureció al caballero élite. Se abalanzó hacia Abel y comenzó a agarrarlo por el pecho delantero. Era rápido, pero Abel pudo responder por reflejo. Abel agarró la mano que se extendía hacia él con la izquierda, la tiró hacia atrás y el caballero élite salió volando por su propia fuerza.
