Cuando salió el sol sobre el bosque, el equipo Lawland había partido por la mañana.
—Aceleren. Con la investigación de Bennett, no hay bestias espirituales delante de nosotros. ¡Podemos ir a toda velocidad! —dama Carrie sabía que aunque el dragón volador se había marchado, el aliento del pseudodragón evitaría que la bestia espiritual apareciera en el área delante de ellos por un período de tiempo, por lo que tenía que usar este tiempo para llegar al Valle de Dalila lo antes posible.
Los lobos ferozos habían estado yendo a la máxima velocidad. Ninguno de ellos pensó en ahorrar la energía de sus lobos ferozos. Todos conducían el lobo feroz con toda su fuerza para mantener el ritmo de dama Carrie. Solo viento Negro parecía seguir al equipo con mucha facilidad.