Después de un rato, la Gran Duquesa Edwina devolvió el collar de transformación a Abel. —Ya está listo. Eliminé el patrón del Orco y grabé el hechizo sobre él. Puedes conectar tu poder de voluntad con él. ¡De ahora en adelante, puedes transformarte sin que se escape ningún aroma!
Abel extendió su poder de la voluntad hacia el collar. Primero, apareció un hechizo. Después de memorizarlo, desapareció. Luego, extendió su poder de voluntad hacia el núcleo del collar. Un rayo de luz verde comenzó a parpadear y lentamente comenzó a absorberse en su piel.
Abel se sintió un poco extraño mientras extendía su mano hacia el emplazamiento donde había colocado el collar. Aunque su mano no sentía nada, su poder de la voluntad aún podía sentir que el collar estaba en su cuello. Y no solo eso, sino que sus conexiones eran aún más fuertes.