—Si tan solo los llevara al destino y no tuviera que participar en la batalla, entonces podría conseguir algo de Plata del viento y conocer al dueño de la ciudad —con eso en mente, Abel asintió y dijo:
— Está bien, ¿cuándo podemos partir?
La plata del viento era muy atractiva para Abel. Según su conocimiento, la plata del viento era un metal especial. Agregar una cierta cantidad de plata del viento a un arma durante el proceso de forjado podía aumentar la velocidad de ataque de los efectos especiales de cortavientos del arma, aunque la cantidad de aumento dependía de la habilidad del herrero.
—Gracias, Maestro Abel; mi gente comenzará a prepararse hoy, y partiremos mañana por la mañana —Iván el Lord estaba muy contento, sabiendo que había preparado un equipo de enanos con un pasaje en el Bosque Doble Luna. El costo de hacerlo era la vida de innumerables guerreros enanos. El tiempo era de suma importancia.
