—¡Gira! —bajo el mando de Abel, Viento Negro tomó un giro brusco a unos 5 metros delante de los cientos de Caídos. Abel sintió que rozaba el lado de los Caídos mientras se dirigía hacia el fondo del campamento Caído.
Los Caídos se sorprendieron por los movimientos ágiles de Viento Negro, y las órdenes del chamán Caído perdieron su efecto. Los Caídos, que corrían frenéticamente hacia Viento Negro, giraron para seguirlo. Todos gritaron —¡Gu Du! ¡Gu Du!— como una persona enloquecida mientras perseguían a Viento Negro.
Abel no ordenó a Viento Negro que acelerara. En cambio, simplemente mantuvo lentamente su distancia con los Caídos que seguían detrás. Los Caídos habían sido llevados 20 metros más allá del lado izquierdo del campamento Caído. En ese momento, algunos Caídos comenzaron a regresar. Sabían que habían ido demasiado lejos de su territorio.
